Todo o nada

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Gustabo despertaba muy temprano, ese día por parte del Casino les pedían ir más arreglados de lo común, bueno solo deberían ir afeitados y su cabello arreglado. Así que entro a la ducha y cuando terminó ato una toalla a su cadera y se puso frente al espejo del lavabo para empezar a afeitar su poca barba que empezaba a brotar y su  bigote que ya estaba algo largo.

Pasó su mano por su barbilla y por encima de sus labios para sentir su piel suave. Lavo sus dientes y seco su pelo, en la habitación vistió algo de ropa holgada esta vez y salió solo con una tostada en su boca. 

Decidió caminar hasta el Casino que estaba cerca su hogar, además era de día ¿que le podía pasar?

Su teléfono empezó a vibrar y contesto al ver que se trataba de Horacio

-Horacio ¿Qué tal?- hoy estaba de un mejor humor como siempre al comenzar el día

-Gustabo... no puedo moverme-

-¿Que pasa? ¿Está todo bien?- Gustabo se detuvo justo antes de pasar la calle 

-TREMENDA FOLLADA GUSNABO-

Sus mejillas se sonrojaron y se sintió tonto por haberse preocupado

-Serás gilipollas-

-Espera no cuelgues, necesito hablar de mucho contigo-

-ya habrá tiempo, ir ahora tengo el trabajo saturado en el casino-

-¿Por que renunciaste a la policia aquella vez?- 

-Estaba cansado de recibir órdenes del viejo y nunca ser por lo menos agradecidos-

-El viejo ahora no deja de decirme cuando hago algo bien, deberías haber esperado un poco más-

-Seguro ya tiene quien le haga las pájara y por eso va de buen humor-

-Seguro... bien Gustabo me tengo que ir a trabajar ¿nos veremos en el Casino?-

-Tratare de escapar de ahí así que lo más seguro es que no-

-¿Escapar?-

-Seguro Conway irá a jugar y no es que tenga ganas de verlo-

-De acuerdo te llamaré por si gustas que pase por ti a algún sitio-

-Venga-

Colgaron la llamada y cada quien siguió su camino. Cuando empezó a andar para pasar la calle no noto que justo en el momento el semáforo cambiaba a verde, un auto se acercaba a él a gran velocidad pero fue jalado de su gorro de la sudadera hacia atrás haciéndolo caer y al mismo momento al otro sujeto.

-¿E-estas bien?- un chico un poco más alto que el, cabello negro de tez blanca y gafas se puso frente de el tomándole de los hombros. Vestía un traje negro y corbata azul bastante simple, no era tan formal o elegante como los que acostumbro a ver en el Superintendente.

-Si, lo lamento y gracias por Salvarme- el otro sujeto se puso de pie y ayudó a Gustabo a hacer lo mismo

-Pasaba por aquí pero pensé que te darías cuenta del cambio de luz-

-terminaba una llamada y es en lo menos que me he fijado- Gustabo sonrió nervioso 

-Ten más cuidado igual seguro estaré detrás de ti para evitar que algo te pase- 

Gustabo se sonrojó ante las palabras y buscaba ocultar su mirada en otro lugar pero se enfoco en su gafete. Roy, 27 años, hombre, no había cantidad de fichas, tampoco de dinero y su carta un As de tréboles negros. Al menos era un As como el.

-Soy Gustabo García, llámame Gustabo- extendió su mano y el sujeto la tomó

-Roy, puedes llamarme así-

Juego de Castas| Intenabo AUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora