Capítulo 13

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Era 23 de diciembre en toda París, la tarde cayó en toda la ciudad, nuestra querida ejecutiva se encontraba sentada en la sala muerta de nervios, ya llevaba una semana con Gabriel cómo novia no oficial, y según el diseñador hoy sería el gran día, le podría el título oficial ante todos, primordialmente ante Adrien, solo restaba que el joven llegará de su entrenamiento con la espada y todo comenzaría o terminaría para la mujer.

Gabriel ya estaba listo parado firme sobre el descanso de la escalera, en pocos minutos su hijo entraría desganado como todos los días y trataría de huir a su habitación como lo hace siempre, pero no está vez, este día sería diferente, le guste o no.

Pautada la hora la reja se abrió y el automóvil color gris ingreso al predio, estacionó frente a la puerta y el rubio bajo, con máscara y espada en mano, su semblante denotaba inconformidad, lentamente abrió la puerta y se topó con su padre.

─Buenas tardes hijo─ saludo tratando de sonar más cálido

─Hola padre─ suspira

─¿Como fueron tus clases el día de hoy?─ baja

─Normales─ desvía la mirada

─Me alegro─ eso llama la atención del menor, el diseñador se queda parado a escasos metros suyo ─Tengo que hablar contigo de algo muy importante─ comentó ─Deja tus cosas aquí y sígueme

Gabriel se gira y empieza a caminar hasta el comedor, Adrien tira todo y lo sigue con algo de entusiasmo, ambos llegan hasta el comedor y se quedan parados frente a la puerta.

─Solo te pido que seas tranquilo, si estás disconforme con algo dilo de forma civilizada─ dijo con algo de nervios, el chico no entendió, acto seguido el hombre abre la puerta descubriendo a Nathalie del otro lado

─¡Nathalie!─ grito y se acercó a la mujer tomando asiento a un lado suyo ─Tu concejo me sirvió─ sonríe, ella por los nervios solo asiente y no dice nada ─Papa va a decirme algo─ guarda silencio y piensa ─Tal vez nos dirá algo─ el hombre ingresa y se queda parado cerca de la punta de la mesa

─Te diré algo─ corrigió, el menor miro a la asistente y está tragó saliva, por primera vez se podía ver a simple vista que estaba sumamente nerviosa o algo malo pasaba con ella ─Es algo importante para mí, y quiero que seas el primero en saberlo

─Antes de que me lo digas. . .¿estas bien?─ toca el brazo de la teñida

─S~Si─ musitó únicamente

─Ahora si padre, lamento la interrupción─ lo mira atentamente

─Como decía, quiero contarte algo muy importante para mí, pero primero quiero que sepas que ame mucho a tu madre y que le guardo un enorme cariño, siempre lo haré y eso no cambiará─ el semblante del chico empieza a cambiar lentamente

─Si tratas de decirme que te estás viendo con una mujer, no lo apruebo─ sentenció ─Tienes que hacer algo─ mira a Nathalie ─Solo tú eres la única mujer que puede estar aquí, nadie mas─ toma su brazo nuevamente, ahí siente como ella tiembla

─Hijo, por favor, compórtate─ el hombre se sienta, este lo ignora, mantenía su mirada en la ejecutiva, está veía hacia adelante mientras respiraba ondo

─Me comportó padre, ¿pero de verdad crees que necesitas una novia a esta instancia?.

─Claro que si Adrien, me hace muy bien, soy más feliz desde que estoy. . .

─¿Eres más feliz con alguien más que en tu propia casa?─ cuestionó interrumpiendolo ─Nathalie dile algo, tú misma eres testigo de que no tiene tiempo para mi, pero si para una mujer, ¡debes decirle algo!─ la ejecutiva sigue estática

─Podrias por favor dejarme terminar─ bufo casi en suplica

El rubio comienza a reír a carcajadas, el diseñador no logra comprender, parecía loco, luego deja de hacerlo, toma aire y se seca una pequeña lágrima que derramó.

─Terminemos con todo esto, los descubrí hace tiempo y no puedo estar más feliz por ustedes─ soltó, la mujer se mueve y lo mira fijo ─Asique planee todo este drama para molestarlos─ sonríe

La de lentes parpadea varias veces y suspira rendida, era como si le hubieran quitado una mochila llena de piedras de encima.

─¿Como es que lo sabías?─ cuestionó el hombre

─Bueno, Nino el otro día hizo una fiesta─ mira en otra dirección ─Fui a tu despacho a pedirte permiso para ir, la puerta estaba entre abierta y los vi besándose

─Le dije que debíamos ser más cuidadosos─ bufo la mujer mirando al hombre

─¿Desde cuando ustedes están y lo mantenían en secreto?─ se quejó cruzándose de brazos

─Solo unas semanas, lo prometo─ respondió Gabriel

─Se tardaron, debía saberlo cuanto antes─ mencionó molestó

─Mi culpa─ hablo la mujer ─Tenia miedo de que no te agrade. . .

─¿¡Bromeas!?─ ríe ─Nathalie eres prácticamente una madre para mi, creo que eres la única mujer con la que pensaría que mi padre podría seguir su camino, estoy inmensamente feliz de que seas tú─ hace una pausa ─Aunque si quieren mi bendición estoy dispuesto a negociar algunos cambios en mi agenda

─Hijo─ intervino Gabriel ─Quiero que sepas que a partir de hoy las cosas van a cambiar, tienes razón de que no paso tiempo contigo, estaba enojado conmigo mismo y eso me alejo de ti, prometo que jamás pondré mi trabajo por sobre ti y que seremos una familia muy feliz

─Nada me gustaría mas─ sonrie

─Y con respecto a tu agenda─ acotó Nathalie ─Ya que tengo un poquito de poder, podría quitar algúna que otra lección

─¿Ya te dije que eres la mejor?.

─Aun no─ medio sonríe pícara

─¡Eres la mejor novia de un padre que existe!─ grito y la abrazo, ella corresponde

Gabriel observa la escena de lejos con mucha felicidad, era todo lo que el anhelaba y hasta más; los contrarios se separan y el rubio menor mira a su padre.

─Esta navidad será la mejor─ comento alegre

─Si, que lo sera─ en ese momento recuerda la invitación ─Y creo que puede mejorar, si la futura señora Agreste quiere claro─ Nathalie se pone roja al escuchar eso y Adrien aplaude

─Si quiero─ dice modesta aún roja por la vergüenza

─Bueno, mi prima Florinda me envió una invitación para ir a Lorena y festejar la navidad en familia, antes de descubrir el amor pensaba no ir, pero ahora soy un hombre nuevo─ sonríe

─Lorena está lejos, debemos salir cuanto antes─ mencióno la azabache

─Manos a la obra entonces─ el diseñador se levanta ─Yo prepare el auto, ustedes vayan a comprar algo dulce para llevar y por favor que tenga arándanos─ deja la habitación, la mujer se ruboriza nuevamente

─Nathalie─ la llamo el rubio, está lo mira ─De verdad estoy muy feliz─ extiende su mano, está la toma y se levanta ─No puedo esperar a contarles a todos que eres mi nueva mama

Ella sonríe aliviada y luego los dos salen tomados de la mano, irían a la panadería de los Dupain-Cheng para comprar cosas dulces y preparar el viaje a Lorena, noche buena estaba a la vuelta de la esquina y debian apurarse si quería llegar a tiempo.

 Miraculous: Una navidad anormal.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora