Primer beso, Primeros pasos

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VIVIR OTRA VEZ

Por Niteryde

Traducido por Inuhanya

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14.- Primer beso, Primeros pasos

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Varios meses después, Bulma se despertó lentamente con una calidez acogedora. Ahora era otoño y podía ver los colores cambiantes de los árboles a través de la abertura de las oscuras cortinas de su habitación. Estaba envuelta en sus dos cosas favoritas: su delicioso y cálido edredón, y su Saiyajin aún más delicioso y cálido. Vegeta estaba abrazándola por detrás mientras dormía, su pecho contra su espalda, su respiración en su cuello mientras roncaba suavemente. Su brazo estaba firmemente alrededor de su cintura. Estaba caliente, más caliente que de costumbre, y podía sentir que estaba sudando.

Trató de estirarse tanto como pudo, lo que provocó que Vegeta inconscientemente la acercara más mientras se acomodaba completamente contra ella con un suspiro. Bulma contuvo una risita cuando sintió que tenía una erección mientras dormía. Sin duda, un sueño protagonizado por su hermoso ser. Ella movió su trasero contra él en un esfuerzo por despertarlo, haciéndolo gruñir.

"Qué estás... haciendo..." murmuró su esposo en un suspiro, aún casi dormido.

"Tú," dijo ella simplemente, girándose en su abrazo.

Vegeta gruñó de nuevo mientras empujaba su pecho para hacerlo rodar sobre su espalda. Él giró su cabeza hacia otro lado, con la mandíbula floja, sus ojos revolotearon un poco cuando vagamente sintió su mano vagando por su pecho desnudo. Sin duda, todavía estaba mayormente en medio de un sueño maravilloso, que lo presentaba en Namekusei buscando las esferas del dragón. Bulma las había reunido todas en el sueño, y había coqueteado con él preguntándole exactamente qué planeaba hacer al respecto, lo que lo llevó a desvestirla y a tomarla ahí mismo en la cueva... inconscientemente se lamió los labios mientras Bulma levantaba su mano desde su pecho hasta su mentón, volviendo su cabeza hacia ella y dándole un beso para despertarlo por completo.

Sin embargo, su humor juguetón murió cuando él se retiró abruptamente. Ahora despierto y alerta, Vegeta le frunció.

"Tu aliento apesta, mujer," dijo él sin rodeos. Bulma suspiró y puso los ojos en blanco.

"Idiota," se quejó, alejándose de él. Se movió hacia su mesita de noche y agarró un caramelo para el aliento, que se metió en la boca. "No todos tenemos genes alienígenas extraños que nos impiden tener aliento en la mañana."

Él rió mientras entrelazaba sus dedos detrás de su cabeza, dándole una enloquecedora sonrisa cuando ella lo volvió a mirar. "Qué puedo decir? Mis genes son superiores en todo sentido a los de los humanos."

"Oh?" Preguntó Bulma, arrastrándose lentamente sobre su esposo. "Qué pasa con los genes que dictan la apariencia? Creo que los humanos pueden competir ahí con los Saiyajin. Hay una razón por la que soy tan hermosa como soy, sabes."

Vegeta resopló. "Tú, hermosa? Quién dice?"

"Lo dice esto," suspiró ella, bajando su mano por sus cincelados abdominales, alcanzando bajo el cobertor en su cintura. Él pasó saliva mientras envolvía su suave mano alrededor de su erección. "Estabas soñando con tu hermosa esposa, no es así?"

"Mujer arrogante. No eres la única mujer atractiva en el universo. Quizás estaba soñando con una antigua conquista." Estaba tratando de sonar molesto, pero tragó saliva de nuevo cuando ella besó una cicatriz en su pecho, su mano acariciándolo lentamente.

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