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Tus padres te habían vendido a la mafia para saldar una deuda que tenían, él ya te amaba desde antes de casarse, pero tu... ñe aún no sabías lo que sentías por el hasta ese día.
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S E O K J I N
estrés, esa era la única palabra que podía definir tu matrimonio. si no fuera por lo guapo que es tu esposo quizás te hubieses suicidado, y es que el te trata super bien, como si fueses una reina, pero tu nunca quieres poner de tu parte, si quizás intentaras, su relacion seria mejor.
alejando tus pensamientos sales de cuarto, agradeces que tu "amado esposo" te haya permitido tener menos seguridad, porque era muy hostigante tener a esa bola de tipos encimas.
sientes que presionan algo duro contra tu barriga, y aquí es donde no agradeces tener casi seguridad.
—T/N—Escuchas lo voz de tu esposo desde el pasillo.
—mierda—susurra el tipo que tenia el arma presionada contra tu estomago.
tu esposo sube lentamente las escaleras, y el otro tipo se desespera. En un arranque de valentía, y usando toda tu fuerza, empujas al tipo y haces que caiga frente a tu esposo.
—hijo de puta— escuchas decir a tu esposo.
tu amado esposo empieza a darle muchas patadas en el estomago al sujeto, tu te pones a llorar histéricamente.
Jin deja de golpear al sujeto y se acerca a abrazarte, los hombres que trabajan para tu marido se llevan al sujeto a quien sabe donde.
—¿te encuentras bien cariño?— su melodiosa voz te saca de tus pensamientos.
sonríes débilmente y lo abrasas, quizás este matrimonio podría funcionar si pones de tu parte
