Capítulo III

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"Una promesa de dos"

Un nuevo día comenzaba, el rubio caminaba por las calles de konoha acompañado de su equipo, ya que le habían ido a buscar para llevarlo a la torre del hokage, el peli plata estaba preocupado por su alumno ya que desde que lo habían ido a buscar no había dicho ninguna plabara, nisiquiera había echo ningún ruido, no había provocado una discusión con el azabache, y eso lo asustaba más ya que el era el que siempre calmaba el ambiente con sus bromas, gritos o gestos, pero se podía persivir la tensión en el ambiente, hasta que cierta pelirosa decidió romper el silencio.

- Esto es absurdo, kakashi-sensei por qué tenemos que ir con el? -exclamó la peli rosa fastidiada que la metieran en un tema que para ella era "ridículo" y simple berrinche del rubio-

- Somos un equipo sakura, tenemos que apoyar a Naruto, además el siempre nos apoya a nosotros en momentos difíciles, ahora nos toca a nosotros apoyarlo en su momento difícil -aclaró el pelo plata, ya que le extraño la pregunta de su alumna-

- Naruto no es un bebe como para que lo estemos cuidado, yo tenia cosas que hacer hoy y usted llega como si nada a sacarme de mi casa para venir hablar de un criminal que según para naruto es una persona especial -añadió la peli chicle con fastidio, ya que no quería formar parte de eso- tu que piensas sasuke-kun?

- Yo pienso que deberías cerrar la boca -exclamó el azabache ya arto de los reclamos de la peli rosa- kakashi tiene razón naruto siempre nos esta apoyando, ¿que tiene de malo estar a su lado?, si tanto te molesta puedes largate nadie te detendrá -finalizó el azabache para acelerar el paso quedando al lado del rubio, quien no había dicho nada en todo el trayecto-

Llegaron a la torre del hokage, kakashi tocó la puerta, hasta que resivio una respuesta entraron a la habitación y ahí se encontraban tsuande, jiraiya y iruka-sensei, el cual al ver al rubio entrar corrió aprisiondolo en sus brazos en un abrazo paternal.

- Naruto no sabes lo preocupado que estaba, jamás vuelvas hacer eso o me dará un paro cardíaco -exclamó el Moreno, sacándole una leve sonrisa al rubio-

- Jeje lo siento iruka-sensei, pero la curiosidad de saber más de él me ganó -Añadió el rubio con una sonrisa nostálgica al recordar a yuji-

- Y esa curiosidad pudo averte costado la vida -exclamó la rubia con una mirada seria, volviendo a tensar el ambiente-

- tsunade.. -trato de tranquilizarla el peli blanco pero fue inútil ya que la rubia se había levantado de su aciento dirigiéndose con el rubio-

- Te estabas metiendo en la boca del lobo naruto en que pensabas!? -grito la rubia con furia mientras se paraba enfrente del escritorio con pose firme ante el rubio-

- No lo entiendo, se que cometió varios delitos que no tienen perdón... -dijo algo triste el rubio ya que sabía que yuji no era inocente de nada- pero aún a si, el no era mala persona! De verlo sido ubiera aprovechado en matarme o quitarme a kurama cuando estaba inconsciente -añadió el rubio tomando una postura seria para que tomarán encerio sus palabras-

- Confías muy rápido en las personas que te prestan atención naruto, con sólo darte un poco de cariño caes ante sus pies como un perrito que necesita que lo mimen, pones en riesgo tu vida solo por un cariño que no se te dio desde pequeño no seas idiota! -grito la rubia con rabia-

Naruto habrio los ojos como platos ante lo dicho, sintiendo que algo dentro de su pecho se rompía, bajo la mirada sin decir palabra alguna tsunade al percartarce de lo que había dicho se cubrió la boca con sus manos arrepentida de sus palabras, todos miraban la escena con caras de asombro y preocupación.

El Renazer De Un Clan (En Curso)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora