As y Rey

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El reloj del casino marcaba ya las 4 de la tarde, la gente estaba situada en sus lugares y comenzando a jugar. Solo se escuchaban gritos, insultos, botellas, vasos contra las mesas y más piropos para su persona. Habían pasado apenas 30 minutos de que el evento había comenzado y sin duda había gente que lo había perdido todo en segundos.

-Gustabo ¿nos vamos?- Manolo se acercó a su amigo

-De acuerdo, no tardarán en llegar los otros crupieres-

El y Manolo abandonaron su lugar que nadie estaba jugando por el momento y fueron directo al vestidor.

-El jefe me ha recomendado salir con el uniforme-

-¿Por que?-

-La gente de ahí fuera no dudará en hacernos algo al ver que somos unos As's y ya con el uniforme tenemos una especie de seguro como trabajadores del Casino-

-Me gustaría ver el tipo de apuestas y los juego ¿Qué tal si vamos por algo de beber, comemos y regresamos cuando esté apuntó de terminar?-

-Me parece bien-

Gustabo tomó su cartera y móvil y salió junto a su amigo directo a la puerta donde había demasiada gente viendo hacia afuera. Cuando llegaron pidieron permiso para pasar y salir de ahí, tal fue la sorpresa de ambos al ver una gran limosina blanca, que brillaba de limpia y lucia bastante cara y elegante.

-¿Que coño?-

-ES EL SUPERINTENDENTE- se acerco Segismundo a ellos

-¿Q-que?- Gustabo tomó de la mano a Manolo y empezó a correr antes de que lo viera salir de ahí pero la suerte no corría de su lado. 

Choco directamente con su cuerpo delatándolo, levantó su mirada hasta la del Super que era más alto que el y sonrío tímidamente.

-Co-compermiso nosotros nos retiramos-

Tras sus gafas la preciosa imagen que observaba al ver a ese chico mas bajo que el vestido en su uniforme de crupier que tanto ansiaba ver su parte mas fetichista de el. Lucía bastante bien, resaltaba tan apetecible cuerpo que siempre había guardado bajo sus ropas grandes y holgadas que mas de una vez pensó en destruir con sus propias manos o dientes dependiendo que tan desesperado se encontrara en la situación.

-Super nena que bueno verte por aquí- lo sostuvo del brazo antes de que pasara de el 

-Superintendente me parece increíble la confianza que puede tener cualquier persona con la que se topa hasta incluso por primera vez-

-¿Primera vez?.... ¿no te acuerdas de nuestra primera vez?-

Ambos se sonrojaron por la mala forma de expresarse de Conway y la mala jugada que le había dado su mente a Gustabo

-La primera vez que hablamos ese día que te metí en federal por quererte hacer el lucido con ese atraco-

-Me ofreció trabajar para usted, claro que lo recuerdo- si Conway atacaría de esa manera el también lo iba a hacer, además era buena excusa para cambiar el momento incomodo de antes.

-Claro necesitaba alguien que me hiciera las pajas-

-Al parecer alguien se había cansado de hacérselas- Gustabo lo vio con mirada demandante y Conway lo hacia de igual manera iniciando una lucha intensa de miradas 

-Tu trabajo termina hasta esta noche, así que mueve el culo a esa mesa-

El Superintendente soltó la mano de Gustabo y entro al establecimiento donde tomaría su lugar reservado, exacta y afortunadamente no en la mesa de Gustabo. Al parecer la falta de comunicación les jugó una mala pasada, tanto para desconocer el lugar que tomarían.

Juego de Castas| Intenabo AUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora