Capítulo 1

18 1 5
                                    




Las horas pasaban más lento de lo que parecía. Por alguna razón en mi mente eran las seis de la tarde, mientras que el reloj me advertía lo contrario haciéndome entender que apenas eran las doce del medio día y era hora de un descanso.

— Jack, no quiero tomar un descanso -dije haciendo puchero.

— Va a ser más que un descanso -mencionó mientras dejaba su celular sobre la mesa- tengo una reunión importante. Mañana por la mañana seguimos ¿de acuerdo?

— ¿Qué puede ser más importante que terminar esta nueva canción? -suspiré al ganar una mirada no tan bonita de su parte- bien.

— Tómate el día libre. Graba otro video para tu canal, escribe nuevas ideas o lo que sea. Mañana podemos seguir.

Este era mi cuarto año subiendo videos musicales a YouTube. La mayoría eran covers de canciones que me gustaban pero de vez en cuando subía canciones propias. Si bien vivía de componer canciones para otros artistas, había algunas que eran demasiado especiales como para darlas así sin más. Solo era cuestión de juntar coraje y grabar alrededor de cuarenta videos hasta sentirme lo suficientemente satisfecha como para subir uno sin necesidad de editarlo.

En cuanto llegué a casa subí uno de esos videos en el que cantaba una canción que había escrito algunas noches atrás. En la misma hablaba de lo mucho que me cuesta ser vulnerable algunas veces porque siento que nací programada para sentirme débil cada que intento demostrar cómo me siento; de lo mucho que me cuesta la naturaleza humana a veces y de lo simple que lo hacemos ver cuando en realidad es todo lo contrario. Ni siquiera Jack había escuchado la canción, probablemente sería una sorpresa para él también pero no quería saber nada de nadie, me encontraba nerviosa. Desactive las notificaciones de la aplicación, agarré mi bolso y salí a dar una vuelta al parque.

Y una vez más volvía a lo mismo. La hermosa y dulce soledad. No me daba miedo y no siempre era una bendición. Nunca me costó hacer amigos rápidamente pero también sentía como la canción de mi ídolo "a friend to all is a friend to none". No podía confiar fácilmente en todo el mundo. Supongo que eso explica el por qué a veces me alejo sin advertencia. No me da pena disfrutar las cosas al estar sola. Salir a comer sola, pasear, ver películas en el cine -entre otras cosas- ya no me avergonzaba. De hecho, ni siquiera recuerdo si realmente me dio vergüenza alguna vez. Pero sí, otra caminata sola. Ni siquiera mi perrito me acompañaría esta vez.

Me senté en el césped a comer Doritos. Necesitaba alimentarme bien de una vez y no se me ocurrió una mejor manera para aliviar mi estrés. Una llamada interrumpió mi preciosa rutina del lunes.

— ¿Hola?

— Daya, es Jack.

— Pensé que estarías ocupado en una reunión más importante y por eso no podíamos seguir componiendo -dije y luego noté risas del otro lado.

— Ah, sí. Estoy en esa reunión aún y estás en voz alta.

— Qué simpático. Gracias por la advertencia, pasó bastante desapercibida pero de todos modos... ¿qué pasa?

— Bien... voy a producir un nuevo álbum para una banda y ellos quieren que seas parte del proceso. Escucharon tu trabajo y les impresionó. Sobre todo el tema que subiste hace unas horas.

— Oh -dije mientras procesaba la información- sí, sigo aquí -le aseguré- me encantaría ¿De qué banda se trata? ¿Jack Leopards & The Dolphin Club?

— Ya quisieras -dijo riendo- puedo asegurarte que no.

— Si tan solo pudieras ver mi cara de felicidad en este momento -acote sarcásticamente.

AGUSTDonde viven las historias. Descúbrelo ahora