Capítulo 13

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Vegetta estaba en su casa secándose las lágrimas mientras se preparaba para la visita de los héroes.

-¿Por qué tenemos que hacer una reunión Fargan?

-Mira, Vege, fui a casa de A...Jimmy y no estaba. Había sangre por la casa. Creo que Aamon nos está atacando a través de los niños... Y eso tiene que parar. Por eso hacemos la reunión.

-Ok, ok...- se rindió el amante del morado empezando a llorar de nuevo.

-Todo va a estar bien... Te lo prometo- dijo Willy tratando de tranquilizar al dueño de la casa mientras que lo abrazaba por detrás.

Fargan los miró raro, pero, finalmente pasó de ellos y se fue a la cocina.

En ese momento el timbre de la casa sonó llenando los oídos de los que estaban en la casa. El de alas marrones se sirvió un vaso de agua antes de volver al salón, donde ya se encontraban todos sus compañeros, además de un chico con cabello negro y ojos verdes al que no conocía.

-¿Quién es este?-preguntó Fargan mientras que lo señalaba escéptico.

-El es Frank o Staxx para los amigos- dijo Willy.

-¿Es de confianza?

-Si, tranquilo Fargan- respondió el albino.

-Ok... Os he reunido aquí por qué Jimmy ha desaparecido. Fui a ver cómo estaba después de... Lo que paso y la casa estaba vacía excepto por un charco de sangre en el baño y... Mandé una muestra de esta a comisaría y era de él. No sé qué le pasó, pero, estoy seguro de que fue Aamon. Tenemos que actuar y necesitamos toda la ayuda posible... Por eso, quiero que dejemos a Luzu libre.

La casa se llenó de quejas sobre liberar al peli castaño argumentando que los podría matar en cualquier momento y que no era de confianza.

-SILENCIO

Todos los presentes se callaron inmediatamente al oír el tremendo grito que el de ojos amatistas había hecho.

-Gracias Vegetta. Lo tendremos controlado y en cuanto veamos aunque sea un atisbo de rojo en sus ojos le damos un golpe en la cabeza para que se desmaye y ya está. No dejaremos que se repita lo de Alex.

(...)

Luzu se encontraba llorando en una esquina de su celda mientras que repetía una y otra vez:

-Lo he matado, lo he matado, lo he matado...

La puerta de la celda se abrió y el oji azul se dio la vuelta viendo como Fargan lo apuntaba con una escopeta.

-¿Vienes a matarme? Me lo merezco sabes...

-No- interrumpió el de ojos amarillentos- Vengo a liberarte para que nos ayudes a vencer a Aamon, pero, te advierto, un solo atisbo de color rojo en tus ojos y no vuelves a ver la luz del sol, ¿entendido?

Luzu asintió mientras que unos policías lo levantaban, lo esposaban de manos y pies y le ponían collar metálico que daba descargas eléctricas cada vez que se movía bruscamente.

Uno de los agentes de la ley le empujó, haciendo que nuestro castaño favorito empezara a caminar con dificultad a causa de las esposas que tenía puestas en los tobillos.

Salió de la celda, encontrándose en la sala de espera de la prisión a su novio, el cual se acercó dejándole un suave beso en los labios.

-Hola cariño - saludó el de mecha amarilla mientras empezaba a andar al lado del prisionero.

-Hola Honey. ¿Qué tal está Manolo? ¿Me ha echado de menos?

-Mucho - dijo Auron haciendo que los ojos de Luzu brillaran.

-¿Puedo verlo?

Auron miró a Fargan, el cuál negó con la cabeza, y dijo:

-Lo siento cerdo, no querrás hacerle daño, ¿no?

-Yo-Yo nunca le haría daño a...

-¡¿Cómo no mataste al comisario Alex?!- exclamó enfadado uno de los agentes que lo llevaba a la par que lo empujaba al suelo haciendo que al pelicastaño le diera una descarga eléctrica.

-¡Tranquilícese Agente Coulson (quien entendió, entendió)! ¡Ese fue Aamon controlando su cuerpo no él! ¡Retírese!

-Pero, comisario Fargan...

-¡Cállate y vete!- exclamó el de alas marrones.

Auron ayudó a Luzu a levantarse y continuaron su camino, en un silencio incómodo, a casa del amante del morado.

Después de 10 minutos llegaron a la mansión de Vegetta, el cuál les abrió la puerta con la mirada desubicada y ojos cristalinos.

Los demás héroes, los cuales estaban sentados en el sofá blanco de la sala de estar, se levantaron acercándose con precaución al castaño, todos preparados para golpearle en la cabeza a la mínima que sus ojos, ahora azules, se convirtieran del mismo color rojo carmesí que la noche del incidente.

-Hola chicos -saludó Luzu bajando la mirada.

-Hey, ¿quéh tal estáh? -saludó de vuelta Mangel intentando animar a su amigo y acercándose a él, a lo que Lolito lo empujó hacia atrás.

-No te acerques tanto mi niña- dijo el pelinaranja viendo con desconfianza al prisionero.

"Esta va a ser un largo día..."- pensó Auron.

(...)

Aamon observaba la casa de Vegetta con un control en la mano, un control que activaría a su siervo y haría que todos sufrieran.

Our little...Children? •Karmaland Au•Where stories live. Discover now