𝗕𝗔𝗖𝗞 𝗔𝗚𝗔𝗜𝗡 再次回来 ━━ 𝖳𝖧𝖤 𝖴𝖭𝖳𝖠𝖬𝖤𝖣; 𝖶𝖠𝖭𝖦𝖷𝖨𝖠𝖭

OO6

Lan Zhan y Wei Ying habían hecho un excelente trabajo organizando la bienvenida del clan que venía de visita. Incluso los juniors sé sintieron insultados al no poder llegar a tener aquella organización.

—Sin duda hacen un excelente equipo. —Comentó Jingyi.

—En eso tienes razón. El maestro Wei ha estado más relajado.

—También nosotros. Teníamos que estar de un lado a otro. Entre estudios, ayudar a organizar las cosas de clan, ver al maestro Wei y a A-Yun, estar con Han Guang-Jun y no hacerlo enojar. —Enumeró con los dedos. —¿Seguro que no estamos muertos?

—Sizhui quiso reír. —No seas exagerado.

—Claro, como tú no estuviste a punto de quebrarte la pierna. —Sé cruzó de brazos.

Era cierto, bueno, casi. Recordemos que Jingyi suele ser algo exagerado.

El pequeño incidente sucedió dos semanas atrás. A-Yun no paraba de llorar, así que, con mucha paciencia el maestro Wei se preparó para darle de comer. Justo cuando estaba sacando uno de los pechos de la túnica, Jingyi —sin tocar—, entró a la habitación de Han Guang-Jun y el maestro Wei.

Wei Ying lo miró con algo de vergüenza, pero Jingyi se sorprendió tanto que empezó a retroceder con rapidez y terminó tropezándose con la escalera de la entrada.

Todos se habían acercado a ayudarlo. Incluso el maestro Wei, con sus ropas ahora bien puestas. Jingyi se quejaba como si se hubiera roto la pierna, pero el médico dijo que sólo fue una torcedura.

—Eso te pasa por no tocar antes de entrar. ¿Qué hubiera pasado si Han Guang-Jun se enteraba? O peor, ¿Si hubiera estado dentro de la habitación en ese momento?

—Lo siento. —Hizo un pequeño puchero.

—¡Aquí están! —Jinling se acercó a ellos. Los discípulos del clan Lan quedaron impactados con la belleza y delicadeza de las túnicas que vestía. —Mian Mian y Wen Ning están cuidando a A-Yun, Han Guang-Jun y el tío Wey están casi listos.

—Vamos, entonces.

[🌸]

Wei Ying estaba nervioso. Era la primera vez que se alejaba de su bebé por tanto tiempo. Confiaba en Mian Mian y Wen Ning, pero había algo que lo mantenía inquieto.

Lan Zhan notaba la preocupación de su amado. Antes de salir de la habitación que compartían, se acercó a él y le dio un pequeño beso en la mejilla, algo que tomó por sorpresa a Wei Ying.

—Lo iremos a ver en cuanto terminemos.

Wei Ying sonrió sonrojado. Podía sonar cursi y tal vez cliché, pero eran tantas las veces en las que Lan Zhan lograba calmarlo con tan sólo una acción, que no podía creer que no había caído al piso desmayado por la emoción.

Se dirigieron a la sala principal, donde Zewu-Jun y el tío Lan Qiren estaban junto a los invitados. Las puertas se abrieron y ambos entraron a paso lento. Todas las miradas se posaban en ellos.

Los invitados los veían con admiración. Se sentían agradecidos por poder conocer a cultivadores tan talentosos. Además de todo eso, conocer a la famosa pareja de la secta Lan era considerado como suerte. Las personas admiraban la elegancia de Han Guang-Jun y la belleza del Patriarca de Yiling, este último captó la atención de alguien en especial.

—Ahora que estamos todos presentes, demos incio a la reunión. Clan Huang...

Wei Ying dejó de prestar atención apenas un señor mayor abrió la boca. No quería ser grosero, pues sabía que podía costarle a reputación a su esposo —y a él mismo—, pero realmente no podía encontrar nada interesante en esas reuniones. No había alcohol y tampoco hablaban de temas de su interés.