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Okumura Rin es el tipo de novio que...
Tiende a "cuidarte".
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N/A: Es un escenario un tanto subido de tono +15
La joven pareja disfrutaba de su comida preparada por el masculino, quien estaba realmente feliz de ver a su pareja comer todo en su plato.
—Ahhh... Estuvo delicioso, muchas gracias Rin. —Sonrio la femenina agradeciendo por su comida.
—Jeje, me alegra que te haya gustado. —Se sonrojo ante su alago.
—Hmm... Me gustaría tomar una siesta.
—¡Te acompañó!
—Si, pero más tarde, primero quiero tomar una ducha. —Se levantó de su lugar estirandose un poco. —Espero que no te moleste que use su baño.
—No, por mi no hay problema.
—Gracias, entonces ahora vuelvo. —Camino hacia el cuarto de baño preparando la regadara para darse una buena ducha antes de dormir.
Se quito la ropa y se metió a la regadera y sintió el agua fresca recorrer todo su cuerpo, sintiendo su mente relajarse y quitarse un gran estrés de encima por toda la semana de estudio que ha tenido.
Mientras trataba de relajarse, tarareaba alegremente mientras se enjabonaba el cuerpo.
Creyo escuchar algo caerse, pero lo ignoro al pensar que era algo de afuera, posiblemente era Kuro jugando.
De nuevo escucho algo, entonces dejo de ignorarlo y presto atención ¿Había alguien en el baño además de ella?
Con valor, se acercó a la cortina y trató de sorprender al intruso abriendola, no completamente, pero lo suficientemente para observar.
—¡Ahhhhh! ¡Okumura! —Cerro la cortina nuevamente, y se tapó lo mejor que pudo para asegurarse de no mostrar nada mas. —¿¡Que haces aquí!?
—¿Por qué cierras la cortina? Déjame estar seguro.
—¿¡Seguro de que!? ¡Salte de aquí!
—¿Que preguntas? ¿Que tal si alguien te mira mientras te bañas? ¡No, no, no! No puedo aceptarlo ni un poquito. —Dijo sonando lo más maduro posible, como si estuviera orgulloso de su acción.
—¡Por dios, Rin! Nadie me va ver mientras me ducho... —Frunció el ceño. —El único pervertido que me podría ver eres tu.
Lo escucho reír. —No, no, sabes que no haría eso... Tal vez. —Susurro eso último.
Suspiro pesadamente. —Bueno, no hay nadie más molestandome ¿ya te puedes ir?
Hubo una pausa antes de escucharlo hablar.
—Uhmm... Parece que ya puedo irme. —La joven suspiro de alivio. —Pero... ¡No quiero! ¡Amor, dejame ahorrar agua contigo!
—¡Okumura Rin, no lo hagas!
—¡Vamos, solo vamos a bañarnos juntos! Jajaja.
—¡No! —Peleban con la cortina, una trataba de no dejarlo entrar, y el otro se esforzaba por entrar. —¡Ayuda!
En eso oyen la puerta abrirse de golpe. Rin tembló ante el posible recién llegado a casa.
—Ni-San... —Escucho decir a Yukio, quien tenía una espátula en la mano y una mirada de terror. —¿Que es lo que haces mientras (___)-San se está bañando? —No respondió, pues este no pudo articular alguna palabra.
—Yukio. —Se asomo la joven y mostró una pequeña sonrisa de alivio.
—Y-Yukio... Jeje, no es lo que parece... Yo.
—¡Te daré la paliza de tu vida para que dejes de hacer esas cosas! —Amenazó alzando la espátula dispuesto a darle un buen golpe.
Un minuto de silencio por Okumura Rin, un semidemonio un poco pervertido, por favor.
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