Winter... ¿kitty?

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Cuantas veces se había preguntado... ¿valia la pena comenzar de nuevo? Cual era su propósito en él nuevo mundo?

No era un secreto para nadie lo ocurrido en 1940, mucho menos lo que hizo siendo parte de hydra. Todo estaba expuesto al público desde la caida de shield y, como no, vivía con él recuerdo de sus víctimas tatutadas en él cerebro.

No era inocente.

Por Dios, era un criminal buscado internacionalmente, un manojo de nervios y él asesino de los suegros de su mejor amigo.

No encajaba para nada, mala hora en que acepto la propuesta de los súper esposos y dejo wakanda, donde se distraía con él trabajo de campo y los niños llamándole lobo blanco; ahora solo mantenía su mente despierta y alejada de sus miedos.

Reside en él complejo vengadores. Y, por mas que tuviera a Steve cerca, en incluso a Sam... No era lo mismo.
Aunque prefería estar solo

Por eso, acepto llevarle un artefacto de tecnología alienígena al doctor Strange. Principalmente sería Thor, pero como él dijo.

-Lo siento amigo de hojalata, pero mi hermano necesita de mi.

Pff por favor, él conocía ese "necesita de mi" no por nada su habitación quedaba al lado de los asgardianos, y había escuchado unas cosas... mas los "martilleos" en la pared... Y gritos de perra... ¡Digo!... Gata en celo...

Se estremeció de solo pensarlo.

Me miro él edifico frente a él, parecía abandonado. Pero era la dirección que le dieron.

Así que llamo a Steve, para salir de dudas.

-Oye punk... Creo que me dieron la dirección equivocada.

-¿llegaste al lugar?

-Si.

-La viste solo una vez.

-Si, y es un edificio apunto de caer...-cerro la boca al ver que él edificio horrible era sofisticado ahora.- creo que ya entendi, hablamos luego.

Colgó y toco dos veces a la puerta, abriéndose en él tercer toque.

-¿Hola?

Pregunto adentrándose al santuario.

Lo primero que pensó fue en la cantidad de libros que había, era como un biblioteca y en él medio las escaleras.

-¿Señor Strange?... Quizás en la parte de arriba.-apretó fuerte él maletín con él arma alienígena y subió al piso de arriba.

Era como una especie de mansión antigua, pero con mucha clase. Libros por montones y varios estantes con diferentes objetos levitando en ellas.

En uno de los estantes (él que le parecía más normal) yacía una botella, sin etiqueta ni nada. Incluso estaba abierta.

La tomo de la base y olió un poco, a decir verdad no oliada nada mal, mas bien olía a frutas y él liquido adentro era morado.

Miro por los pasillos como lo hacen los niños cuando buscan comida a escondidas de sus padres y tomo un largo sorbo.

- ¿Que haces?

Salto sintiéndose cachado, así que se volteo y sin mas dijo.

-Lo olía... Ehh soy Bucky.

-James Barnes, lo se.-menciono él tipo extravagante.- me llamo Stephen Strange, hechicero supremo.

¿Él tipo con guantes de fregar era él maestro de las arte místicas? Tenia que aguantar la risa.

-Mmh para ser de otra época eres bastante irrespetuoso.

-No entiendo por que lo dices...

-Para no llevarse bien, tu y stark tienen él mismo sentido del humor... Pff guantes de fregar.

-Es cierto que lees mentes entonces.-afirmó mientras muy sutil y sigilosamente colocaba la botella en su lugar.

-Por supuesto, mis habilidades van mas allá de leer libros y lavar trastes.- le reprochó.- así que, Bucky, a que vienes.

-Debes suponerlo.

-Si, claro que lo se sin embargo, tu voz es muy bonita ¿te lo habían dicho?

¿El maestro de las artes místicas le estaba coqueteando? Eso era nuevo.

-Pues, hombres no.

-Sientete alagado de que sea él primero, ahora dame el maletín y vete.

Este sin mas lo entrego y él doctor creo un portal que lo llevaba directamente al complejo, cruzo despidiéndose del hechicero mientras este lo veía negando.

-Ay Bucky.- miro la botella casi vacía en él estante.- no sales de una para entrar en otra.
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Después de entregar él maletín y de escuchar las tonterías que salian de Stark, él sueño le fue venciendo al tocar su cama y caer en brazos de morfeo. Durante toda la noche.

A la mañana siguiente se sentía distinto, incluso mas ligero. Bostezo grande saltado de la cama hasta el piso...Un momento ¿desde cuando las cosas eran mas grandes?

Que habrá hecho Stark y Banner esta vez.-pensó dirigiéndose al baño pasando por él espejo de cuerpo completo.

Justo en el marco de la puerta se regreso asustado por lo que vio. Así que se miro temeroso y esperando estar en un sueño.

Que equivocado estaba.

-Oh no.... No no no, ¡mierda que es esto!.- grito... O mas bien maullo fortísimo, viendo su pequeño y peludo cuerpo, su cola espantada erizada al igual que sus orejas, muy puntiagudas.

¡Era un puto gato!