𝙲𝙰𝙿𝙸́𝚃𝚄𝙻𝙾 14

124 19 0
                                    

ㅡ ¿Trajiste tu ropa de cambio, verdad? ㅡfue lo primero que se le ocurrió preguntar al salir de la casa abandonada.

ㅡ Sí, no creas que soy tonto. He prestado atención a todo lo que me has contado ㅡ.

ㅡ No dije que seas tonto... ㅡ sonrió dulcemente, reconociendo que era enternecedor que no quisiese verse como tontoㅡ eres dueño de la empresa MUNX, durante años, lo hiciste todo solo. Jamás pensaría que fueses tonto ㅡ explicó mientras guardaba la maleta donde tenía las herramientas y abrió la mochila para quitar la ropa preparada.

ㅡ No soy tonto para estos casos. Eso quería decir ㅡ aclaró quitando una bolsa del maletero y lo cerró para colocarlo encima, quitándose la camisa que llevaba puesta.

ㅡ Tampoco creo que seas tonto para... ㅡ quedó completamente mudo cuando llevó la mirada hacia él y pudo notar ese torso perfectamente marcado, con ese tono de piel canela que elevaba enormemente la sensualidad.
Sintió los pómulos enrojecerse por el insoportable calor en ellos y quedó con los labios entre abiertos sin poder quitar la mirada de él.
Fue como una explosión mental y seguidamente, el calor se extendió en todo el cuerpo.

El alto pudo notar la mirada del menor e inmediatamente recordó aquella vez que ese pequeño fue a presentar su carta de renuncia, sacándolo de quicio por esa desesperante situación y lo que dijo cuando le reclamó.
Sabía que había interés de su parte, pero desconocía qué tipo de interés o si el chico siquiera entendía bien lo que sentía. Porque pudo notar en muchas ocasiones que actuaba como alguien carente de empatía, sentimientos y emociones, le costaba comprender si fingía demasiado bien o realmente no tenía nada de lo que, a un humano, le distinguía de una máquina.
A pesar de esas dudas, se acercó lentamente a él y quedó a un paso frente suyo, bajando la mirada para verloㅡ ¿pasa algo? ㅡ.

ㅡ ¿Oh? ㅡcuestionó todavía ido hasta que se dio cuenta de lo que estaba haciendo y se alejó bastante de él ruborizandose todavía más, hasta las puntas de las orejasㅡ creo, creo que debemos cambiarnos de ropa a espaldas del otro, es más conveniente ㅡ.

El moreno formó una sonrisa lasciva, recostándose por el vehículo que le pertenecíaㅡ ¿y eso por qué sería más conveniente? ㅡ levantó una ceja.

KiHyun se había puesto en aprietos por sí solo y ahí estaba tratando de zafar de una situación vergonzosaㅡ ¡porque sí! ¡Es cuestión de privacidad! Y si no quieres iré a otra parte donde no me veas ㅡ sentenció con la mirada en el piso.

ㅡ No, no, está bien, me pondré de espaldas ㅡ alcanzó desde ahí la bolsa para vestir la playera que había preparado y continuar con el cambio en la parte inferior.

Apenas el alto le dio la espalda, lo hizo también para quitarse la chaqueta y la camisa, bajándose también el pantalón.

En un descuido, aprovechando la situación, Hyunwoo volteó sobre el hombro para ver al menor, encontrándose con una preciosa imagen del cuerpo adverso.
Era mucho más hermoso de lo que imaginaba viéndolo con ropa, esa piel tan blanca... Que aparentaba tanta suavidad junto a ese aroma dulce del chico que le fascinaba oler.
Volvió la vista al frente antes de ser pillado infragante y soltó un suspiro suave.

❝ Que cuerpo más hermoso...
Parece tan delicado...
Exquisito... ❞

En el apuro que tenía el menor en vestirse para no ser visto, fue incapaz de notar que hace minutos ya se ganó la mirada de su propio jefe y al terminar de colocarse las prendas, apartando las que utilizó, preguntó si podía girarseㅡ ¿ya? ㅡ.

ㅡ Sí, ya ㅡ.

Giró tranquilamente y tomó la ropa que le extendió el morenoㅡ iré a un lugar lejano de aquí, tardaré un poco, sólo espera ㅡ anticipó antes de marcharse e ir hasta cierto sitio a prender fuego a las últimas evidencias que quedaban de esa noche.

❝Un poco de mí... ❞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora