VIVIR OTRA VEZ

Lo Mejor que Puedo

VIVIR OTRA VEZ

Por Niteryde

Traducido por Inuhanya

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11.- Lo mejor que puedo

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Bulma se despertó meses después a las dos de la mañana con una sola cosa en la cabeza.

NECESITABA conseguir unos pepinillos.

Inmediatamente.

Con una mano sosteniendo su enorme estómago, Bulma bostezó mientras lentamente se levantaba para quedar sentada. Miró a su esposo en la cama junto a ella para asegurarse de no haberlo despertado, pero Vegeta estaba tumbado boca abajo, con el rostro hacia el otro lado y roncando. Bostezando de nuevo, Bulma decidió levantarse y servirse un tazón de fríos, deliciosos y jugosos pepinillos. Oh, a veces también deseaba otras cosas, pero los pepinillos aun reinaban, lo suficiente como para siempre tener cerca un frasco mientras trabajaba. Había bromeado con sus amigos diciendo que, con suerte, eso no significaría que el bebé sería amargado—pero había una alta probabilidad de que eso sucediera, considerando quién era el padre.

Sólo unas pocas semanas más, se recordó mientras se aventuraba en la cocina unos minutos después, encendiendo la luz. Técnicamente, solo tenía siete meses de embarazo, aunque su embarazo aún era acelerado – era equivalente a unos ocho meses y medio. Las cosas se movían normalmente, solo que más rápido, mucho más que con Trunks. El resultado significaba que Bulma estaba consumiendo una cantidad obscena de comida, aparentemente debido a su voraz y creciente hija mitad Saiyajin.

Se llevó una mano al estómago cuando sintió una punzada de hambre. Bulma suspiró, girando sus ojos. "Te escuché hija, ya voy, ya voy," murmuró ella, abriendo el refrigerador. Sin embargo, para su consternación, no había más pepinillos. Nada más parecía apetecible. Suspiró de nuevo, sacando un galón de leche para revisar la fecha, debatiendo preparar un tazón de cereal aunque sabía que no le molestaría, cuando el bebé pateó. Duro.

Bulma jadeó y dejó caer la leche, contrayéndose de dolor mientras se doblaba. Antes de que tuviera la oportunidad de golpear el piso, Vegeta estuvo ahí de repente para atraparla con una mano. Instantáneamente, estabilizó la espalda baja de su esposa con la otra. Bulma se aferró a él, haciendo que el príncipe devolviera rápidamente la leche antes de poner sus brazos alrededor de ella en algo peligrosamente cercano a un abrazo. Él liberó un respiro, aliviado de que ella y el bebé estuvieran bien. El cambio de ki de Bulma en respuesta al dolor lo había despertado inmediatamente, y había reaccionado sin titubear.

"Qué pasa?" preguntó él, frunciendo. Su voz era más ronca de lo normal por el sueño, sus ojos entrecerrados ante la brillante luz de la cocina. Aun así, no pudo ocultar la preocupación en su voz y en sus ojos mientras movía una mano protectoramente hacia su estómago.

"La niña patea fuerte," le dijo Bulma, sonriendo a través de su mueca. Aunque no tan duro como lo hizo Trunks – siempre pensé que iba a matarme, añadió en silencio. Conociendo muy bien la culpa de su esposo por estar ausente durante el embarazo de su hijo, se guardó esa idea para sí. Vegeta frunció mientras cerraba la puerta del refrigerador.

"Su ki está inquieto," comentó él, bajando la mirada mientras metía la mano en su bata y debajo de su pijama de maternidad, para poder sentir su piel sobre su estómago. Bulma liberó un profundo suspiro de alivio cuando una cálida luz amarilla pulsó de su mano, aliviando su dolor. Quién necesitaba almohadillas térmicas cuando tu esposo era un Saiyajin?