Celos [JiCheol]

♡•CINCO•♡

Luego de unas semanas de haberse mudado con su ex-novio, Jihoon le dijo a Seungcheol que no llegaría a dormir; no eran novios y no era necesario advertirle de lo que hacía o no, o si llegaría a casa a dormir o no, pero simplemente lo hacía porque se sentía cómodo y Seungcheol tampoco decía nada al respecto. Sin embargo, sus planes se vieron afectados cuando Jeonghan decidió invitar a Chan a su departamento.

Se supone que sería una noche de películas, donde harían un maratón toda la noche como solían hacerlo en la adolescencia, pero Chan fue invitado sin motivo alguno, quien pensó que sería un encuentro casual con el pelirrojo, y aunque no le importaría terminar en un trío, Jihoon no estaba dispuesto. Aunque aún se acostaba con su mejor amigo (ya no tanto como antes), no le agradaba mucho que hubiese una tercera persona porque siempre era a él a quien tomaban como juguete y le hacían lo que querían; no siempre era tan malo, pero le gustaría follar a alguien sin que se ofendieran.

Regresó al departamento de Seungcheol en cuanto comenzaron a desnudarse sus amigos, ingresó en silencio como siempre lo hacía y supuso que el mayor había salido, pues todas las luces del lugar estaban apagadas, sin embargo, al llegar a la habitación que ahora era suya, comenzó a escuchar gemidos. Pensó que era su idea y que estaba enloqueciendo, sobre todo cuando escuchó que uno pronunciaba el nombre de Seungcheol.

La puerta de la otra habitación estaba ligeramente abierta con una tenue luz saliendo de ella, así que se asomó por la abertura, viendo a Seungcheol y a Amy follando. Abrió los ojos en sorpresa, Amy estaba de lado, apoyando sus brazos sobre el colchón con la cabeza gacha, sus piernas estaba abiertas, con una de ellas sobre el hombro del pelinegro, mientras la otra estaba debajo del cuerpo sin ser aplastada; desde donde estaba podía ver perfectamente la vagina de la chica con el pene de Seungcheol entrando y saliendo a un ritmo rápido.

Seungcheol se sostenía a la pierna de su prometida, moviendo sus caderas con ese ritmo que tenía cuando su orgasmo estaba aproximándose, no podía verle el rostro por el ángulo en el que estaba viendo todo, pero imaginaba esa expresión excitada que tenía y el simple hecho de ver esa espalda ancha, esos brazos musculosos, los muslos gruesos de sus piernas, y su trasero, comenzaba a excitarlo a él.

Jihoon salió del departamento antes de ver cómo los dos conseguían sus orgasmos y luego se enrollaban con besos, caricias y palabras de amor que deseaba que Seungcheol se las diera a él; no tenía la menor idea de a dónde iría, pero no se quedaría ahí. Terminó llamando a Jun, uno de sus compañeros de trabajo más cercanos que tenía, el castaño lo recibió gustoso aunque ya era un poco tarde, rápidamente se dio cuenta de que algo le sucedía a su amigo.

Jun sabía que Jihoon no era del tipo que hablaba tan fácilmente con sólo preguntarle, así que le preparó un té y se sentó frente a él esperando que hablara para que desahogara sus sentimientos y pudiese sentirse mejor, pero el pelinegro no lo hizo, simplemente miró su taza hasta que quedó vacía. Le agradecía a Jun su hospitalidad y aunque podía contarle lo que sea, no estaba de ánimos para hablar, en realidad, no tenía ánimos de nada, así que en cuanto su cuerpo tocó la cama, terminó quedándose dormido.

A la mañana siguiente despertó hasta después del medio día, no había dormido tan tarde como para que tuviera que recuperar horas de sueño, pero se sentía tan triste que no despertó hasta que Jun lo levantó. Cuando regresó al departamento de su ex-novio, no mencionó nada de lo que había visto, y fingió que todo estaba bien aunque su corazón dolía. A Seungcheol le llamó la atención los folletos que llevaba en mano cuando ingresó a la casa, y tomó uno mientras bebía de su agua.

—¿Estás buscando departamento?— preguntó con un poco de sorpresa, había olvidado que Jihoon debía hacerlo.

Jihoon desvió la mirada, el pelinegro no llevaba camisa y eso sólo le hacía recordar la imagen que vio anoche—sí, no voy a quedarme aquí para siempre.