Soy tu Mayor

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Gustabo no era el unico que despertaba en otra cama que no era suya. El aroma a Vodka inundo su fosas nasales cuando despertó de golpe, observaba por toda la habitación recordando el lugar, busco su teléfono por la cama pero lo unico que encontró fue al Ruso a su lado, desnudo igual que el.

Horacio se toco la cara completa para despertar completamente

-¿Que paso anoche?- se sujeto ahora la cabeza forzando su mente- No me digas que lo hice con Volkov-

El comisario se removió en la cama, Horacio salió con cuidado de las sabanas y permaneció sentado por uno segundos en la cama.

-Ok... si me pongo de pie y caigo o me duele la espalda es 100% que algo paso- Horacio toco el piso con sus pies- Uno... dos... tres- se puso de pie e inmediatamente sintió un dolor en su espalda baja y por el piquete cayo el suelo haciendo ruido que despertó a Volkov de su sueño

-¿Que a pasao'?- se levanto de la cama y la rodeo hasta el otro lado viendo a Horacio tirado en el suelo cubriendo su rostro con una almohada- ¿Esta bien horacio?

-S-si-

Volkov se puso en cuclillas y acaricio el cabello húmedo del menor, se acerco hasta su oreja y le susurro

-Gracias por la noche Horacio, usted se mueve muy bien-

-¿Lo hicimos de verdad?- Horacio levanto la cara de la almohada

-Toda la noche-

-Joder- volvió a dejar caer su cara sonrojada- ¿por que? ¿Qué me hizo?-

-Al principio usted se negó pero después logre convencerlo-

-¿Por que?- lo volvió a encarar desafiante

-Por que soy tu mayor- Volkov mostro su carta a Horacio y dejo un beso en sus labio para después levantarse y entrar en la ducha.

Gustabo se levantaba de la cama estirando su cuerpo. Trato de alcanzar su teléfono que siempre dejaba sobre la repisa a un lado de su cama, pero ¿en qué momento creció su cama? Se arrastró sobre ella buscando tocar la mesita o su teléfono pero parecía que nunca llegaba.

Sé sentó nuevamente y abrió sus ojos después de tallarlos, paseo su vista por la recámara donde estaba, no la reconocía en absoluto, esa no era su casa.

Quito las cobijas encima suyo y se levantó de la cama, abrió la puerta y empezó a andar con cierta rapidez por las habitaciones o pasillos de la casa que era enorme y muy bonita, llegó hasta la puerta principal donde había algunos papeles de facturas y cuentas. Busco entre ellas el nombre y abrió sus ojos como platos cuando leyó el nombre viniendole todo lo que pasó anoche.

-¿prefieres que te fallen ellos o que lo haga yo?-

-no puede ser- cubrió su boca y giro su rostro a la puerta de la habitación cuando escucho su tono de teléfono, dejó caer la facturas y corrió hasta el contestando al instante sin verificar primero de quien se trataba.

-Buenos dias muñeca ¿piensas trabajar o no?- la voz del Super era más ronca todavía

Igual no dejaría manipularse de nuevo, tomó aire, relajo sus brazos y contestó.

-¿Con quién hablo?-

-Superintendente, TU PUTO JEFE-

-¿El caballero para el que renuncie?-

-Quiero tu culo en mi despacho en 30 minutos-

- ¿por qué?-

-Por que trabajas para mi-

-Lo hacía-

-Anormal o vienes o te busco en toda la puta ciudad, no tengo problema alguno-

Gustabo colgó la llamada, busco sus zapatos y con las mismas fechas de anoche fue con las que se presentó con el Superintendente.

No había nadie dentro del despacho así que pasó y tomó asiento donde acostumbraba a hacerlo.

-Estaba apunto de salir a buscarte- La voz de Conway se escuchaba como siempre, seguro le llamó apenas se despertó

-Es un dramático, si no he tardado nada-

-Calla anormal- Tomó asiento en su silla frente a Gustabo

-Sea breve Conway, necesito buscar trabajo para mantenerme-

-No necesitas buscar trabajo nena, Trabajaras para mi-

-Estoy harto de esta comisaría y de usted- soltó acercándose al escritorio

-Lo se y por eso he pensado en ti...-

Pronto se empezó a crear una incomodidad entre los dos y para romperla Gustabo hablo

-¿Qué quiere que haga? ¿Qué le coma la polla? ¿Sexo por dinero? Escuchame Conway- se acercó mas a el- prefiero trabajar de basurero que nuevamente para usted-

Conway rebusco por todo el cuello del menor hasta que encontró la hebra del collar del gafete. En un descuido rápido la tomo y acercó lo suficiente a Gustabo a su rostro, a escasos centímetros de sus labios, sus respiraciones se mezclaban en un baile de tensión.

-ESCUCHAME TU A MI GUSTABIN- Bajo sus gafas hasta su nariz- Trabajaras para mi, te libraras de la comisaría pero de mi no ¿entiendes? O ¿te lo explico mejor?-

Jamás habia sentido tanto poder en su ser como lo hacía ahora, ver colgar su gafete además de su perfecta y oscura corbata lo ponía de una manera... Fijo si vista en la neutra que le mantenía Gustabo, el si que lo ponía demasiado, un AS de picas ahora lo era todo para el.

-Trabajaras en el Casino como incógnito del Superintendente, nadie puede saberlo, no se lo puedes contar a nadie. ¡Trabajas sólo para mi!-

-¿Qué quiere que haga ahí?- Gustabo podría hacerse una idea pero ese hombre era todo un misterio

-Necesito todo tipo de información acerca de quienes tienen las mejores cartas, necesito que descubras sus trampas en cada juego-

-¿Qué se supone que hará con eso?-

Conway solto a Gustabo para ponerse de pie y andar por la habitación

-Necesito saber el punto débil de mis contrincantes para destruirlos desde dentro-

-¿Cuál es su prioridad? ¿Qué voy a ganar yo?-

-La prioridad es saber quién tiene el otro Rey, sobre lo que ganes tu ya lo veremos Gustabin-

-¿Por qué coño tengo que hacerlo yo?- Gustabo se puso de pie

El super desde su lugar mostro su gafete a Gustabo

-Por que soy tu mayor- esbozó una sonrisa perversa y lujuriosa.

Gustabo no sabía cómo veía un Rey a un AS estando ahí solos, podiendo hacer todo lo que le plazca sin rechistar.

Juego de Castas| Intenabo AUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora