— ¡Yibo!...no, por favor... ¿Por qué lo hiciste? — El alienígena lloraba e intentó arrastrarse hacia la puerta de la torre. Tenía un brazo herido y estaba seguro que tenía una pierna rota también. Pero eso no importaba ahora, no cuando el ser que significaba todo para él estaba dentro de esa torre sin poder salir.
— ¿Xiao Zhan? ¡Xiao Zhan!... ¡Xiao Zhan! —Se pudo oír la voz de Yue Yue hacia su dirección, pero Xiao Zhan hizo caso omiso. No quería nada más que volver a entrar a esa torre y sacar a Yibo de ahí.
Yue Yue se agachó para auxiliar a su mejor amigo, quien ahora sollozaba con fuerza en sus brazos. El rubio alienígena se percató de la ausencia de Yibo y pudo saber al instante la razón del llanto de Xiao Zhan
—¿Yue Yue?
— ¡Nalea! ¿Qué sucede?
—Tú y Xiao Zhan, aléjense de la torre en estos instantes, va a explotar.
— ¿¡Qué!?
—¡Hazlo!
— ¡Zhan Zhan, tenemos que salir de aquí!
— ¡No, no, no! ¡Yibo está dentro!... ¡Suéltame! ¡Yue Yue! ¡Maldición, suéltame!
Xiao Zhan estaba débil y sus intentos por zafarse del agarre de su amigo eran en vano. El rubio alienígena comenzó a arrastrar a su amigo lejos del lugar lo más pronto posible, Xiao Zhan no dejaba de moverse inquieto queriendo regresar en dirección a la torre, pero ya nada pude hacerse cuando se oyó una explosión.
Yue Yue cubrió a Xiao Zhan con su cuerpo y a ambos se les detuvo el corazón.
Yue Yue se separó del cuerpo de Xiao Zhan lentamente ¿E-Estás bien? —preguntó con grandes ojos llenos de pavor y preocupación. La explosión no los había alcanzado.
—Yi- Yibo...—Fue el pequeño susurro de Xiao Zhan al mismo tiempo que lágrimas se deslizaba por su mejilla.
Yue Yue cerró sus ojos con lamento.
—Lo siento much-
— ¡Xiao Zhan! —Se oyó la voz de Yibo entre el humo gris que rodeaba el perímetro de la torre...o los escombros de esta.
— ¡Yibo! —El alienígena se puso de pie de inmediato sin importarle el dolor en la pierna y el rostro de asombro y alegría de su rubio amigo sentado en el suelo, corrió hacia Yibo tanto como pudo.
Yibo salió entre el humo, tosiendo y moviendo sus brazos de tal manera de que el humo pudiera esparcirse a su alrededor y pudiera ver. Lo primero que vio fue una sombra yendo hacia su dirección y pronto sintió unos brazos alrededor de su cuello.
— ¡Eres un humano estúpido! —Sollozó Xiao Zhan— ¡Muy estúpido! —Dijo escondiendo su rostro húmedo, sucio y herido en el cuello de Yibo.
El humano le devolvió el abrazo con la misma efusividad, atrayéndolo más cerca de su cuerpo tanto como podía para asegurarse de que fuera real. Ambos habían sobrevivido y Karian estaba muerto.
—Estás a salvo, estás bien...eso es todo lo que importa —Yibo susurró aliviado, sintiendo sus propios ojos aguarse.
— ¿Cómo? ¿Cómo sobreviviste a la explosión? —Xiao Zhan se separó finalmente, llevando una de sus manos al rostro del humano.
—Nalea me ayudó. —Yibo sonrió —Había una habitación en la torre que no se había cerrado aún; Nalea me dijo que me dirigiera ahí e ingresara a la cápsula que tuviera el sello de Talnor. Había tres cápsulas y solo una de ellas tenía el sello. Entré y entonces la explosión ocurrió pero...estoy aquí.
— ¡Tenía tanto miedo! —El alienígena lo abrazó una vez más —Humano suicida.
—Oye, al menos no te ocurrió nada...además del brazo herido y la pierna.
Xiao Zhan sonrió incrédulo, todo parecía una locura ahora. Cerró sus ojos y respiró aliviado.
—Gracias.
—Estamos bien, Xiao Zhan. Todo estará bien de ahora en adelante. Lo lograste. Lo logramos. —Yibo le susurró y acarició su cabello con ternura.Lo logramos.
—&—
Los parkos y Kamlos admitieron su derrota, todos ellos, escoltados por guerreros Kleines, fueron sacados del planeta Karnak con el juramente de nunca más volver porque esta vez no serían benevolentes con ellos y los dejarían ir tan fácilmente.
— ¡Xiao Zhan! —El actual gobernante de Karnak llamó a su hijo a la distancia y Xiao Zhan soltó a Yibo para correr abrazar a su padre, no lo había hecho en mucho tiempo y volverlo hacer lo hacía sentir como un pequeño niño otra vez. Se había olvidado lo confortante que era abrazar a su padre, tanto como el gobernante había olvidado qué se sentía abrazar a su hijo.
Una vez que soltó a Xiao Zhan, el karniano se giró para abrazar a Yibo con la misma efusividad.
—Gracias, hijo. —El hombre le dijo durante el abrazo y Yibo sintió ese calor de padre que no había sentido desde su infancia.—Estoy tan viejo ahora...—El hombre dijo —Pero me complace poder haber conocido al hombre que gobernará junto a mi hijo —anunció.
— ¿Cómo dice? —Yibo abrió los ojos enormemente y luego miró a Xiao Zhan quien tenía una sonrisa aún más grande.
—Sí, muchacho. Eres el elegido, eres tú quien debe gobernar al lado de mi hijo. Como dije antes, he cometido muchos errores y sé que te debo bastantes respuestas, pero por favor, acepta mi petición. Sé el gobernante de Karnak junto a Xiao Zhan.
El hombre agachó la cabeza como reverencia y Yibo se sonrojó ligeramente por la acción, se sentía halagado pero también confundido. ¿Gobernante? ¡Qué sabía él sobre gobernar!
Sin embargo...
—Yo...acepto. —Yibo finalmente decidió.
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Aliens
RandomAmbos curiosos por el mundo del otro. Ambos tan distintos y parecidos al mismo tiempo. El universo inmenso, infinito, lleno de misterios y secretos que ningún ser viviente en toda esa expansión podría alguna vez descubrir. Yibo sabía que no estaba...