Un Intruso

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VIVIR OTRA VEZ

Por Niteryde

Traducido por Inuhanya

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9.- Un Intruso

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"Voy a matar a esa pequeña mierda-"

"Esa pequeña mierda es tu hijo," interrumpió Bulma, su voz débil. Estaba acostada de lado en la cama, mirando a su esposo pasearse enojado en su habitación. Había estado enferma durante los últimos dos días, prácticamente viviendo en el baño, y oficialmente se lo estaba tomando con calma para poder superar cualquier virus que tuviera. Eso significaba que Vegeta era el único responsable de cuidar a Trunks, y al ver que su hijo acababa de escabullirse del complejo por segunda vez en muchos días, las cosas no se veían prometedoras.

"Oh, así que ahora es solo mi hijo, no?" gruñó Vegeta, girándose para encarar a su esposa enferma con ojos acusadores. "Es gracioso, considerando que todo esto es culpa tuya, mujer."

"Cómo que es mi culpa que se escapara otra vez?" ella bostezó.

"Siempre has mimado a ese niño."

"Tú eres el que le enseñó a suprimir su ki. Ahora es tan bueno que puede escabullirse sin que te des cuenta. Además, todavía está enojado por ese asunto del tatuaje," rió ella, recordando ese engaño de meses atrás.

"No lo defiendas. Soy su padre. Tú sugeriste castigarlo por jugar pelota dentro de la casa, y así lo hice. No tiene motivos para desobedecerme, y si piensa lo contrario, le daré una educación Saiyajin," amenazó él.

"No lo estoy defendiendo. Sólo estoy diciendo que Trunks-oh, mierda-" su estómago dio un vuelco, ahogando sus palabras.

Vegeta retrocedió en estado de shock cuando su esposa se levantó y precipitó hacia el baño con velocidad olímpica, frunciendo cuando la escuchó vomitar de nuevo. Su nariz se arrugó ante el olor pero la siguió al baño de todos modos. Su frunce se profundizó cuando la vio de rodillas, apenas aferrándose al inodoro mientras seguía vomitando. Su cabello azul, oscurecido por el sudor, se le pegaba a la frente; afortunadamente, fue breve. Con todo y eso, era una vista triste.

Oh, dios, qué comí, pensó Bulma miserablemente cuando hubo vaciado completamente su estómago. Un cansancio abrumador se apoderó de ella, y justo cuando perdió su fuerza, sintió unos brazos fuertes que la rodeaban. Cerró los ojos mientras Vegeta la alzaba sin esfuerzo en sus brazos.

"No te atrevas a morir y a dejarme con esa semilla del demonio que llamas hijo," gruñó él mientras la regresaba a su habitación. Ella resopló y sonrió un poco mientras la acostaba gentilmente en la cama.

"Estaré bien," suspiró ella, abriendo los ojos cuando él se sentó junto a ella. Sus ojos eran intensos mientras la examinaba, pensando que pudiera determinar la causa exacta de su enfermedad solo con la vista. Ella le dio unas palmaditas en una de las manos que descansaba en la cama a su lado. "De verdad."

"Nunca antes has estado tan enferma," señaló él, sus ojos se movieron hacia su bajo estómago. Retiró su mano de debajo de la suya, metiéndola debajo de la holgada camiseta que estaba usando para sentir su piel. "Estás segura de que no es un embarazo?" presionó él, y ella sintió el familiar calor de su ki.

"Sí, estoy muy segura. No me puse así con Trunks. Además, puedes sentir algo?" Él frunció mientras dejaba que su ki pulsara sobre su piel, y sacudió la cabeza. "Probablemente es algo malo que comí, cielo. Probablemente en ese nuevo restaurante que visitamos."

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