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—¿Duele? -Sus cabellos castaños se movieron al negar y SeokJin procedió a limpiar su mejilla con suaves toques retirando de esa manera la sangre acumulada, a los tres les daba igual perder clase, estaban centrados en curar al menor.

JungKook movía su pie impaciente a unos pasos, nervioso y ansioso por si SeokJin le hacía daño o cometía algún error al limpiar su ojo derecho por la falta del parche, había que admitir que estaba bastante curado y solo era la hinchazón lo que asustaba pero realmente no estaba mal, solo había que dejar pasar el tiempo para que volviera a la normalidad.

Aún así, el arrepentimiento le estaba comiendo poco a poco la consciencia, el dolor que causó con sus palabras era tan duras como cualquier golpe antes dado, TaeHyung escuchó lo que dijo JoonHoon y esas palabras eran suyas, y sí, acepta que antes sentía una bola de emociones contrarias al estar cerca de TaeHyung pero con más personas presentes, cuando estaban solos en su casa todo eso se disolvía, viendo los detalles más bonitos en el menor.

—¿Puedes acompañarlo a su casa, JungKook? -SeokJin guardó en el botiquín el agua oxigenada con la que limpió las heridas, cerrando la caja metálica después. El azabache asintió rápidamente acercándose al castañito- Procura colocarle un parche nuevo... -Aconsejó revolviendo un poco sus cabellos antes de despedirse e irse junto a su pareja.

JungKook le vio bajar la mirada como de costumbre, pero él le tomó del mentón con cuidado a no hacerle daño y le vio hacer un mohín cohibido.

—¿Quieres algo de la cafetería antes de ir a casa? Recuerdo que no tienes electricidad-

—E-estoy bi-bien... -Interrumpió evitando el contacto de sus pieles, esquivando su mirada y centrándose en retener sus ganas de llorar, sin embargo el azabache se posicionó frente a él, estaba sentando en el lavabo así que ahora sus rostros estaban a la misma altura.

—Siento mucho que hayas escuchado eso, también todo lo que te he dicho antes... -Musitó con lentitud, buscando y encontrando esos bonitos orbes- Todo eso ya no está-

—T-... te doy as-asco... -Murmuró- So-solo sien-sientes lástima... y-y me tra-tratas así por pena... -Esos labios recubiertos de heridas fueron acariciados por el pulgar del Alfa, acallando sus palabras.

—No es así -Susurró débil- No siento lástima, de hecho nunca la he sentido por ti, solo es el impulso de querer protegerte... -Una sonrisa decoró la escena, TaeHyung le vio vacilante- Tu lobo solo quiere protección, TaeHyung, no se la niegues, tú solo quieres cariño, tampoco te prives de ello...

Lo siguiente que TaeHyung sintió fueron esos brazos alrededor de su cuerpo, manteniéndolo en una burbuja cálida en la que tantas veces se imaginó estar, abrazado al chico del que estaba enamorado y que tenía su corazón desde hacía años, esas lágrimas que ahora derramaba no eran por tristeza, por primera vez quiso comprobar si aquello era cierto o era obra de su imaginación.

Tomando un poco de distancia observó al Alfa inquirir con la mirada por sus movimientos, algo confuso negó suavemente y se abrazó una vez más con la confianza ganada.

Tal vez JungKook esté diciendo mentiras y le esté ilusionando, pero esas ilusiones le hacían feliz y llenaban todo ese vacío en su corazón, mimaban su alma y le consolaban, tan malas no eran. Podría ser perfectamente palabras falsas o dichas para salir del paso, únicamente para evitar más palabras, pero se sentía tan bien que fueran dichas por el azabache.

TaeHyung siempre lo supo, JungKook podía ser la peor persona del mundo, él estaba enamorado y frente a sus ojos tenía un filtro que ocultaba todo lo malo del Alfa y dejaba únicamente lo que él quería escuchar.

O simplemente el Alfa sea un blando después de todo, las capas rígidas e impenetrables fueron destrozadas por un Omega tímido que no tenía ni la menor idea de lo que podía causar en un Alfa cuando dejaba de ser tan tímido.

Puede que sea eso lo que logró desenmascarar al azabache, esas actitudes tímidas poco elaboradas, esa dulce voz con un timbre inigualable, el aroma atrayente y delicado, para este entonces, JungKook había olvidado el hecho de que TaeHyung no cumplía con los estándares de un Omega y eso le encantaba.

No era uno más entre el montón.

Porque no era delgado y con buenas curvas, tenía unos cuantos kilos de más y estaba bien, tampoco tenía un rostro fino y detallado, pero lucía hermoso. JungKook estaba encantado con detalles que antes no le convencían, con esas rellenitas mejillas rositas o simplemente con esa sonrisa rectangular plasmada en su rostro. Era extraño incluso para él mismo, quien buscaba siempre el más o la más bella de los Omegas a su alrededor, quien clasificaba todo de la raza contraria terminó cayendo de la nada por un Omega que no hizo nada para gustarle.

No era de esos Omegas que iban detrás de él y puede que sí, haya estado por meses escribiendo en una libreta todo lo que le quería decir mientras le espiaba pero mas sin embargo no se acercaba a molestarlo o a llamar su atención como la mayoría, era reservado por cosas del pasado.

Y quien lo diría, al final al chico del que todos se burlaban y acosaban, tenía al chico más listo y atractivo de todo el salón a sus pies sin mover un solo dedo.

—¿Deberíamos irnos ya? -Preguntó al castaño que descansaba en su pecho, tan tierno y adorable sin ser consciente de lo que causaba en el contrario.

delulu vibes [𝘐] | kooktae | omegaverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora