Pequeño Artista [Walker #2]

14.- "Bañera"

Anthony Walker

Probablemente, el plan de Dimitry no funcionó.
No lo decía porque algo malo haya sucedido.
Solo que, originalmente, este plan debía seguir sin intervención de mucho alcohol en Eliot o en mi, para que las cosas fueran claras.

Tenía todas las intenciones de confesarme a él hoy, en un momento que ambos estuviéramos solos.

Pero luego de unas horas, él mismo chico que me aconsejó no meter el alcohol en esto, fue el primero que le invitó bebidas a Eliot.

—¡Dios Apolo!— dijo un vampiro bastante ebrio, incado y elevando botellas de cerveza al pequeño —¡Le hago entrega de este tesoro en nombre de Dimitry!

Nos encontrábamos en una mesa pequeña, en la que había varias personas pasando el rato por igual, ya podía ver a los que ya estaban muy tomados, y a quiénes debían cuidarlos. Pero realmente, la estábamos pasando bien.

Eliot lo miró entre risas, y mientras yo pensaba que el castaño solo iba a rechazar su petición, Eliot Callaghan se atrevió a tomar una de esas botellas.

Dió un trago pequeño, pero enseguida dió una mueca rara por el sabor.

Reír burlándome, con una carcajada interna, cerró sus ojos tiernamente y negó con la cabeza, para luego devolver la botella.

—¿No te gusta el alcohol?— pregunté al de ojos café.

—Me gustan más las bebidas que tienen sabores— confesó.

—Creí que eras más inocente que eso, Eliot Callaghan.

Sonrió. —No soy tan inocente como piensas, Anthony Walker.

—¡Dimitry tiene la solución!— gritó el de pecas, tomó del brazo a mi dios griego y lo alejó de mí rotundamente.

¿Y dónde estaba Tristán?

Donde sea que estuviera, yo solo veía a Eliot, no he podido quitarle la mirada desde... Nunca.
No obstante, hoy especialmente no había podido dejar de admirar lo bonito que era, con ese disfraz que se puso, solo me daba más razones para creerlo el chico más lindo que había visto en toda mi vida.

Y cómo no sentirme atraído, si de solo verlo quería arrancarle el vestido y besarlo por todos lados.

Era un hecho que mi plan se arruinó por el alcohol, y lo único que me quedaba hacer, era beber por igual.

Sabía que Dimitry no iba a regresarme a Eliot hasta que hayan bebido más, claramente me gustaría detenerlo y cuidar del castaño, sin embargo, ya le he prometido antes que no lo hostigaría, ni que estaría sobre él queriendo guardarlo en una caja.

Quiero que se divierta, que la pase bien ahora que es un chico alegre y con ilusiones, ya le habían prohibido mucho como para que yo viniera a limitarlo más.

Claro, yo no quería ser un guardián de Eliot, quería arriesgarme con él, encontrar la respuesta a tantas dudas estando a su lado, yo no quería mantenerlo bajo mi protección todo el tiempo.

En síntesis, ya tendré otra oportunidad para decirle todo esto, hoy puede divertirse. Y cuándo note que ya tiene que ir al dormitorio de forma crítica, he de llevarlo.

—¿Problemas en el paraíso?— escuché la pregunta de una voz serena.

Levanté mi vista a otro lugar, viendo a Chadler sonreírme.

—Para nada, siéntate— dije haciéndome a un lado.

El chico que hoy vestía de algún personaje ficticio, me veía sonriente, preguntándome dónde estaban los demás, claramente, ya no sabía del paradero de ninguno.