|Prólogo|

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(...)

Nagisa sufría de los constantes gritos y abusos por parte de su "madre" o eso creía hasta que encontró un collar y algunos documentos de dudoso proceder.

No les tomo mucha importancia en un principio sin saber que todo eso comenzaría a cambiar su vida de golpe.

Ir a la escuela para Nagisa era un tiempo en el que podía apartarse y descansar del infierno que se habia vuelto su "hogar" siempre tratando de no molestar a sus amigos con sus problemas.

Aunque con el paso de los dias estos se habían dado cuenta de un sierto cambio en el ya que la violencia era algo que Nagisa ya no podía controlar.

Karma y Sugino habían notado que Nagisa ya no era el mismo, la sonrisa que siempre la a caracterizado cada día que pasaba se veía mas falsa y triste.

Llegando a preocuparles mucho aunque cada oportunidad que querían hablar sobre el tema Nagisa cambiaba rápidamente de tema o se iba diciendo que tenia cosas que hacer.

El detonante que los alarmó fue un día normal en el que Nagisa llegó tarde algo que extraño a todos sus compañeros y a sus profesores.

Y mucho más a Karasuma que sabía que el chico en el tiempo que lo conocía era el primero en llegar todos los días.

Cuando el muchacho llegó parecía que no había dormido y sobre todo era muy notables la gran cantidad de moretones que cubrían sus finas manos.

Traía pusto un abrigo no tan grande y el parche que cubría su ojo resaltaba más, muchos le preguntaron que le había pasado pero el sólo respondía con que tubo un accidente pequeño y no quiso hablar más del tema.

La preocupación no paso desapercibida en toda la casé pero nadie protestó ya que no querían incomodar al chico.

Después de las primeras horas de clase ya en el descanso karma y Sugino lo interrogaron pero Nagisa se negó a responder cualquier pregunta afirmando que el causante del accidente que tubo había sido la falta de sueño.

Los dos chicos decidieron no insistir por el momento fueron a traer algo para que Nagisa se alimentara ya que no quería bajar la montaña.

Al pesar que por fin estaba solo o eso creía suspiro profundamente y se removió el parche dejando ver su ojo que tenía una mezcla de colores morado con verde, cualquiera que lo veía se daría cuenta que no fue un accidente.

El golpe venía acompañado por un rasguño un poco rojo se quito su abrigo dejando a la vista que los moretones en su muñecas subían más arriba de la camisa del uniforme.

Suspiro frustado sintiendo sus ojos llenarse de lágrimas, al estar tan concentrado en sus pensamientos no se dio cuenta que alguien se asercaba.

La idea de irse a lavar algunas heridas abiertas que tenia en los brasos al ponerse de pie de su asiento se sorprendió cuando alguien abrió la puerta, no tubo oportunidad de taparse ya que la persona sólo se adentro rápidamente.

Nagisa se sorprendió al ver a Karasuma entrar traía unos documentos en los brazos y estaba ojeando algunas hojas cuando sus miradas se chocaron por refejo vajo la mirada y la cabeza escondiendo sus manos en sus bolsillos.

Aunque era algo imposible esconder lo inevitable ya que las manchas de sangre sobresalía de su camisa blanca por más que las mangas estuvieran debajo de sus muñecas y no servía tratar de esconder su ojo detrás de un mechon de su cabello.

Por mas de que tratará de actuar como que si nada pasará Karasuma no tardó en nada en darse cuenta el estado en el que se encontraba y se acercó preocupado tomandolo del brazo asiendo que se asustara de gran manera cerrando los ojos.

Nagisa mantenia la mirada baja con los nervios flor de piel, sentía como el pánico se apoderaba de el de forma agresiba.

El hombre dejó en una mesa los papeles que traía en su brazos, sujeto con delicadeza las muñecas del muchacho alzando sus mangas quedando sorprendió al ver la gran cantidad de heridas y moretones que recorrían sus extremidades.

Con las caricias frías noto como Nagisa solto un quejido de dolor y comenzó a temblar con eso pudo ver su cansado el dolor evidente.

Karasuma iso que se volviera a sentar se inco y trato de interrogarlo, le pregunto de forma dulce que habia sucedido  mientras acababa de revisar sus brazos y su rostro.

Todo eso para descartar alguna lesión o incluso que tenga alguna herida que podría ponerse fea.

Nagisa sólo se excusaba con lo del accidente y que no pasaba nada grave cosa que no callo muy bien a Karasumaque estaba por perder la paciencia.

Lo llevo jalando al aula de maestros y hizo que tomara asentó en la silla que el solia ocupar y saco un pequeño botiquín de primeros auxilios.

Curó las heridas que el podía observar con sumo cuidado porque no quería imaginar que clase de heridas podria tener dispersas por el resto de su cuerpo y el dolor que estuviera sintiendo.

Vendo y sobre todo reviso con cuidado su ojo y lo volvió a cubrir después de desinfectar la herida y asegurarse que no sea algo grabe volviendo a cubrirlo con el parche que antes tenía cubierto el ojo.

Nuevamente volvió a interrogarlo pero fue en vano porque Nagisa se negó a responder, esto lo iso frustrar pero cuando se dispuso a preguntar se salvó por el timbre de ingresó.

Nagisa se libro agradeciendo el detalle y salió rápidamente de la aula, Karasuma intento detenerlo pensando en cualquier excusa porque quería saber que fue lo que pasó.

Pero fue inútil ya que este lo ignoro y se marchándose no estaba seguro si debía dejar pasar esta situación pero algo le decía que no se quedara quieto y que Nagisa no estaba bien...algo le decía que corría un peligro muy verdadero.

Llegaria hasta lo más profundo y averiguar que estaba pasado y poder proteger a Nagisa su era necesario.

𝔻𝕖𝕤𝕡𝕦𝕖𝕤 𝕕𝕖 𝕝𝕒 𝕥𝕠𝕣𝕞𝕖𝕟𝕥𝕒 𝕓𝕚𝕖𝕟𝕖 𝕝𝕒 𝕔𝕒𝕝𝕞𝕒Donde viven las historias. Descúbrelo ahora