🎭 ࿐ Capitulo Tres

667 120 33
                                    

Estaba felizmente en mi amada cama. Era sábado y quería dormir hasta tarde, pero en serio deseaba dormir hasta tarde. O sea, estaba bastante cansado, el clima estaba perfecto, y mis almohadas colaboraban para que me sienta cómodo.

Sin embargo, nunca tenía suerte. Es como sí el universo me odiara y le fascinara estar en mi contra; Los gritos de Yeonjun me despertaron y no eran gritos leves, sino que gritaba tan eufórico como si no hubiera un mañana. ¿Qué era lo qué le tenía tan emocionado?

No, tengo una mejor pregunta, ¿Cuál era la emoción de ese idiota para interrumpir mis sueños?

Irritado me levanté de mi cama. Estaba tocando fondo, y ahora mismo me encargaría de ponerle un alto. Caminé dispuesto a bajar las escaleras y observar lo que sucedía primero.

Y estaba mi madre y Yeonjun, pero no solo eso, no.
También un maldito perro en los brazos de ese maldito mal nacido.

Joder, detesto a los perros de una forma imposible de describir. Pero lo que no entiendo, es por qué había un perro dentro de mi casa.

¿Qué hice yo para merecerme tal miseria?
Estaba apunto de bajar para agarrar ese perro y tirarlo fuera de mi hogar junto con Yeonjun, y si mi madre me dice algo, pues ella también iba a parar a fuera.

-¿Crees qué Soobin lo recuerde?- Cuestionó mi madre.

¿Recordar qué? ¿Por qué hablaban de mí ahora? Encima a mis espaldas, que ofensa.

- Ojalá cuando lo vea recuerde hasta el día en que me conoció.- Suspiró Yeonjun con anhelo.

No entiendía nada de lo que se refería.

-¿Qué sucede aquí?- Comencé a bajar las escaleras mirándolos fijamente con total seriedad.

Mi madre sonrió de una forma rara y comenzó a tartamudear. Yeonjun tenía al perro en sus brazos con nerviosismo en busca de disimular una gran sonrisa.

- Soobin, te presento a Sunny, es mi perro. Lo trajeron de Inglaterra.-

- Aleja ese saco de pulgas ahora mismo si no quieres que lo convierta en un abrigo de piel para cruela de vil.-
Al instante Obedeció.

- Aam... Hijo, ¿No te parece familiar este hermoso cachorro?- Pregunta mi madre.

- Es un bulldog Inglés, conozco a los de su raza.- Respondí sin ganas.

De inmediato mi madre miró desanimada a Yeonjun, y él parecía estar el doble de triste.
Al fin dejaba de sonreír de una buena vez.

Que satisfactorio fue ver esa expresión en su rostro, aunque no sabía el porqué.

- Bien... ¿Quieres desayunar? - Cuestionó mi madre.

- No, iré a la casa de Beomgyu y más vale que cuando vuelva, ese perro ya no esté aquí.- Apunté al perro con desprecio y volví a mi cuarto para vestirme de una forma más agradable para ir a la casa de mi amigo.

- ¿Estás diciéndome qué Yeonjun, trató de acostarse contigo?- Cuestionó Beomgyu con su ceño fruncido.
Yo solo asentí indignado al recordar lo que había sucedido ayer.
-¿Estás inventando eso para que odiemos a Yeonjun o algo así?- Volvió a cuestionar pero el doble de confundido.

-¡No! No estoy haciendo ninguna broma. Yeonjun se acercó y me hizo tocar su cintura, mientras que el infeliz estaba en ropa interior y me besó la maldita boca.- Exclamé casi a punto de estallar porque ya era como la octava vez que le decía esto a mi amigo, pero seguía sin creerme.

- Taehyun me dijo que ellos dos estuvieron juntos toda la tarde, así que es obvio que te lo estás inventando.- Se quejó mi amigo.

Así que ese mocoso planeó todo. Pero entonces ¿Taehyun era un cómplice de él?
Porque estoy muy seguro de que Yeonjun no había ido a ningún lugar ayer, bueno, yo no había salido de mi cuarto en ninguna ocasión porque no quería encontrármelo, pero no he escuchado a alguien abrir la puerta para entrar o salir.

- ¿Le crees a Taehyun en vez de a mí? Creí que éramos los mejores amigos.-  Le reproché

- ¿Y por qué razón Taehyun me mentiría?- Volvió a preguntar cruzándose de brazos.

- No lo sé, ¿Tal vez por qué es cómplice de Yeonjun? Solo deja de pensar con el pene y concéntrate en lo que te dice tu mejor amigo.-

-¿Con el pene? ¿Por qué rayos dices eso?- Se ruborizó por completo.

- Beombyu, te gusta Taehyun, eres muy obvio.- Bufé rodando los ojos.
Sus nervios se hicieron presentes al exponerlo de tal forma.

- N-no sé de qué me hablas.- Mintió.

- Bien, si eliges no creerme entonces te haré la ley del hielo.- Me fui de su casa el doble de indignado.

En definitiva estaba solo en esto. Yeonjun ya había hipnotizado a todos con su falso encanto y tal vez podría contarle lo que me sucedió a Kai, pero no quiero decirle que el chico nuevo trató de seducirme, después de que lo rechacé.

Era más que nunca que me sentía perdido, frustrado y confundido.
Sentía que todos estaban en mi contra y no sabía que hacer.
Pensar esto en un parque tampoco era muy agradable como creí que sería. Pocas personas me miraban con pena y como dije antes, me incomodaba llamar la atención.

Estaba distraído mirando el pasto, pero pude sentir como alguien se sentaba a mi lado. Giré mi cabeza curioso, y no era una persona.
- ¿Tú qué rayos haces aquí? - Le pregunté al perro de Yeonjun, quien al igual que el resto, me miraba con pena.

- Dime que tu tonto dueño no vino contigo.- No podía creer que estaba hablando con un perro.

- Espero que no te importe, pero quiero estar solo. Además de que odio a los perros, haces que mi día sea aun más horrible.- El ladró y se recostó en la banca desanimado.

-¿Acaso estás sordo o no eres muy inteligente?- Cuestioné.
Podría actuar como una persona normal y agarrar al perro y sacarlo de la banca con mis propias manos, pero como no lo soy por el simple hecho de que ni siquiera me gusta tocar a los perros.
Entonces pensé una solución más simple, irme yo.

Me levanté de la banca y al dar tres pasos oí mi nombre. Volteé y él estaba ahí, Yeonjun.
Sonriente se acercaba a mí.
-¿Acaso me estás siguiendo?- No me sorprendería.

- No, en realidad estaba paseando a Sunny por el parque. ¿Quieres acompañarme?- Preguntó como si nada.

¿Acaso había olvidado cuando me humilló ayer de una forma tan... Sexual?

- Iría a cualquier lugar menos contigo.- Sonreí con hipocresía y me volví alejar.

-¡Espera, Soobin! Quiero hablar contigo.- Sostuvo mi brazo. -No soy todo lo que tú crees. En serio, soy una buena persona. Si me recordaras...- Cayó al instante.

Lo miré confundido... Ahora que lo pienso bien, todo esto era extraño ¿Por qué mi familia y él siempre hablaban a mis espaldas? ¿Por qué preguntaron si recordaba el perro?

-Lo siento, recordé que Sunny...- Quiso huir, pero esta vez fui yo quién sostuvo su brazo.

-Mejor para ti que me digas ahora mismo que es lo que escondes tú y mi familia.-

-S-Soobin, me lastimas.- Mi agarre era bruto, pero no podía controlar ninguna parte de mí al darme cuenta que todos estaban ocultando algo.

-Dime.- Exigí

-Esta bien, esta bien.- Respondió zafándose de mi agarre y suspiró  - Choi Soobin... Dije que no soy lo que tú crees, porque yo soy tu novio.-

- ¿Qué?-

❝ Damn Brat ❞ SooJunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora