Emergencias

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VIVIR OTRA VEZ

Por Niteryde

Traducido por Inuhanya

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18.- Emergencias

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A lo largo de los años en los que había vivido en la Corporación Cápsula, las horas de la mañana siempre habían sido un momento de paz para Vegeta. Bulma y Trunks eran noctámbulos, y aunque por naturaleza Vegeta también estaba inclinado a quedarse despierto hasta tarde, rara vez había sido propenso a dormir hasta tarde. Ese concepto simplemente no existía de donde venía. Incluso cuando comenzó a vivir en La Tierra, casi siempre se despertaba temprano para entrenar, a menudo justo cuando salía el sol, si no más temprano. A medida que pasaba el tiempo y su relación con Bulma se volvía más seria, había aceptado con facilidad que el sexo se añadiera a la rutina matutina, ya que era una manera muy agradable de comenzar su día.

Sin embargo, aparte de esos momentos en que uno de ellos se despertaba de buen humor, las mañanas seguían siendo suyas. Podía entrenar, podía leer, podía meditar, podía tomar un baño, podía ir a buscar a Gokú para una pelea, incluso podía quedarse en la cama con su esposa y disfrutar de la paz y la tranquilidad. Podía hacer lo que deseara en ese momento, levantarse hasta que el sol saliera y sus deberes como esposo y padre lo llamaran.

Todo eso había comenzado a cambiar cuando nació Bra. La bebé había demandado mucho de su tiempo y del de Bulma, y eso consumía su tiempo matutino personal con bastante frecuencia—no era que le importara. Imaginó que eventualmente ella lo superaría, y ahora a los tres años, Bra finalmente lo había hecho. Sin embargo, era cada vez era más evidente que Bra le estaba siguiendo los pasos a su padre al ser una madrugadora natural. A veces se preguntaba si Bra estaba en sincronización con él; parecía que la mayoría de los días, se despertaba naturalmente justo después de él. Él y Bulma habían establecido así una nueva rutina, donde él cuidaba de Bra por las mañanas y Bulma cuidaba de Bra por las tardes después de salir del trabajo.

Y así las mañanas de Vegeta ya no eran suyas, ahora las compartía con su hija. Incluso eran propiedad de ella. Aunque él era una criatura de hábitos y le gustaba su soledad, no le importó este cambio en particular. Nunca pasaba de moda ir a la habitación de Bra y encontrarla esperando felizmente por él en las mañanas.

Ese día no fue la excepción. Eran poco más de las 6 de la mañana, y Vegeta estaba en la piscina del gimnasio de la Corporación Cápsula. El tiempo de la mañana estaba dedicado por esos días a enseñarle a Bra a nadar, pero la niña aún no se sentía cómoda en el agua, un hecho que Vegeta estaba tratando de cambiar.

"Muy bien," dijo Vegeta con autoridad mientras ajustaba la configuración de la piscina para calentar el agua. Caminó un poco en el agua mientras se acercaba a su hija, que estaba sentada en el borde de la piscina. Le hizo señas para que entrara. "Vamos, salta aquí, niña."

"No," se quejó Bra. Tenía puesto un traje de baño de una pieza con una falda con volantes, todo blanco con pequeñas fresas rojas encima. Incluso tenía un sombrero a juego que siempre insistía en usar con este traje de baño, demostrando que era la hija de Bulma de principio a fin. Su osito de felpa se sentó obedientemente junto a ella en el borde de la piscina.

Vegeta se retiró bruscamente un poco de cabello húmedo de los ojos y se acercó para quedar directamente frente a ella. "Esta es la tercera vez que venimos aquí esta semana, Bra. Nunca quieres entrar, pero una vez que lo haces, siempre te gusta."

"Pero papi, está fría!" Gimió Bra, mordiéndose el labio inferior.

"Bra, tus pies están en el agua, puedes sentir que no está fría." Vegeta retrocedió un poco y extendió sus brazos hacia ella. "Vamos, salta."

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