Lexie
Luego de varias semanas de seguir en juntas, el hospital estuvo a punto de cerrar, cuando vinieron del cielo. Los Avery. Compraron parte del hospital y nosotros, con la parte ganada del juicio, también. El hospital es de Arizona, Cristina, Mer, Derek, Mark y mío. Todavía estaba impresionada.
Hoy sería nuestro último día en el hospital, con Mark nos tomaremos 2 días en el fin de semana, para ir a unas cabañas y despistarnos de todo por un tiempo.
Estaba llenando unos expedientes de antiguas cirugías y pacientes cuando se acerca alguien que no esperaba.
"¿Dra. Grey? Hay una emergencia."
"¿Qué pasa Wilson?"
"La chica que está en post operatorio, está teniendo convulsiones." Me di vuelta rápidamente. ¿Qué me estaba diciendo?
"¡¿Qué?! No te quedes ahí parada, ¡llamen a Neuro!" Salí corriendo hacia su habitación. Cuando llegue ya habían parado y atrás mío llegó Derek.
"¿Dónde estabas?" Me pregunto él mientras la revisaba, yo estaba respirando agitadamente.
"Completando expedientes, y la interna me aviso en vez de llamarme por aparato."
"Encárgate." Yo asentí sabiendo a que se refería. Cuando salí, vi que Wilson estaba parada tratando de viendo lo que sucedía en la habitación.
"Cuando un paciente está en crisis, me avisas o a un superior por el monitor." Lo señalé. "Para eso están, para que no mueran pacientes, ¿entiendes?" Traté de sonar firme y claro y resultó porque me mira asustada.
"Si, Dra. Grey."
"Ahorra, ve a tomar café, pareces un zombi." Ella asintió un poco cansada y desapareció por el pasillo. Una voz atrás mío me sorprendió.
"Wow, da mucho miedo, Dra. Grey."
Cuando me di vuelta, le sonreí y le quité importancia con la mano. "Solo algunos tontos internos." Ambos nos reímos acordándonos de los viejos tiempos y comenzó a darme besos.
"No puedo esperar a que estemos... en esas cabañas... y..." Lo detuve antes de que siguiera.
"Mark, estamos en público." Sonrío y lo aleje mirando alrededor, nunca se sabía hasta donde estaba dispuesto a llegar.
"Está bien, Dra. Grey, nos vemos a la noche." Me dijo al oído en el tono sucio que me hace excitarme.
Estaba en casa armando el bolso para el fin de semana, eran solo dos días, pero por las dudas llevaría todo lo necesario. Tocaron el timbre y bajé a abrirle a Mark.
"Hola." Lo saludé. "Estoy terminando de hacer el bolso."
"Está bien." Se sentó en el sofá mientras yo subía a terminarlo.
El viaje se hizo tranquilo y no fue muy largo, duro unas 3 horas, la cuales hablamos y escuchamos música. A mitad de camino me dormí. Las cabañas eran muy rústicas y clásicas, tal como me gustan. Cada una tiene una piscina, 1 habitación con un baño anexado, la cocina y el comedor a su izquierda. Era pequeña, pero a la vez muy acogedora. También había una pequeña sala de estar con dos sillones y una chimenea.
"¿Tienes hambre?" No me había dado cuenta de que mi estómago rugía de hambre.
"Si, mucha en realidad." El asintió y se fue a la cocina. Yo agarré nuestros bolsos y me dirigí a desempacar a la habitación. Ésta era también muy linda. El ventanal que daba a una vista increíble ahora estaba cerrado debido a la oscuridad, ansiaba por verla a la mañana. Dejé los bolsos en la cama y seguí admirando todo. Al cabo de un rato, la cabaña comenzó a llenarse de muy buen olor.
"Huele muy bien." Él me miró y sonrío.
"Ya está listo en realidad." Se abalanzó sobre mí, besándome con pasión. Yo le correspondí con el mismo entusiasmo. Me subió a la mesada.
Entre besos logré hablar. "Mark... la comida."
"Al diablo la comida." Sonreí y lo atraje más hacia mí. Necesita este contacto, lo necesitaba a él. Nos sacamos las remeras y besó mi cuello presionando su gran erección contra mí. Dios. Gemí en su oído y veo como tiembla. Se deshizo tan rápido de mi pantalón y braga que no lo noté. Le saqué el bóxer y rápidamente se introdujo en mí. Dejé escapar un grito y el próximo fue callado con su boca.
Me desperté alrededor de las 10 de la mañana y con la remera de Mark, me levanté. Enseguida tocaron la puerta y me asomé, solo era una canasta. Abrí bien la puerta y leí lo que decía. Devolver afuera de nuevo a las 12:30, gracias.
Fui directamente a despertar a Mark y lo vi todavía durmiendo con el brazo extendido hacia mi parte de la cama. Me mordí el labio inferior. Sigilosamente, me incliné sobre él y comencé a morderle el lóbulo, ahí comenzó a moverse. "Mmh..."
Ya motivada, me desplacé por su cuello y comencé a succionar. La repentina actividad de él me sorprendió, así como terminar debajo de él. Miré para abajo. "Comienzas con energías." Ésta vez lo besé en la boca y me sonrío.
"Tú empezaste, aunque no me quejo para nada. Me puedo volver a acostumbrar muy bien." Nos volvimos a besar, pero cuando vi sus intenciones, me escabullí por debajo.
"Llegó el desayuno, te espero." Me fui sabiendo exactamente lo que pensaba y su estado. Cuando salía, escuché perfectamente su suspiro de frustración.
Esa noche fuimos a comer afuera a un restaurante muy elegante y al parecer caro. Insistí en que podíamos ir a un lugar más sencillo, pero Mark no quiso y yo tampoco insistí. El día siguiente siguió con piscina y mucho sexo ardiente. Cuando volvíamos a la noche, caí rendida apenas me subí al coche. Me desperté un poco antes de llegar.
"¿Recuperada?"
"Gracias por estos dos días fantásticos." Dije omitiendo su pregunta. Él me acarició el cabello suavemente acompañado de un beso rápido en los labios.
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Slexie: Una vida nueva
FanfictionLexie y Mark sobreviven al accidente de avión y tienen que enfrentar las consecuencias de eso. Descubren que realmente se aman y no pueden vivir sin el otro. Todos los personajes fueron creados por Shonda Rimes. Escenas +18.