♡•UNO•♡

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Seungcheol había concluido un proyecto grande en el que había estado trabajando por meses junto a una empresa, era su primer proyecto independiente que realizaba por cuenta propia desde que se graduó, así que estaba feliz de que haya sido todo un éxito. Luego de haber estado trabajando para una empresa donde prácticamente era explotado y no le pagaban lo suficiente, decidió ser su propio jefe y decidir para quién trabajar. Esa noche pensó que sería una buena idea festejar en un bar, beber algunas copas y llevarse a la cama a la primera chica linda o primer chico lindo que estuviese disponible para él.

Muchos lo miraban con sonrisas pícaras y coquetas, pero nadie se acercaba; las chicas pensaban que era él quien debía acercarse a ellas y coquetearles, así que no hacían más que mirarlo, en cambio los chicos querían lanzarse sobre de él, pero al no tener la seguridad (como la tendrían en un bar gay), preferían mirar hasta obtener la señal de que podían acercarse con confianza. Seungcheol buscaba a alguien atrevido, ya fuese una chica o un chico, quería que se acercaran a él.

Luego de una media hora suspiró, pensaba rendirse e irse a otro bar donde la gente fuese más atrevida, así que dio el último trago a su copa y dio la vuelta en la silla, chocando con un chico de cabellos castaños claros al instante.

—¿Ya te vas?— preguntó el chico inmediatamente.

Seungcheol sonrió —sí de hecho, está un poco aburrido por aquí.

—Oh bueno, y yo que iba a comenzar a divertirme.

—Podríamos divertirnos juntos si quieres— se inclinó cerca de su oreja para murmurarle, causándole un escalofrío con su profunda voz.

—¿Qué propones para divertirnos?— preguntó mientras se tomaba el atrevimiento de acomodar la solapa de la camisa de Seungcheol.

—Bueno, si ya has bebido lo suficiente podríamos ir a un lugar más privado.

—Me parece que ya he bebido lo suficiente— sonrió con coquetería y se meneó suavemente acercándose más al pelinegro.

—Entonces vayamos.

—Sólo dame un segundo— sonrió y dio la vuelta.

Seungcheol no le quitó la mirada, lo vio acercándose a un chico de cabellos rubios, los vio sonreírse y despedirse uno del otro, tomó un maletín de la mesa y regresó a su lado —¿listo?

—Todo listo.

Seungcheol no era del tipo que llevaba a cualquier chico o chica a su departamento, aunque vivía solo y no era mucho lo que tenía, había tenido una mala experiencia con una desconocida; luego del increíble sexo, a la mañana siguiente la chica había desaparecido con una par de cosas de su casa, que aunque no eran de valor, le había frustrado que se lo haya robado. Desde eso prefería llevarlos a un motel y si había química, les pedía una cita o un número telefónico.

Esperaba que con este chico hubiese un poco de química, aunque fuese la mínima para volver a tener otro encuentro casual. Normalmente no se dejaba llevar por las apariencias, pero este muchacho era perfecto, su estatura era más baja que la suya, delgado, piel blanquecina, cabello castaño claro casi rubio, una linda sonrisa coqueta y una mirada lujuriosa que ya le decía lo mucho que se divertirían esa noche.

—Soy Seungcheol— mencionó mientras iban en el auto hacia un motel cercano.

El chico rió suavemente —no necesitaba tu nombre para pasarla bien.

—Oh claro, crees que no nos volveremos a ver.

—¿Tú sí crees que nos volveremos a ver?— preguntó con una gran sonrisa y alzó una ceja.

Celos [JiCheol]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora