1.1- I like you- OhmFluke- Finalizada

veinticinco

-¿Puedo hacerte una pregunta?- Ohm rompió el silencio que reinaba entre ellos.
-Dime.
-¿Realmente apostaste dormir con ese corredor?
-¿Quieres tener esta charla ahora?
Asintió sin decir más.
-¿Debo ser totalmente honesto?
-Por favor.
-Bien, hace unos cuatro años cuando era un adolescente inmaduro no me importaba en donde o con quien competía.- comenzó junto a un suspiro, realmente tendría esa conversación con quien menos lo deseaba.- Blood ha corrido contra mí una infinidad de veces y todas ellas perdió estrepitosamente.
Ohm lo observaba en silencio absoluto.
-Antes de retirarme tuve un accidente.- señaló a su espalda.- Una carrera aún más ilegal que las del Domo, en ella conocí a Pavel.
Ladeó su cabeza.
-Forth.
Asintió comprendiendo que era el nombre real del otro corredor.
-Hicieron trampa, modificando nuestras motocicletas para que perdiéramos el control.- su mirada cayó lleno de vergüenza.- Debí imaginar que no iban a ser justos, nos robaron nuestra pertenencias y el dinero apostado. Pavel y yo nos quedamos por el área demasiado tiempo… ocupados… y la policía identificó nuestras matriculas.
-¿Iban a llevarte a prisión?
Sonrió ante su estupidez.- Si, Blood llegó a la comisaria, su padre es parte del cuerpo oficial y reconoció nuestros anillos.
-¿No los encarceló?
-No es que sea corrupto, simplemente está al tanto de las actividades de su hijo y el mismo era un corredor cuando era joven.- estiró un poco sus brazos.- Pagó mi fianza y la de Pavel, no se hizo papeleo y nuestro incidente quedó como aislado.

Esa noche que pasó encerrado en la celda luego de la estúpida sesión de besos con Pavel no iría a ninguna parte. Miedo, vergüenza y decepción era lo único que nadaba en su pecho. La carrera había sido impulso de idiotez, ganar un poco de dinero y jugar a ser independiente. Su motocicleta fue puesta en un límite que no traspasó en todos esos meses, hasta que aceptó la revancha del corredor soberbio.

-¿Gratis?
-La gente como Blood no hace las cosas gratis. Quería dormir conmigo pero era algo que no estaba dispuesto a hacer por lo que le ofrecí un trato.
-Si ganaba podría acostarse contigo.
-Corrimos la semana completa, destrozándome cada noche cuando regresaba a casa y mi madre lloraba por el estilo de vida que había escogido.
-Y lo dejaste.
-Nuestro trato era ambiguo, nada me obligaba a seguir corriendo contra él, luego de la semana decidí dejar de correr, no sin antes terminar con las carreras agendadas.
-¿Hace cuatro años que no corres?
Asintió con algo de tristeza, lo extrañaba.- No quería hacer a mi madre llorar y menos cuando supe que su enfermedad había empeorado.
-¿Fue cuando?- no terminó su pregunta.
-Sí, un par de meses después ella fue llevada al hospital para intentar un nuevo tratamiento.
-Lo siento.
-¿Algo más por preguntar?
-Dijiste que no importaba que perdieras, que no pasaría nada.
Fluke sonrió con nerviosismo.- No quería presionarte.
-Pudimos no arriesgarnos por un momento.
-Ohm.- giró para atrapar la mirada del más alto.- De haberte presionado seguramente te hubieses puesto nervioso y eso era peligroso para nosotros.
-¿A qué te refieres?
-Tu seguridad en mi espalda, tu agarre tranquilo y fuerte en mi estómago, que creyeras en mí.- Sintió la seguridad y el orgullo crecer en su interior.- Sin ella seguramente me hubiese descontrolado y terminado en un accidente.
-¿Y si no lo hubiéramos logrado?
Se estremeció al pensar en ello pero respondió lo que en realidad creía.- Soy un hombre de palabra Ohm, de haber perdido cumpliría con ello.
Observó la mandíbula de su menor tensarse.
-No soy la misma persona que antes.- su voz era suave, temía arruinar su oportunidad.- Si bien disfruto de mi sexualidad como yo quiera… antes lo hacía sin conciencia justo como las carreras.
-¿Sin protección?
- Eso es solamente de gente estúpida.- Negó con euforia.- Me refiero a que me acostaba con quien lo quisiera, hasta que conocí a mi exnovio.
-¿Necesito escuchar esto?
-Ohm, no necesitas nada de esto… pero son cosas que deben salir de mis labios y no ser escuchadas por parte de otra persona.
-¿Puedes darme detalles luego?- el más alto restregó sus ojos con el dorso de la mano.- Es mucha información y no he dormido nada.
-Lo siento.