Capitulo 5

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Mark

Vuelvo a tocar y oigo ruidos, me relajo un poco, pero tampoco tanto. Lo hago realmente cuando la veo que se dirige a abrirme. “¿Qué paso? ¿Por qué no me contestabas?” Digo nervioso y rápido.

“Me quedé sin batería, lo siento.” Se hace a un lado para que pase y yo entro a la casa.

“¿Estás bien?” Me saco el abrigo y lo cuelgo en el perchero y me doy vuelta para verla.

“No, tengo gripe, me contagié de un enfermero en el hospital, ¿me veo muy mal?” Me detengo a verla de cuerpo completo y lleva ropa larga y con la nariz roja, se ve mal, pero sigue estando igual de hermosa que siempre.

“Noo.” La abrazo bien fuerte. “Pensé que te había pasado algo.” Suspiro y ella se suelta de mi agarre para mirarme a los ojos.

“¿Por? Le dije a Mer que me iba a casa, pensé que te diría.” Se sienta en el sofá y se tapa con una manta y yo la imito.

“Lo hizo, pero no me respondías y me preocupe…¿cómo te fue en el estudio?”

“Bien, Bailey me dijo que todo se veía bien y dentro de unos días si me encontraba bien, podría volver.” Sonríe y yo también, sé lo mucho que le gusta ir a trabajar, además éste iba a ser el último año de su residencia y luego sería titular de neurocirugía.

“¡Eso es genial! Pero vas a tener que descansar hasta que se te pase la gripe.” Ella sonríe, amo que lo haga, me hipnotiza totalmente y la hace más hermosa de lo que ya es. “¿Comiste?”

“Si, pero me iba a hacer un té o algo por el estilo para calentarme un poco más.” Se levanta y yo la detengo rápidamente.

“Tu descansa, yo te preparo el té.”

“¿Seguro?” Asiento y le doy un beso y me dirijo a la cocina.

Después de un rato, termino de preparar la bebida y voy al living, ella estaba viendo televisión. “Aquí tienes.” Se incorpora y cubierta con la manta, agarra la taza.

“Gracias.” Toma un trago y relaja los músculos, cerrando los ojos.

“¿Te sientes mejor?”

Lexie asiente, pero no estoy muy convencido de eso. Frunzo el ceño. “Si, antes de que llegaras me tomé algo para la jaqueca, pero tengo mucho frío.” Yo dejo mi taza y pongo mi mano en su frente y chasqueo la lengua.

“Vuelas de fiebre, iré por termómetro.” Voy por ello al baño y lo encuentro. Le tomo la fiebre. “Tienes 39.” Lexie se saca la manta que la encubre, pero está temblando.

“Voy a darme un baño.”

“¿Puedes? ¿Te ayudo?” Ella ríe ante mi insistencia y me besa.

“Puedo sola, gracias.” Sube por las escaleras y yo me pongo a ver televisión, pronto me quedo dormido accidentalmente.


A eso de las 3:00 am me despierto y me encuentro en el sillón, cubierto con la manta que antes usaba Lexie, también tengo un almohadón y lo que más capta mi atención, ella a mi lado abrazándome. Pongo mi mango en su frente y está tibia, ya no tiene fiebre, me alivio. Me acomodo un poco y la abrazo, ella se mueve y despierta.

“Lo siento, no quería despertarte.”

“Está bien.”

“¿Te sientes bien?” Estaba un poco encima de ella y nuestras piernas permanecían entrelazadas.

“Si mucho, gracias por cuidarme.” Le doy un beso suave.

“De nada. Te amo Lex, nunca me voy a cansar de decírtelo, ¿está bien?” La mencionada asiente y nos besamos.

“Yo también te amo.”

“¿Sabes? Estos días me estuve preguntando que pasaría si no hubieras podido sobrevivir.” Mi mirada se pierde por algún lugar de la habitación, pero me trae de vuelta sub voz angelical y al parecer también apenada.

“Mark…” Me dice suspirando.

“Déjame terminar. Cuando te me declaraste en el estacionamiento, yo te tuve que haber dicho lo que sentía, ahí mismo, pero esperé a que te mueras y si así hubiese sido, yo nunca… nunca me lo perdonaría.” La veo y yace derramando lágrimas. Se las limpió con cuidado y la culpa me invade por provocarla de esa manera. “Lo siento, de verdad, que tengas que haber pasado por todo eso, lo lamento.”

“Está bien, yo también esperé mucho para decírtelo y tampoco fui justa. Estuve con Jackson cuando sabía que eso te lastimaba y luego esperé a decirte lo que sentía cuando tu planeabas una vida con Julia, yo… yo también lo lamento.”

“Cuando nos encontrábamos en el bosque y creíamos que tú… estaba con Arizona agonizando, estuve a punto de dejarme ir, contigo, le dije ‘Lexie me está esperando’” Lexie solloza y no permite que caiga por completo. “Y ella me hizo prometerle que me quedaría por ella, por Callie, por Sofía, por… ti.” La abrazo fuerte y luego la suelto. “No me abandones nunca, ¿oíste? No me dejes nunca.” Se me caen algunas lágrimas.

“Ey, tranquilo, estamos aquí y estamos juntos y bien.” Me besa. “Todo lo malo pasó y estamos bien, tranquilo.

Slexie: Una vida nuevaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora