Cuando te cuide

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RECOMENDADO ESCUCHAR CANDY DE PAOLO NUSINI 


-Te voy acabar destrozando Volkov, te voy a arrastrar conmigo.

-Puede, pero va a ser difícil- y una pequeña sonrisa se escapo de sus labios- por ahora, déjame arrastrarte a casa.

Y abandonaron esa playa.

Durante el camino a casa Horacio se durmió, las emociones le habían agotado tanto que lo único que podía hacer era recostarse en el asiento y dormirse mientras que escuchaba el suave ruido de la radio y las relajadas respiraciones de Volkov. Horacio sabía que no estaba sobrio y que todo lo que estaba viviendo en esos momentos lo iba a olvidar la mañana siguiente, pero hizo el esfuerzo durante esos minutos que luchaba contra su sueño de grabar en su memoria este momento. 

Parecía que no pasaba el tiempo en ese coche, las farolas, que eran su única fuente de luz creaban un ambiente repetitivo y relajante. Las luces eran anaranjadas lo que creaba una atmosfera oscura y que mecía a Horacio a otra dimensión. Abrió un ojo e intento grabar a fuego la imagen de Volkov conduciendo relajado, con un cigarro a punto de acabarse en una mano y con la otra mano agarraba con tensión el volante. Vio el rostro de Volkov, el cual se encontraba en reposo y se podía apreciar alguna marca, pequeña arrugas se encontraban en su ceño y algunas cicatrices en sus pómulos. El rostro afilado del comisario era extremadamente bello, sus medidas parecían del David de Bernini y pensó que en lo único en que se diferenciaban es que, Volkov no era eterno, no era de mármol blanco sino que era humano, como él, como todos los que les rodeaba. Esto le lleno de tristeza y aunque nunca había sido religioso, pidió un deseo 'Por favor, no dejes que algo malo nos pase'. Y tras este pensamiento, por fin se dejo caer rendido en el asiento. 

Volkov mientras tanto, conducía, sintiendo la preocupación que iba cayendo poco a poco sobre sus hombros. Él era consciente del problema que tenía Horacio, aunque este estaba solucionándose, sabía que muchas veces se iba a enfrentar a bajones, recaídas...pero nunca pensó que tendrían un efecto tan grande en su mente, nunca pensó que le marcarían tanto. 

La escena de la playa se repetía en su mente constantemente, recordaba el tono triste de Horacio cuando le llamo por teléfono, recordó sus lágrimas cayendo por sus mejillas. esas imagenes le perseguían y no sabía que hacer para combatirlas, le gustaba pensar que en algún momento estas se calmarían y que en algún momento sería capaz de dejar de verlas, le gustaba pensar que nunca más vería a Horacio así; pero todos estos pensamientos eran mentiras piadosas que servían como consuelo a la culpabilidad que sentía.

Llegó a su urbanización, y saludo al portero con un gesto para que le abriese la puerta. Aparcó el coche despacio, intentando no hacer movimientos bruscos que despertasen a Horacio. Cuando terminó miro a Horacio, su cabeza estaba caída hacia el frente y sus labios estaban entre abiertos. De su boca salían pequeños ronquidos que casi no se escuchaban. Su rostro dormido parecía más joven, y con sus facciones relajadas transmitía paz. No era la primera vez que Volkov veía a Horacio dormir y aunque no fuese su mejor ángulo, Volkov no podía evitar mirarle, hipnotizado y embrujado por la sensación que le recorría el cuerpo al  mirarle. 

Se podía decir que Horacio le había llegado a su vida sin ningún tipo de vergüenza, había roto con las paredes de Volkov, más bien, había cambiado por completo su vida sin ningún tipo de cautela y todo lo que Volkov había considerado sólido, se había esfumado con la aparición de Horacio.

Abrió la puerta de este y evitando moverle mucho, le cogió en brazos. Subió como pudo las escaleras y dejo a Horacio recostado en su sofá. Le miro unos segundos y vio como su rostro se fruncía, para de repente abrir los ojos y correr al baño, donde vomito todo lo que tenía en su estómago. Se acercó lentamente y se sentó a su lado, consolándole y acariciándole la espalda, cuando pareció que por fin paraba, Horacio apoyo su cabeza en la tapa del inodoro y empezó a cerrar los ojos, disfrutando de lo que serían, dos segundos de paz, porque sin abrir los ojos, volvió a empezar a vomitar pero esta vez, encima suyo. 

-Lo siento Volkov, lo siento mucho...-dijo y siguió sin mirarle, estaba muy mareado- lo limpió por la mañana, ahora solo quiero dormir...

-Ey, no te duermas todavía, que estas sucio- le levanto con cuidado y le obligo a sentarse en el inodoro, Horacio se dejaba hacer, como un niño pequeño al que habían castigado. Volkov empezó a llenarle la bañera de agua caliente y mientras esta se llenaba, fue a su armario donde cogió ropa suya para ponerle a Horacio. Cuando Volkvo entró de nuevo al baño, vio a Horacio a punto de volver a dormirse- ey, no, eso no...venga que te das un baño rápido y te sentiras mejor...

-Desvísteme Volkov, no puedo...estoy mareado...

-¿vas a volver a vomitar?- Horacio negó y ante esto, Volkov empezó a quitarle la camiseta manchada, la cual, cuando fue retirada, la tiró al bidé. Se agacho y le empezó a quitar los zapatos y calcetines despacio, cuando terminó, subió las manos al cierre del pantalón y le pidió que se moviese un poco para hacerlo más fácil.

-Ojala tenerte entre mis piernas en otro contexto- bromeo Horacio soltó una pequeña risita, algo avergonzado, Volkov simplemente se sonrojo y saco una leve sonrisa. Cuando hubo retirado los pantalones, acerco sus manos a la banda de la ropa interior y desnudo por completo a su chico. Puede que fuese la única vez en la cual, él y Horacio habían sido capaces de controlar la necesidad de tocarse. Ayudo a Horacio a meterse en la bañera y el pequeño se sentó, dejando que Volkov le lavase y le cuidase. Le lavo el pelo y le limpió la fuerte espalda de Horacio, colando entre medias alguna caricia o beso casto, para manifestar el amor que sentía por el chico.

Seco a Horacio despacio y tranquilamente, dejando que el más pequeño sintiese sus caricias lentas y que las disfrutase lo máximo posible. Le dio algo de tiempo a Horacio cuando se vistió otra vez, dejando que se lavase la cara y los dientes mientras que Volkov preparaba la cama a Horacio. Pensaba en las declaraciones de la noche anterior y en lo que había pasado, en el amanecer y en el desayuno que habían tenido. Había pasado tanto tiempo desde esos momentos...

Horacio abrió la puerta del baño y se dirigió a la cama donde se acostó. Volkov le arropo con suavidad y se sentó a su lado.- Te he dejado un cubo aquí al lado por si quieres vomitar, estaré en el salón si quieres algo...-pero Horacio ya se había dormido profundamente. El mayor sonrió dulcemente ante la escena que presenciaba y se acerco al rostro de Horacio, besándole con suavidad el puente de la nariz, los parpados y las mejillas. Este chico había pintado todas sus paredes de amarillo y se quería quedar ahí para siempre.

Se levantó y fue a lavar su ropa y el desastre del baño. NO hace falta aclarar que el comisario no durmió esa noche por cuidar a su amante.







Hola bbs, ¿Que tal? ¿Os ha Gustado?

A mi este cap me ha gustado escribirlo, estaba muy soft jajajaj

Bueno me he inspirado en algunas cosillas; lo primero, música; Candy de Paolo Nusini y Yellow de Coldplay

Y luego hay algunas referencias a libros que me gustan o frases que me gustan.

''Todo lo que era sólido se desvaneció' esta frase es de un libro que habla sobre la influencia del manifiesto comunista en la sociedad, pero me ha parecido muy romántica jajajjaj 

The Yellowwallpaper' de Charlotte Perkins Gilman, si os quereis leer un resumen para saber un poco sobre el futuro de la historia, ahi os dejo una pista ajjaja


Bueno, ya me voy 

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Aburrida

Bitch- Volkacio AuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora