𝙲𝙰𝙿𝙸́𝚃𝚄𝙻𝙾 6

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Claramente el clima no aportaba nada en la agilidad al manejar, pero no se iba a negar a esa gran oportunidad que le estaba ofreciendo la vida para acercarse más al menor.

A pesar de que el camino estaba siendo silencioso, agradecía constantemente al universo que estuviese camino al hogar ajeno. Al menos, sabría dónde vivía. Estaba tan feliz, pero lo ocultaba bien para no incomodarlo.

Volteó a verlo cuando se detuvieron en un semáforo y lo notó igual de pensativo que en la oficina, todo el día estuvo así, la curiosidad le estaba matandoㅡ ¿en qué piensas tanto hoy? ㅡ soltó casi con temor, pero no pudo callar más.

Aquella pregunta fue como una punzada, no volteó a verlo hasta después de segundos y lo miró, no iba a decirle: « en que debo matarte porque me haces actuar como un imbécil. »
Formó una pequeña sonrisaㅡ problemas familiares... ㅡ Agregó antes de volver a fijar la mirada hacia la ventanilla.
Mintió, KiHyun ya no tenía familia.

El alto quiso indagar, pero el semáforo le cedió el paso y prefirió simplemente no preguntar más.

Guardó silencio por el resto del trayecto, incrementando la velocidad ante la disipación de la tormenta.

                                [...]

Estacionó el vehículo frente al edificio donde había señalado el menor que residía, inevitablemente le dio una mirada rápida para memorizarlo y después bajó la atención a élㅡ ¿Te acompaño hasta la puerta? ㅡ.

Esa idea le venía como anillo al dedo y asintió levemente con una pequeña sonrisa y antes de abrir la puerta sintió que fue tomado de la muñeca.
Volteó rápidamente la cabeza para verlo, confundido por ese acto, quedó en blanco en cuestión de segundos porque por supuesto, eso no lo había pensado.

El moreno dudó mucho, pero finalmente hablóㅡ KiHyun... ㅡ afirmó el agarre, como si estuviese reclamando más de él sin llegar a lastimarloㅡ me interesas...
Quiero saber un poco más de ti...
Quiero... ㅡse quedó callado por unos segundosㅡ quiero que me permitas tener una cita contigo ㅡ.

Quedó boquiabierto.
El aire le volvió a faltar y la mirada estaba clavada en él.

❝ ¿QUEEEEEEEEEEEEEEEEEEEE? ❞

La mente le explotó y no reaccionó por minutos hasta que parpadeo varias veces después, dando signos de vida.
Relajó completamente el cuerpo, frunció ligeramente el ceñoㅡ ¿Qué? ㅡ soltó casi sin voz, pensando que no había oído bien.

El moreno tragó saliva, pensando que había metido la pata, recién ahora pensaba en las posibilidades.
No sabía si tenía esposa o esposo, tampoco si estaba en una relación y sin saberlo ya lo estaba invitando a salirㅡ ah... KiHyun... Me interesas bastante, en verdad... Si tú me permites... Quiero invitarte a una cita... A una velada... ㅡ.

En ese momento, el chico se sintió fatal, más que sentirse feliz.
Estaba pensando en matarlo, cuando él estaba viéndolo de la manera más dulce y posiblemente, sea el único que lo viese de esa forma.

No supo qué decir, se sintió ofuscado, lo miró por última vez y salió corriendo del vehículo subiendo al departamento como alma que lleva el diablo.

Cerró la puerta del departamento, se pegó al mismo, deslizándose por él y gruesas lágrimas de silencio salían de sí.

❝ Soy lo peor que puede existir... ❞

Se abrazó las piernas y empezó a sollozar, sintiendo un fuerte dolor en el pecho, como si algo oprimiese en esa zona y el vacío pesara.

❝Un poco de mí... ❞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora