Te imaginas nunca morir, nunca envejecer, una bendición. Pero que pasa cuando vez a la persona que amas morir?. Ya no es bendicion, ya es maldición, más cuando no puedes hacer algo por cambiar las cosas, eso es lo que se enfrentan rubius y Willy, ve...
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NARRADORA.
Era un nuevo día, aunque no para karmaland. La hermana oscura ya había pedido el control, ambos albinos en desquite de perder su amador, explotaban partes de karmaland. Fargan a intentado de todo para parar a sus hermanos oscuros, pero no lo logras. Y agradecía cuando lila llegaba y le ayudaba, pero está también tenía sus problemas.
Los dioses han intentado seguir con las "bendiciones" más que la criatura prohibida había desaparecido, era una oportunidad perfecta. Pero lila no permitiría que siguieran con eso.
En otra parte.
Cierta chica estaba sirviendo le de comer a un niño de 5 años, su cabello estaba algo desordenado.
-samu cariño -en su mano apareció un cepillo de cabello y empezó a peinarle sus cabellos al niño.
El oji-violeta solo comía su desayuno dejándose arreglar.
- debes arreglar tu cabello antes de comer.
-pero mami si tía reny no lo hace.
-ella por qué es mayor y muy desordenada, y tú no cariño, eres demasiado ordenado.... - paro de peinar por unos segundos- más que yo -escucho la risa del niño- de que te ríes hada? -el cepillo desapareció y empezó a hacerle cosquillas al pequeño.
- mamá no!
Ellos siguieron un rato así hasta que les dolió el estómago por muchas risas. Sam siguió comiendo mientras Melanie terminaba de cocinar su desayuno.
En eso se escuchó el ruido de eun aleteo
-1...2...3
La puerta fue abierta de una patada.
-donde está el hada más hermosa de todas!? -hablo la amiga de Melanie.
- tía reny!
La oji-rubi fue a la cocina y le dio una caja de regalo bien envuelto, al niño que no tardó en abrirlo y dentro había un peluche de un unicornio morado.
-como se dice Sam -hablo la chica para dejar su desayuno en la isla que estaba ahí.
-gracias tía reny.
La mencionada solo le revolvió los cabellos, sintió la mirada de su amiga, entendió que tenía que salir de ahí rápido.
-sabes, olvide a Tom...-y era cierto, se dio un facelpam y salió corriendo.
La oji-gris soltó un suspiro y en su mano volvió aparecer el cepillo para caballo y volvió a arreglar los cabellos de Sam.
-por que no puedo salir de el barrera -hablo el niño.
