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Pov. Bucky

Era un gato.

Un puto gato.

No era necesario decir que sin duda entre en pánico.

Oh joder, era como volver a perder él brazo otra vez. maldito Stark, seguro fue él, claro tenía que sospechar de las veces que me tomaba como conejillo de indias.

-Tranquilo James, respira, cuenta hasta diez... Cuenta hasta cien....

¡Podia contar hasta mil y no me calmaría carajo! En otra vida de vi haber sido un completo gilipollas para pagar tantas desgracias.

No tenia donde ir, ni la manera de salir, como putas madres abria la puerta si me faltaban manos.

Tenia una única salida.

Salte con agilidad quedando al borde de la ventana, me lanzaría como lo hacia en las misiones pero esta vez de la manera mas absurda posible.

-Oh dios, que sea cierto aquello de que los gatos tienen nueve vidas.-y me lancé.

Él aire chocaba contra mi... Pelaje y mantenía mis ojos gatunos cerrados con temor a morir por él impacto contra en asfalto. Sin embargo, mis plegarias fueron escuchadas.

-¡Madito gato del demonio sueltame!.- grito una voz, era la voz de Happy.

Upps

-Jodido pulgoso mira como me dejaste.- me reprocho furioso, obvio después de que mis garras hicieran fiesta con su cara.

-Perdoname Happy, pero en mi defensa no es fácil tener un cuerpo del tamaño de una licuadora.

-Cierra él hocico, quisiera saber como llegaste allí arriba, supondre que te colaste por accidente pequeñiñ.

Y este que le pasa, duermo en uno de los pisos mas altos, ¿encerio me preguntara eso? Quise decirle algo pero note que nos alejábamos del complejo.

-Chillas mucho gatito, lastimosamente no tengo comida para gatos.-dijo soltandome como basura frente al portón del edificio.

-¿Disculpa?.-me indigne totalmente.-ni te atrevas Happy... ¡Acuerdate quien te ayudo a arreglar él auto cuando lo chocaste!

-Adiós pequeño michi.- se fue cerrándome la puerta en la cara.

-No puede ser.

¿Es que acaso podía empeorar?

-Hola minino.-mis orejas se pusieron alertas ante unos gruñidos hambrientos, además del olor a perro asqueroso. O no... A correr.
.
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Descubrí algo mientras corría por mi vida.

Debía existir un equipo o algo en mi contra. La vida me pasa las facturas demasiado caras. Era un:

#CaguemosleLaVidaABucky.

Si, se lo que es un hashtag.

Corrí calles y mas calles escapando de esos perros, casi me atropella un auto y él conductor descarado me baño en agua asquerosa. Y cuando creó que todo paso tres gatas en celos, literalmente, se me pegan como garrapatas dejandome con su horrible olor a feromonas alborotadas.

Encontré un callejón donde los perros no me encuentren, arrinconado y hecho bolita para buscar calor, así sea solo él corporal.

Que mierda, no iba negar que me molestaba en demasía la situación, pero una parte de mi esta aferrada a la idea de que él universo esta colocando todo en su lugar. Y quien sabe, tal vez mi destino sea morir tan solitario como los gatos y de hipotermia.

De mi ahora pequeña boca salían maullidos y quejidos, quisiera decir que son de frustración, pero estoy sollozando de pura tristeza. Solia queria que esta pesadilla acabara.

-¿Estas bien pequeño?

¿Ahora que?

-Santo cielo mirate.-derrepente sentí que alguien me en volvía tan delicadamente en su brazos y me cubría con un ¿sueter? si, era eso.

Abrí los ojos viendo a la persona, era un chico, se veía algo agitado pero su respiración se normalizaba de a poco, lo se porque estoy justo apretado a su corazón. Era muy joven, no le veía mas de diecisiete o dieciséis, era castaño y sus ojos eran cafés.- la tia may me va a matar...-pensó digo yo que para él mismo, luego me sonrió.- de todas formas te llevare conmigo, después buscaremos a tus dueños...ehm... Tengo que ponerte un gato, no solo te puedo llamar gato, gato. Serías como él gato de shrek, él de las botas.

¿Que? Él gato de quien?

-Haber... ¿Que tal pudin?.-no...

-¡Meoh!

-Lo siento, no te gusto...¿bola de nieve?... No ese no después habrán diez gatos con ese nombre... Que tal burbuja.-NO.- tampoco, que exigente saliste.

Él niño se tomó algo de su tiempo para verme y seguir brindandome de su calor mientras íbamos algún lugar.

Después sonrió de nuevo y al parecer se ruborizó. Bonito.

-¿Que tal Winter? Como él invierno, a menos que te guste la primavera, ahí te pondría fresita fresita.

Winter... No sonaba mal, me gustaba.

-Meoh~

-Mucho gusto pequeño Winter, me llamo Peter.

Él nombre resonaba en mi cabeza, siento que ya lo había escuchado antes... su voz... A él lo conocía ¿pero de donde?

 A él lo conocía ¿pero de donde?

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Winter... ¿kitty?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora