Capítulo I.

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Harry iba caminando a pasos ágiles y rápidos a su empleo, las calles de Nueva York estaban repletas de gente caminando a gran velocidad, era fácil ahogarse en estas calles. Habían pasado más de 20 minutos desde que dejo su auto estacionado a lo cercano de su trabajo, pero la gente hoy estaba más desesperada que nunca produciendo mucho alboroto entre ellos. Tenía que llegar a tiempo al empleo si no querían que lo echarán, pero la gente estaba muy desesperada, empezó a mirar delante suyo, gente y más gente acumulada entre sí.

No entendía por qué tanto alboroto, ¡Se supone que la gente está apurada a esta hora! Le gritaba su subconciente a él. Estaba enojado y apresurado, empujó a una mujer y está se quejó.

—Lo siento, pero ¿Me puedes decir qué pasa adelante? —Le preguntó gentil y amoroso a la mujer rubia.

Ella le miró con indiferencia y no respondió, Harry rodeó los ojos, era tan típico ver mujeres así en Nueva York.

Decidió pasar adelante por las malas, no se quedaría ahí parado esperando a que se moviera ese tumulto de gente, empujó a unos cuántos hombres que sólo le quedaban mirando y algunas mujeres a las cuáles les decía disculpas. Después de empujar a mucha gente se encontró con la última fila de personas, Harry suspiró, sus rulos estaban pegados a su frente por tanta transpiración, ¡Es que en verdad era un tumulto de gente!

Su camisa estaba pegada a su pecho trabajado con tatuajes, suspiró y empujó a la última fila cayéndose al medio de la calle, en la cuál había un chico de ropas...raras. Este vestía pantalones cafés a lo abuelito, una camisa color nude con un corbatín negro y sobre esto un chaquetón grande y largo de color café, sus zapatos eran cafés y muy lustrados, parecía que había salido de un siglo atrás.

—¿Por qué tiene ese objeto apuntándome? —Preguntó exaltado el chico de cabellos cafés a un hombre que le apuntaba con su cámara, grabándole seguramente.

—¿Qué cosa? —la gente se rió, y él actúo confundido.

Harry no entendía por qué tanto caos por ese chico, así que se acercó a él, una vez frente a frente notó que él es más bajo por unos centímetros, y que sus ojos eran azules ¿O turquesas? Y tenía una hermosa sonrisa, casi perfecta, perdón, perfecta.

—¡Hey! —El chico le miró con confusión.

—¿Hey qué? —Parecía que estaba asustado por el tipo de saludo que utilizó Harry.

Harry le sonrió, amoroso, tenía que ser amable con él aunque se sentía observado por todos.

—¿Cómo te llamas? —Le preguntó, amable y el chico le miro extraño.

—¿Para qué quieres mi nombre? ¿A caso algún grupo me busca? —Harry le miró raro, ¿Grupos? ¿Qué grupo le buscaría y por qué?

Lo que Harry no sabía es que este chico era de un siglo atrás.

—No, sólo quiero saberlo —Contestó simplemente, como si fuera algo tan obvio y tan sencillo.

Él le observo con miedo.

—Louis William Tomlinson, ¿y tú cómo te llamas? —Preguntó con educación, Harry frunció el ceño.

¿Este hombre por qué decía su nombre completo? A Harry solo le interesaba su nombre, como cualquier persona de esta época.

—Harry —Le contestó sencillo.

Louis le sonrió, emocionado, pero inmediatamente su mirada se volvió curiosa.

—Oye, Harry —Lo dijo con tan buena pronunciación que hasta asustó a Harry.—¿Qué son esos dibujos qué tienes en tu piel? —Louis apuntó sus tatuajes de dos pájaros y la mariposa que se traslucían de su camisa.

Harry frunció el ceño, él era raro, pareciera que viniera de otro siglo.

—Tatuajes —Le contestó confundido.— ¿Nunca has visto uno?

—¡Jamás! ¿Con qué los hacen? —Dijo con una mirada curiosa.

Harry volvió a mirarle extraño, ¿Cómo podía ser que un chico de su edad o hasta más joven nunca hubiera visto un tatuaje y se vistiera de esa forma tan peculiar? ¿A caso vivió encerrado un siglo?

—Louis, ¿cuándo naciste? —Harry quería sacarse su extraño pensamiento de que el chico era del pasado, sus pensamientos le causaban risa.

Louis le sonríe, orgulloso y contesta:

—El veinticuatro de Diciembre del 1893 —La gente alrededor se asusta y Harry le mira extraño.

—Pero si estamos a 2015 —Susurra Harry, confuso y miedoso.

Louis es el que ahora mira asustado a todos. —¿Cómo?

—Estamos a 2015, no puedes estar vivo —Rió nervioso, de seguro era una mala broma del chico, pero al ver que Louis solo se quedaba mirando a todos con miedo, se dio cuenta que no se trataba de una.

Él hablaba en serio.
Él en serio venía de un siglo atrás.

new century / l.sDonde viven las historias. Descúbrelo ahora