CAPITULO 10

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La profecía

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La profecía.

Bianca.

—Buenos días familia. —les dije con una sonrisa al bajar al comedor.

—Buenos días señores. —hablo Damon.

—Nada que señores, bastardo, porque estas cerca de mi hija, mantente a un metro de distancia. —estepó, mirándolo mal.

Zack miraba a nuestro padre con más orgullo.

—Que hace aquí Zack. —murmuro molesto Damon.

—No te molestes, luego te digo porque esta aquí. —le respondí con voz calmada.

—Y porque tenemos que darle explicación a este. —bufo mi papá—. Tú, Damon Volkov, vamos a hablar bien claro. —vi que a él le dio un escalofrió, pero igual asintió.

—Ya me enteré de todo, Damon, como es posible que hicieras eso sin pedir mi permiso. —dijo mi padre molesto cuando se sentó frente a nosotros.

—Señor, no se enfade, tiene que saber que no me arrepiento de nada, somos jóvenes, así que sabemos lo que hacemos, ya que yo la quiero mucho y ella también.

Que confianza dije internamente.

Vi como la cara de mi padre se ponía roja y yo me asusté.

—Hijo de... la diosa luna, que has hecho con mi pequeña. Y como es eso de que son jóvenes y saben lo que hacen —dijo mi padre gritando.

—Dime que no atreviste a si quiera tocar a mi pequeña Bianquita bastardo. —grito Zack.

Vi como la cara de mi lobito se quedaba en blanco y yo lo empecé a mover para que saliera de su shock y él empezó a correr a la puerta para escaparse, siendo perseguido por mi padre y mi hermano.

—Papá, entonces de que te enteraste. —le pregunte gritando, ya que se había alejado un poco.

—Me enteré de que, él te había rechazado, que luego se arrepintió, intento conquistarte y lo perdonaste y ahora vas a ser la luna de la manada. —respondió con los ojos llorosos, dejando de correr y acercándose a mí—. Mi pequeñita ya creció. —dijo llorando y abrazándome.

—Pa, yo todavía no lo perdono, y tampoco acepte ser la luna de la manada, pero no se que hacer, lo quiero mucho, pero me ha lastimado tanto que... no soporto este dolor que siento en mi corazón. —me abrazó fuertemente y me dio un beso en mi cabeza.

—Has caso a tu corazón hija, porque si te vuelve a lastimar, no va a quedar nada de él. —dijo con una sonrisa malvada y eso me causo que riera.


***


Damon corría por su vida en todo el bosque, para que Zack y el padre de su mate, no lo lograran matar, pero de un momento a otro estornudo, eso hizo que parara.

Dulce DestinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora