Prólogo

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¿Quiénes somos?

Todos alguna vez nos hemos cuestionado aquello, ¿Quiénes somos realmente?, muchos filósofos famosos no han podido responder aquella pregunta e inclusive han intentado evadirla, pero aquellos que han respondido, han estado erróneo, después de todo aquella respuesta puede ser algo personal, algo que sabemos desde muy fondo de nuestro ser, pero simplemente lo hemos negado, pero, ¿Por qué inicio con esta pregunta tan filosofal? Se han de preguntar, muy fácil, esa pregunta será relevante durante el trayecto de esta historia, sin más que decir, simplemente iniciemos con esta historia de amor, donde los protagonistas, simplemente son de razas distintas, uno siendo el dios más temido, pero también siendo el más bondadoso que puede existir en el mundo, pero también siendo el más fuerte de todos los dioses, mientras que la otra viene siendo una dulce demonio, tan inocente como un infante, pero llegando hacer realmente seria como si de un adulto se tratase, sin más que decir iniciemos con esto.

Ahí estaba, un peliblanco caminando en medio de un campo de flores, el cielo estaba totalmente despejado, algunos pájaros simplemente cantaban en armonía, una suave brisa movía aquellos cabellos blanquecinos y algunas flores que eran sostenidas débilmente mediante aquella tierra, la vestimenta de aquel peliblanco simplemente consistía en un doji de un color azul celeste como prenda superior, mientras que por el otro lado las vestimentas inferiores simplemente consistía en unos pantalones de un color anaranjado, dicha vestimenta era sostenido mediante un cinturón de un color blanco, mientras que su calzado simplemente consistía en una botas dedicadas al combate.

Son kun, ¿Dónde estás?

Grito y cuestiono una voz misteriosa mientras que buscaba al mencionado, este simplemente se detuvo en su andar, para después y con una mínima sonrisa dibujada en su rostro experimentado por batallas soltó un leve suspiro.

Aquí estoy.

Respondió el mencionado, como dije, este había detenido su andar, para aquella persona lo pudiera alcanzar.

Son kun, me han informado que tienes una nueva misión, donde tienes que sustituir a un dios, que lamentablemente ha fallecido en una guerra, solamente tú puedes asistir, ya que los demás dioses que están en un nivel igual o inferior a usted, tienen misiones de salvaguardar a sus mundos, usted es el único que no tiene un mundo, desde aquella vez.

Fueron las palabras de aquel sujeto, el mencionado simplemente se había sorprendido, de sus labios gruesos había salido un suspiro realmente pesado, este simplemente cerro los ojos mientras que negaba con sutileza su cabeza.

Bueno, no me tengo que, contra decir a los superiores, bueno, me tengo que retirar al nuevo mundo que me han asignado, nos vemos, Cress san.

Se despidió aquel sujeto tan conocido, pero al mismo tiempo tan desconocido, después de todo, muy pocos han conocido su verdadera historia, pero la mayoría han conocido diferentes historias de origen, pero todos concluyendo en un mismo final, el derrocamiento de un dragón.

En otro lugar.

Michael, Michael, ¿Dónde estás?

Amor entre un dios y un demonioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora