⤿♯͟𝘊͞𑀁𝘢𝘭𝘭᭲𝘢𝘵𝘦̸ﮦ͟͡ - tsukiyama.

⸻࠘𝙐̸̱𝙉࠘͟𝙊̸̸͢᭥̷💌

Tadashi Yamaguchi, un chico tímido y muy reservado, no levanta la voz y evita ver a las personas a los ojos, Físicamente, tiene algunas pecas por sus mejillas, su cabello es de un tono verdoso casi negro y sus ojos son igual de oscuros. Para cualquier persona Yamaguchi solo era el chico introvertido número 12 en karasuno.

Pero para su mejor amigo de la infancia kei Tsukishima Tadashi era mucho más que solo eso, para kei su amigo era su paz y tranquilidad, creía que era el mejor chico del mundo, bueno, no lo creía, sabía que era el mejor. Pero lamentablemente para el rubio decir en voz alta sus sentimientos no era una opción. Primeramente, el estaba seguro que no iba a ser correspondido, segundo, tendría que tomar el valor suficiente para ensayar lo que va a decir en ese momento y hablar con Tadashi y tercero, el no creía que se merecía a alguien como yamaguchi, alguien tan amable, tierno y que ilumina el lugar con solo sonreír. Kei no se sentía suficiente.

-¡Tsukki!.-Grito Yamaguchi que estaba a unos pocos pasos atrás de tsukishima.

-Hola Yamaguchi.-Dijo el rubio intentando que su voz suene lo más dulce posible. Siempre quiso tener un apodo para el más bajo, pero nunca se animó a tanto.

-Hoy no tenemos práctica del club, ¿te parece reunirnos?.-

-Claro.-Tsukisshima amaba que Tadashi quiera pasar tiempo con el.- Ven a mi casa.- El pecoso sonrió y asintió ante la propuesta.

-Seguro, voy a buscar alguna películas y llevaré *pochoclos. Está bien?-

-Si, como gustes.- Ambos siguieron caminando hasta llegar a la puerta de su secundaria.

(*Pochoclos: Palomitas de maíz, popcorn, canchita,pururú. Cómo le digan)

Sin más, el día había transcurrido con total velocidad para Tadashi, pero con una horrible lentitud para el rubio quien ansiaba pasar tiempo con su "mejor amigo", esto no era algo nuevo, solo que siempre pudo disimularlo bien, a veces lo disimulaba con comportamientos un poco fríos que hacían que quisiera pegarse mentalmente, y en algunos momentos, solo algunos, daba algunos gestos que le daban vergüenza, ya que no quería ser descubierto.

El bloqueador de karasuno mientras, esperaba a su amigo, se encontraba Pensando en lo que harían al llegar a su casa, y tan concentrado estaba que no se había percatado que alguien lo estaba llamando desde hace un rato.

-Tsukki!.- Llamaba yamaguchi..- Tsukki, ¿puedes escucharme?...¿¿holaa??.- kei negó con su cabeza despejando sus pensamientos y concentrándose en Tadashi.

-Si, estaba pensando en algo. No es nada ¿nos vámos?.- El menor asintió.

-Parece que Hinata Y Kageyama tuvieron una pelea.-

-¿Otra?, ¿No es como la octava en esta semana?.- El rubio carcajeo un poco de costado, mientras caminaba llevaba una mano a su bolsillo.

Su amigo se rio junto a el.-Debe ser difícil, ya sabes apenas hace dos meses están saliendo, yo supongo que sí estaría en una relación también tendría problemas así que los entiendo ¿más o menos?.-

-Si estuviéramos en una relacion no pelearía jamás contigo.- Soltó el más alto sin pensarlo.

-¿Que?.- y fue ahí cuando tsukishima quiso que la tierra lo absorbiera, como había Sido tan descuidado de decir eso, respiro profundo buscando una excusa rápida mientras mantenía la calma intentando verse lo menos nervioso posible.

-Digo que, si tú tuvieras una relación y yo tuviera una relación no nos peleariamos con nuestras parejas, me exprese mal, lo sé. Lo siento.- y mientras kei pedía en su mente que su mentira fuera lo suficiente para no causar más problemas Tadashi sonrió un poco.

-Seria raro verte con pareja.- Cambio de tema.

-¿Raro? ¿Porque?.- Sin querer esas palabras lo habían dejado un poco triste.

-Si, digo, nunca te vi enamorado en todos estos años que soy tu amigo.-

"Ahora mismo estoy enamorado, y de ti", pensó.

-Quizas algún día lo veas, o morirás en el intento.- Ambos rieron ante lo dramático que sonaba esa frase.

El camino transcurrió en silencio, un silencio normal y cómodo. Para cuando llegaron a la casa del rubio saludaron a la familia y subieron directamente a la habitación del rubio, Yamaguchi saco un paquete le pochoclos de su bolsa junto con dos refrescos.

-No tenías que comprar nada para tomar.-

-Que lastima ya lo hice tsukki!.- Sonrió logrando que el rubio se pusiera un poco nervioso.

Extrañamente tsukishima se sentía demasiado ansioso hoy, ya había metido la pata con aquella conversación sobre peleas en pareja y ahora su corazón golpeaba con fuerza su pecho. Tenía la necesidad de acercarse a él delgado cuerpo de su amigo, abrazarlo por la cintura y ahogarse en su cuello oliendo el aroma a el shampoo de *frutilla que usaba.

(*Frutilla; Fresa).

Rápidamente alejo aquellos pensamientos, necesitaba concentrarse en otra cosa. Ya estuvo peleando contra estos sentimientos varios años, no podía hechar a perder todo solo por un día.

Yamaguchi, se sentó en la cama del mayor mientras acomodaba la bolsa de pochoclos, se recostó en la pared y miro a su amigo.

-¿No vas a venir? Pongamos una película.-

Kei asintió y se sentó junto a el. Pusieron una película de ciencia ficción y mientras comían y tomaban sus refrescos, parecía que el corazón del rubio se había calmado casi por completo.

Sin embargo, la tranquilidad no duró mucho ya que por la mitad de la película ambos amigos a veces rozaban sus manos cuando intentaban comer de aquella bolsa de pochoclos. El alto le parecía absurdo ponerse tan... Nervioso, por aquel tacto mínimo, pero su corazón no dejaba de dar fuertes latidos cada vez que la cálida mano de Yamaguchi
encontraba con la Mano Fría de Tsukki.

Ignorando las mariposas y los latidos descontrolados, Kei pudo terminar de ver la película, junto cuando iba a voltearse para hablar con su amigo sobre que le había parecido, yamaguchi cayó dormido en el hombro del contrario.

-Tadashi...?- acerco su dedo a su mejilla y le pico levemente.

Yamaguchi no se movió ni un poco. Entonces Tsukishima se rindió ante las bonitas pecas de su amigo y juntó sus labios, dejando un suave beso en la punta de su nariz dónde justamente se encontraba una de sus pecas.

Avergonzado, Kei se alejo lentamente de su amigo, desviando su mirada mientras tapaba parte de su cara, que se encontraba levemente ruborizada, con su mano.

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XOXO
-Laila.