Como Un Destello (Chat Noir/Adrien y Tú)

Capítulo 4

A la noche salí a patrullar y aproveché de buscar a ___. Cuando pasaba por el Louvre, unos ladrones forcejeaban con un hombre, así que mi deber fue detenerlos.

Busqué entre las casas, hasta que pasé por la de ____, en la ventana se veía a la mama hablando con alguien en el teléfono, su mirada estaba perdida y su rostro lleno de lagrimas de preocupación.

Yo agaché mi cabeza, ___, ¿en dónde estás?

Ya cerca de las 11 de la noche mis ojos comenzaban a cerrarse involuntariamente y mi cuerpo ya dolía, pero pensar en ir a mi casa me hacía sentir culpable por no seguir buscando a ___. Llegué a la conclusión de que no podría buscar a ___ sin dormir, ya que no obtendría ni el más mínimo resultado. Por eso me devolví a mi casa.

Unas cuadras antes de llegar pude divisar una silueta sentada en la terraza de un edificio.

Por sus características orejas, pude reconocer rápidamente a mi compañero, Chat Noir.

Me acerqué cautelosa a nuestro encuentro y me senté a su lado, pero él no se inmutó, tan solo permaneció callado con su cabeza gacha, yo decidí imitarlo.
Nos mantuvimos así un rato, hasta que él habló

—Busqué en todo París: en la torre Eiffel, el Louvre, Notre Dame, Sainte Chapelle, la Basílica, ¡el arco del triunfo! Y… y nada—dijo rascando su nuca con desesperación—Ya será fin de año, ¿por qué se perdería en esta época? No lo entiendo

—Yo también la he estado buscando pero nada. Lo siento Chat. Pero creo que lo mejor será que la sigamos buscando mañana, ¿si? Es muy tarde, y la oscuridad no nos deja ver nada.—él asintió lentamente

—¿Recuerdas esa ves que la besé?—yo dirigí mi mirada a su rostro—, era Cupido Negro y cuando le iba a decir todo lo que sentía por ella, el villano le disparó con sus flechas, y entonces… la besé—él sonrió con nostalgia

—Lo recuerdo bien—afirmé—, ¿Cómo olvidarlo? No podías ocultar tu sonrisa, y ella tampoco—sonreí de lado—. Ella debe estar por aquí, por algún lado, solo necesitamos buscarla en otros lugares

Yo me levanté, le dije “no perdamos la esperanza, debe estar por algún lado” y me volteé.

—¡Ladybug!—volteé y Chat Noir desapareció en frente de mi
Yo miré el lugar alarmada, ¿Qué es lo que acaba de pasar?

_____

—Veamos, no creo que la Reina Isabel coma niños, ¿okey, Lizz?

—¡Es que piénsalo! Esa mujer tiene… no sé, 95 años, ¡y esa vieja camina, habla y sigue siendo reina!

—Si bueno…—escuché un golpecito en mi ventana, volteé y vi a ese gatito que se había colado en mi conversación conmigo misma el otro día— te llamo luego, el gatito esta aquí otra vez, veré qué quiere

—De acuerdo—yo colgué la llamada

—Hola amiguito—saludé abriendo la ventana, el gato se me quedó mirando—¿Qué pasa? ¿Tengo un grano?

Y luego pasó algo súper extraño.

El gato negó con la cabeza

QUEEEEEEEEEEEEE

OSEA NEGÓ CON LA CABEZA

AHHH

ESPERATE ESPERATE ESPERATE

KÉ

OSEA

KÉ

ME SIENTO ASÍ COMO EL DE RULOS DE RATATUILLE, UNA COSA ASÍ