CAPITULO 09

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Te encontré

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Te encontré.

Bianca.

Después del encuentro que tuvimos, me pasé dos meses ignorando a Damon por la vergüenza que tenía, ya que no podría lograr verlo a la cara. Según escuchaba cuando salía al centro comercial con Vanne, era que él ha estado de mal humor últimamente, algo típico de un alfa cuando no lograba lo que quería.

Un día nuevo, una actitud nueva.

Digo internamente.

Ingreso conversando al salón con mi hermano, cuando siento una fuerte concentración de las testosterona.

Gimoteo cuando siento que mi alfa se acerca molesto.

—¿Por qué no haces caso a lo que digo, ni respondes los mensajes que te escribo? —gruñe y yo salgo corriendo del lugar para irme detrás de las gradas del campus, y oculto mi olor para que no me logre encontrar.

—Te encontré bolita de algodón. —intento escaparme, pero antes de que lo haga, él me logra atrapar. —Nunca te podrás esconder de mí. —murmura en mi oído haciendo que toda mi piel se erice.

Intente soltarme, pero no lo logro, me acerque lentamente rozando nuestros labios, pero cuando él creía que lo iba a besar, se descuidó y eso me dio la oportunidad de golpearlo en sus partes, entonces salí rápidamente de ahí.

Me logré transformar, y corrí hacia el bosque, en el camino me puse a pensar en todo lo que había pasado hasta este momento, sinceramente no sé en qué momento empezó a querer a Damon.

Te quiero Damon. Me digo internamente

Quiero a mi alfa, Bianca. —me responde Lizbeth.

No le respondo y sigo observando el lago que se encuentra frente a mí.

Empiezo a sentir mi cuerpo cansado, y me secuestro en unos arbustos que había cerca.

Siento que alguien me llama y me empiezo a despertar. Veo que sigo cerca al lago, pero recién me doy cuenta que el bosque que lo rodeaba era tan hermoso, escucho que me volvían a llamar y cuando me gire vi a una mujer muy hermosa de cabello blanco y ojos color plomos, los que me llamaron mucho la atención.

Me acerqué y tímidamente.

—¿Te conozco? —le susurro. Ella me dio una sonrisa muy cálida que me hizo relajar.

—No me conoces pequeña, pero yo a ti sí. —me respondió suavemente. —Pero me presento, soy la diosa luna, más conocida por todos ustedes como Selene. —me volvió a decir antes de que dijera algo.

Me quede en shock un rato hasta que escuche su risa y volví en sí.

—Pequeña hay algo que tengo que decirte, y es muy importante que escuches, sé que vas a estar molesta con tus padres por no haberte dicho tu pasado, pero tienes que saber perdonar. —me dijo y yo empecé a procesar la información, pero no entendí porque iba a estar molesta con mis padres. —El mal acecha de cerca, ten cuidado en quien confías, una traición hará que toda la manada este en peligro, ten a tu alfa a tu lado y dile lo que te he dicho.

—Pero porque iba a estar molesta con mis padres. —le pregunte en voz baja y ella me volvió a dar una sonrisa.

—Ellos te lo contaran, en el momento ideal. —se acercó y me dio un abrazo. —Ya tienes que regresar Bianca, tu mate está muy preocupado. —me dijo y yo solo asentí despidiéndome.

Cuando sentí que volvía a abrir mis ojos y me di cuenta que estaba acostada en mi cama, y sentado en el sillón de al lado, se encontraba Damon pasándose las manos por su cara.

—Qué hora es. —le pregunte bostezando.

—Son las seis de la mañana. —me levante rápidamente y me tambaleo, en eso Damon se me acerca para ayudarme a sentarme en la cama.

La puerta de mi habitación se abre y aparece mi madre ingresando, mira con un poco de reproche a Damon, pero se le pasa rápido, cuando posa su mirada en mí.

—Hola ma. —dije con un poco de temor por su reacción.

—Hija, creí que ibas a llegar temprano no sé qué me hubiera dado si no llegabas, pero, Zack amablemente vino y me dijo que quizás llegarías un poco tarde, pero me llevo la sorpresa al ver como esta persona, señala a Damon, vino contigo en brazos, diciéndome que te encontró en el bosque, tu papá estaba muy preocupado. —me dijo con voz calmada, que a mí no me engañaba, sé que estaba molesta, escuche un gruñido bajo, me dio risa ya que estaba celoso de Zack, si supiera que él es mi hermano, pero todavía no le voy a decir, que siga teniendo celos de él.

—Mami dile a papa que lo quiero, y que tengo que preguntarles algo más tarde. —le dije tímidamente.

—Okey, Damon, tú que sé que estas escuchando, te advierto que te comportes y no hagas ninguna tontería o si no te voy a castrar, más tarde hablaremos contigo, no por que seas mate de mi hija, significa que te vas a salvar por todo lo que le has hecho a mi bebe. —hablo con una voz acusadora me sorprendí mucho al igual que él, vi que se tapó rápidamente sus partes y me reí.

Mi mama salió de mi habitación, y me quede mirando a Damon un buen rato.

—Una foto dura más, hermosa. —me sonroje.

—Te tengo que contar algo. —se me quedo mirando y asintió. —Cuando estuve en el bosque, la diosa luna se me presento y me dijo que te dijera estas palabras. El mal acecha de cerca, ten cuidado en quien confías, una traición hará que toda la manada este en peligro, ten a tu alfa a tu lado y dile lo que te he dicho.

Vi como su cara se tornaba un poco pálida y vi como saco su celular para llamar a alguien.

—Convoca a la junta de ancianos, la diosa luna acaba de advertirnos que un mal se acerca para nuestra manada. —luego de unos segundos el corta la conversación y se me acerca para colocar su cabeza en la cavidad de mi cuellos, aspirando y causándome cosquillas. —No sabes cuanto extrañe estar cerca de ti. Yo también te quiero, te adoro, eres todo para mí, mi hermosa luna. —me dije con voz cariñosa, y mi corazón dio un brinquito de felicidad y me sorprendió ya que creía que no me había escuchado.

—Me escuchaste. —él asintió—. Pero ¿Cómo?

—Tienes mi marca, y hemos completado el vínculo, así que puedo escuchar tus pensamientos, así como tú, los míos.

Logre escuchar lo que el acababa de pensar, y sus palabras me hicieron sonrojar.

—Creo que mis padres se pueden molestar, porque nos estamos demorando. —asintió y emití un grito cuando me cargo en sus brazos.

Dulce DestinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora