Capítulo 3

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—¿Qué rayos? ¿a dónde fue?—Murmuré, y sentí una gran decepción, como un vacío que me había atormentado desde mi llegada.

Dejé mi vaso de agua en mi mesita de noche y me senté en la cama de manera abrupta, pasé mi mano por mi frente

¿Qué es lo que me esta pasando?

—Creo que enserio necesito descansar—Murmuré y me recosté para luego quedarme dormida.

Lizz

—¡Mamá, dame el matamoscas!

—¡No sé en donde está! ¡búscalo!—Me gritó de vuelta desde la sala y yo gruñí

Hoy en mi casa habían tantas moscas, que parecía que nos iban a llevar volando en algún momento.

Busqué el matamoscas y comencé a matarlas.

—¡A ti bss-bss esto es porque no me dejaste dormir ayer!—Reclamé mientras la trataba de matar

Mientras trataba de matar a las moscas, una me rodeó, y cuando me volteé vi un insecto poco familiar en esta época del año
Ese insecto se paró en mi nariz, y pude verla mejor

—¡una mariquita!—exclamé dando manotazos al aire, del susto, me caí

La mariquita se me acercó más y más

—¿Qué quieres, insecto? ¿Tinker Bell no te dio el amor que merecías cuando te pintó?

La mariquita esquivaba con gran habilidad mis ataques de mata-mosca

Y lo que me causaba curiosidad es que no era una mariquita normal, no, de hecho era una mariquita como las que se ven en las caricaturas, rojita y con puntos negros tan brillantes que te tapabas los ojos con las manos y aun los veías.

Era interesante pero, me dan miedo los insectos.

Como esa vez que me cayó una cucaracha en la mano.

Me dan escalofríos de solo recordarlo.

—¡vete! ¡Shu-shu! Mariquita mala, ¡mariquita mala!

Pero esa bastarda solo se me acercaba más y más.

—¡Raid! ¡Ayudame!

Me tapé la cara

Si la mariquita se iba a posar en mi, que no se meta ni en mi nariz, ni en mi boca

Pero entonces, cuando lo hice, ya no sentí mas insistencias, y me empecé a preocupar

¿Será que si se me metió a la boca y yo no me he dado cuenta?

Me destapé la cara, y noté que la mariquita ya no estaba, me levanté y miré mi reloj, ya era medianoche, la mariquita me había molestado por 15 minutos.

—que extraño—Murmuré

_____

—¿qué quieres decir con que “han surgido nuevos inconvenientes”? Te pedí una cosa, que me trajeras los Miraculous y tú…

—Calma Hawk Moth, lo estoy arreglando…

—¡no me sirve que lo estés arreglando! Necesito los Miraculous ya.

—Wow, no sabía que Hawk Moth hiciera berrinches

—oh, no tienes idea—se quejó Nathalie

—¡par de inútiles! Solo consíganme los miraculous o entonces no podrás lograr tu cometido—señaló a la akumatizada y después se fue.

Me levanté abruptamente con mi respiración pesada

—agh, que asco, me sudé toda—dije viendo mi camisa.

Como Un Destello (Chat Noir/Adrien y Tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora