You're my melody

You're my Melody. Capítulo 1.

Jin Ling ajustó la capucha de su sudadera negra sobre su cabeza y acomodó su cubrebocas mientras caminaba a pasos apresurados volteando de vez en vez detrás suyo para asegurarse de ninguno de sus guardaespaldas, los cuales le acompañaban a todos lados por orden de su mánager, le seguía.

Acababa de aterrizar en Beijing para una serie de conciertos que ofrecería en China como parte de su gira por Asia. No había estado en dicha ciudad desde que tenía cuatro años, por lo que emocionado había decidido dar un pequeño recorrido, pero su mánager se había negado debido a los riesgos que podría haber y a lo apretado de su agenda; entonces Jin Ling tuvo que crear él mismo un hueco en la agenda, lo que significaba ingeniárselas para escapar de la habitación y salirse con la suya.

Todo lo que Jin Ling deseaba era poder tener unas horas de libertad como cualquier persona normal.

Maravillado, caminó por las bulliciosas e iluminadas calles, repletas de anuncios y humeantes puestos de comida callejeros. Aunque Nueva York también era una súper ciudad, el ambiente era completamente diferente, Jin Ling siempre se sentía ajeno ahí y, aquí, a pesar de tener unas horas de haber llegado, se sentía como si estuviera en casa. Emocionado, el idol entró a varias de las tiendas e incluso, cuando sintió hambre, comió un tazón de fideos en un sencillo puesto en donde el dueño era un amable abuelo con el que entabló una curiosa plática sobre el drama en emisión del momento.

Jin Ling caminó una hora más y, cuando estuvo a punto de decidir que era momento de regresar, un anuncio en un teatro al otro lado de la calle captó su atención: Xiao Xingchen.

—No puede ser...—los ojos brillaron y sin perder un segundo cruzó la calle. Xiao Xingchen era un cantante icónico ya retirado, uno de los pocos cantantes que Jin Ling en verdad admiraba. Los únicos conciertos que daba hoy día eran aquellos para recaudar fondos para causas caritativas; el que justamente hoy, en su primer día en la ciudad se estuviera presentando, era sumamente afortunado, seguramente tendría que significar algo bueno.

—Un boleto para la presentación principal, por favor. —Jin Ling eligió el mejor asiento disponible y con emoción apenas contenida entró al recinto. El teatro conservaba ese toque antiguo de los años 30, aunque se notaba que recientemente lo habían remodelado. Las tenues luces de guía de un color ámbar se encontraban encendidas a fin de que los asistentes pudieran ubicar fácilmente sus asientos.

Jin Ling ubicó su asiento con relativa facilidad, el cual se encontraba en el medio, y se acomodó, tomó su celular para verificar que estuviera apagado y lo volvió a colocar en el bolsillo de sus jeans negros. Suspiró satisfecho pasando su vista a su alrededor, se sentía tan bien disfrutar de un momento para él, alejado de los estrictos horarios y rutina.

El lugar se encontraba prácticamente lleno ya, muchos de los asistentes vestían de manera formal, lo cual le hizo fruncir el ceño y mirarse a sí mismo que vestía unos jeans negros, sudadera, camiseta casual y botas de combate.

—"Ah... si alguien me habla contestaré en inglés. Sólo soy un turista confundido..."—se justificó a sí mismo.

Un par de minutos más pasaron y las luces por fin se apagaron y en su lugar se encendió un reflector en el escenario que enfocó un bello guqin blanco al centro.

—¿Qué...? —Jin Ling hizo una mueca totalmente desconcertado ¿por qué había un instrumento tradicional en el escenario? No lo había notado al llegar. Hasta donde sabía, Xiao Xingchen no utilizaba un instrumento como aquél.

Entonces hizo su aparición en el escenario la esbelta y alta figura de un joven vistiendo inmaculadas túnicas tradicionales de color blanco y con largo cabello negro amarrado en una perfecta coleta con una larga cinta de seda del mismo tono que sus ropas. Con elegantes movimientos y pasos ligeros se acercó al guqin. Jin Ling quedó estático en su asiento, la boca ligeramente entreabierta, cautivado por aquél ser que seguramente era una deidad inmortal.