Capitulo 8

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-Tranquilo, tranquilo- Ecuador trataba de calmar a su hermano de aquel gran susto -Calma todo esta bien.

-Mi madre lo tenia, ella tenía el don, ella decía que yo también lo tenía pero no, no lo tuve nunca - decía Venezuela -me decían que se sentía, me lo dijeron pero ahora que lo tengo ya no lo quiero, por favor vete, busca a otra persona.

-Que?, no sabes lo que dices- dijo Rusia mientras caminaba él círculos detrás de Venezuela.

-Me vas a volver loco- le contestó el venezolano.

-Se golpeó más fuerte de lo que dijo- mencionó Colombia viendo a su hermano platicar "solo".

-El no hablaba con nadie que no pudiera ver antes de golpearse- dijo Ecuador.

-Eso se suponía pero ahora parece que si- contestó Colombia.

-Donde estás exactamente?- le preguntó Venezuela a Rusia.

-Estoy a un paso atrás de ti- le contestó Rusia.

-Estás a un paso atrás de mi?- volvió a preguntar el venezolano.

-Bueno hermano estamos los dos- dijo Ecuador por el extraño comportamiento de su hermano.

-Eres blanco?- preguntó Venezuela.

-Que?- preguntó Rusia confundido.

-Blanco?- susurró Ecuador extrañado.

-Eres blanco verdad?- dijo Venezuela.

-Oh Dios mío, sabes que haremos?- dijo Ecuador a Colombia asustado por su hermano.

-Si, llamaré al doctor inmediatamente- dijo Colombia igual de confundido que su hermano.

-Lo sabía, un tipo blanco, porque conmigo?- dijo Venezuela molesto.

-Escúchame- dijo Rusia -tu vas a ayudarme, hay un chico, se llama México, está en peligro- Rusia miraba serio al venezolano - el hombre que me mato entro a nuestro departamento y piensa volver, tú tienes que advertírselo.

-Y que te hace pensar que va ha escucharme- dijo Venezuela confundido.

-Es solo un telefonazo- Rusia se pasó la mano pro el cabello cansado -Oye... eres todo lo que tengo, así que no me iré hasta que me ayudes, y no me importa cuando lo hagas puedo hablarte eternamente.

Venezuela volteó la mirada asustado.

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México estaba cocinando tranquilamente hasta que su teléfono empezó a sonar.

México tomo el teléfono y contestó la llamada -Bueno?.

-Hola, habla México?.

-Si?.

-Bueno me llamo Venezuela, yo me dedico a ser consejero espiritual y un amigo suyo me dio un mensaje para usted- decía el venezolano serio pero a la vez nervioso - y se que le va a parecer una locura pero tiene que creerme y no tenga miedo.

-Que?- preguntó México confundido.

-Tengo un mensaje de Rusia.

-Que?- volvió a preguntar el mexicano con los ojos desorbitados.

-Rusia, me pidió que lo llamara...

México colgó

Venezuela suspiro -Ves? te lo dije.

-Tienes que verlo- dijo Rusia dispuesto a no rendirse.

Venezuela bufo molesto -Olvídalo no iré a ningún lado, no importa lo que hagas.

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-Segunda estrofa igual a la primera- cantaba Rusia -soy el rey Enrique octavo, el rey Enrique Octavo Octavo y me casare con la viuda de juntoooo que se ha casado 7 veces al punto y cada vez con un Enrique- seguía cantando Rusia en plena madrugada - Enrique Octavo soyyy, Enrique, Enrique soooyyy -Rusia volvió a ver a Venezuela y al ver que este no cedía volvió a cantar -Tercera estrofa! - y seguía y seguía sin dejar dormir a Venezuela.

Venezuela se removía en su cama molesto con una almohada en la cara tratando callar los cantos molestos del ruso -Está bien esta bien! deja de cantar, iré a donde tu quieras pero ya deja de cantar!!- gritó el latino molesto.

El ruso al ver que su plan había funcionado saco una sonrisa, mientras el venezolano solo se quejaba molesto.

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-No puedo creer que esté haciendo esto, que diablos estoy haciendo aquí, yo soy enemigo de estas calles- decía el venezolano enojado -tal vez no va a estar, donde estás tú?... ash que edifico es?.

-Aprieta el tres- le dijo el eslavo.

Venezuela apretó el botón tres pero no contestaba nadie -Ya ves? No hay nadie.

-Yo se que está, espera- decía Rusia.

-No, no, no, ya vine hasta aquí hice todo lo que te dije que iba a hacer, apreté el botón el no está y ya me voy adiós- dijo Venezuela mientras se iba.

-Espera un minuto!- decía el ruso mientras intentaba detenerlo.

-No no!-

-100 botellas de cerveza si te quieres embriagar- empezó a cantar el ruso.

-Está bien, no cantes esta bien ya!- dijo Venezuela cansado mientras volvía a presionar el botón.

-Quien?- contestó México.

-México- dijeron Rusia y Venezuela al mismo tiempo.

-Shh! a ti no te oye- le dijo Venezuela a Rusia -Yo soy Venezuela el mismo que te hablo anoche por tu amigo Rusia.

México volvió a colgar.

Rusia bufo molesto.

-Te lo dije- le dijo el venezolano.

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México se mantenía estático en frente de aquel aparato y empezó a caminar hacia otra parte hasta que un grito le llamó la atención.

-Hey México! se que estás ahí, se que me oyes. estoy aquí abajo!.
-Rusia quiere hablar contigo!- le gritaba Venezuela desde afuera -hey! Recuerdas el pez estrella de Monterreal?, como lo sé si no está conmigo!?, hey México se lo de tu ropa interior verde con tu nombre!- volteó a ver a Rusia -estoy perdiendo el tiempo, se lo de la foto del reno!, hey México!.

México se acercaba más a la ventana pero no se atrevía a asomarse aún.

-Amm, dile del suéter que tejió, está en el armario y le quedó grande- le dijo Rusia a Venezuela.

-Me está pidiendo que te recuerde del suéter que tienes en el armario que tejiste demasiado grande!, más de cuatro tallas!- le gritaba Venezuela.

México estaba paralizado.

-Ey no oyes que te estoy hablando!- gritaba Venezuela.

-No te oigo- dijo un señor.

-Ahhh cállate a tu nadie te habla!- le contestó Venezuela.

-Que no sabes qué hay teléfonos!- seguía hablando aquel señor.

-...Quieres que te rompa la boca?!- le gritó en venezolano molesto -México no voy a estar aquí todo el día!.

-Gracias a Dios- volvió a hablar el señor.

-Tu cállate!- gritó Venezuela a aquel señor -México!, voy a contar hasta tres y me voy!..........123- dijo Venezuela para después irse.

-No, no, no, espera- le dijo el ruso.

-No- dijo el venezolano cansado.

Venezuela camino hasta que se percató que un chico había salido de la puerta.

-Es México- le dijo el ruso.

Venezuela se acercó mientras México solo se mantenía parado en la puerta.

-México?- preguntó Venezuela.

México asintió.

-Soy Venezuela- dijo el venezolano mientras estrechaba la mano de México en saludo.

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