capitulo 8- el caer de invierno

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  Apenas Scarlet noto la rosa de hielo tomo mi muñeca  y se apresuró a despedirse del hombre pálido que era el jefe de invierno, sin nunca perder el respeto hacia el, hizo una reverencia y me llevo con ella.

-dame la rosa- me dijo quitándomela de las manos y sin esperar que reaccionara
-¿que haces porque...?- le dije sin entender nada

Tomo la rosa y la lanzo al suelo con mucha fuerza haciendo que está se rompiera en miles de pedazos

–se dice que esa es la invitatión de el jefe de invierno a su corte Selaena a la corte de exclavas– no pude decir nada solo me quedé callada
–vamos si no Eru se dará cuenta que no estamos

Caminamos hacia donde quedaba la habitación y al llegar ya Eru estaba al frente de nuestra puerta nos vio cuando llegamos con mala cara

–¿no les dije que se quedarán en su habitación?,¿por favor, dijanme que no se cruzaron con nadie?
– mi señor,el rey de invierno me mandó a escoltarlos a la cena
Eru voltio hacia la criada que de verdad no me di cuenta de dónde salió
–claro estamos listos
–bien síganme por acá

Seguimos a la chica que nos dejó entrar a una salón enorme dónde había  una enorme mesa con mucha comida. Al abrir la puerta Todos voltearon a vernos y se escuchaban como susurraban cuando caminábamos hacia unos lugares que estaban vacíos, al final de la mesa estaban Mirena y el rey de invierno que aún no sabía su nombre, los dos uno al lado de otro  ambos con coronas a juego

–hoy le damos la bienvenida a nuestro pueblo aliado
–Eldar, sabemos a qué vengo exactamente y también sabemos que no tengo tiempo para formalidades

Había un silencio incómodo en el salón, el jefe de invierno dió una seña a unos hombres que estaban en la mesa y estos se levantaron

– esperen acá– nos dijo Eru a Scarlet y a mi y se levantó

Pudimos ver cómo Eru junto con Eldar y sus hombres desaparecieron en unas puertas casi automático Mirena se levantó

–bueno, no podemos esperar toda la noche mi esposo y rey del invierno estaría más que feliz de que disfruten  la comida

Todos comenzaron a  tomar comida y comer muy agusto, pero algo en mi decía que no todo estaba bien.

Quería saber que pasaba con Eru, ¿conseguiría la ayuda que Heinrich necesitaba?; Esperen, podía intentar averiguarlo por mí misma, así como hice lo de los ojos podía aumentar mi sentido de la audición.

«bien Sena consentrate y lo lograras»

Poco a poco fui comenzando a oír los susurros de mi alrededor más cerca

–en que está pensando el jefe de otoño, dejar que una humana lo represente y portar su capa de jefe
–si, pero mientras ella esté bajo la protección de el no se puede hacer nada

«¿portar la capa de jefe de Heinrich?, No Selaena ya, después resuelves eso, concéntrate»

Fui escuchando cada ves más lejos

–¿entonces, Heinrich quiere que nos involucremos en una guerra que no es nuestra?
–si es su guerra también, una ves otoño caiga seguirá invierno,si nos ayudas a retenerlos allí, salvarás a tu gente y a tu reino
– bien pero, solo pido algo a cambio
– ¿que quieres Eldar?
– me quedaré con las humanas
– me temo que no puedo darte ese placer, ella deberá escogerlo por si misma
–bien entonces traiganla y que decida ella si quedarse

De repente senti una mano que me tocaba el hombro y dejé de escuchar la conversación

– el gran jefe de invierno quiere verlas

Scarlet y yo nos levantamos y comenzamos a caminar tras de la mujer, a cabo de unos minutos en el pasillo me comenze a sentir muy mal, me dolía la cabeza y mi vista se comenzó a nublar

–selaena, ¿Estás bien?
– me siento algo mal

De repente todo se volvió oscuro

Entre los dos mundos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora