Renacimiento - Jikook / Kookmin

Capítulo 7

Narra Jungkook:

Han pasado unas cuantas semanas desde que el rubio empezó a vivir conmigo, me encantaba pasar tiempo a su lado. De hecho cuando fuimos a recoger sus pertenencias su hermano lo estaba esperando, este al verme empezó a preguntar que era de él a lo que atiné a decirle que era su novio. Jimin no lo sabía hasta que se lo comenté después, además ese niño ya debe de haber investigado sobre mí, y se habrá dado cuenta que incluso mi familia era más poderosa que la suya. Solo que yo prefería mantenerlo en el anonimato, no porque no me apoyasen sino porque quería que vivieran tranquilos sin fotógrafos esperándolos afuera.

- ¿Por qué no me contaste?

- No pensé que fuese necesario...- susurré contra su oído a la vez que lo atraía hacia mi pecho.- Además, tu hermano no es un rival para mí.

- ¿Por qué dices eso?

- Bueno...- no sabía si decirle sobre mis padres.- ah...supongo que conoces a la empresa Jeon.- el contrario me miró por unos segundos hasta que entendió lo que quise decir y abrió su boca en modo de sorpresa.

- ¿Cómo es que nadie sabía de eso? Prácticamente eres millonario...

- Sí, pero prefiero no involucrarme con ellos.

- ¿Tus padres tampoco te apoyan?

- No es por eso, por lo contrario, tanto mi madre como mi padre me apoyaron desde un inicio, incluso saben que me gustan los hombres y se lo tomaron bien. Lo que sucede es que no quiero que los acosen por la calle, no quiero que sepan sobre mi hermana...- estaba entre decírselo o no. Después de todo el rubio al final decidió contarme sus miedos.

- No es necesario que me lo cuentes ahora, Kook.

- No...solo que es un tema sensible. Mi hermana murió hace cinco años de cáncer, la razón por la que no quiero que se enteren de mi familia es porque conozco a la prensa y acosarán a mis padres con el tema. Yo los visito de vez en cuando, para las festividades y eso, pero aún así trato de llamarlos seguido.

- Se ven buenas personas, espero conocerlos algún día.

Cuando terminó de hablar me incliné y le robé un beso de sus labios. Sus mejillas se sonrojaron y empezó a jugar con sus manitas.- Me gustas...- volví a tomar su rostro y esta vez profundicé un poco más el contacto siendo recibido por el menor, quien me devolvió el gesto.

- Tú también me gustas...