𑁍- Aizawa

2.9K 408 205
                                    

જ 𝗁. 爱 ✦𝗐𝗼𝗻𝗴 ! 🌬️◠

Una pequeña pérdida no es más que el ensayo para afrontar una gran ausencia.

Una pequeña pérdida no es más que el ensayo para afrontar una gran ausencia

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

🌨️

A finales del mes, empezó a llover. Lluvias torrenciales llenaron la presa de la ciudad y pintaron de una verde más vivo las copas de los árboles. Nadie sacaba ya las sillas a los portales. Todos buscaban refugio de una techumbre dónde contemplar las gotas de agua reventando en los cristales. En ese lugar reinaban los truenos. Y algún rayo.

Con dificultad, cubierto por un paraguas viejo al que se le veían los alambres, Aizawa arrastro sus pasos hacia Katsuki, o lo que quedaba de el. Prácticamente, se había vuelto como un muñeco vivo, no importa si hacía mucho calor o mucho frío, si lo lastimaban más de la cuenta en los entrenamientos. Y ahora está ahí. Bajo la lluvia empapándose por completo, miraba enfrente, a través de un cristal.

Aizawa llegó a su lado, miro a dónde el miraba. Estaban unos jóvenes conviviendo entre risas, familias queriendose mientras tomaban un chocolate caliente. Se le partió el corazón pensar que Bakugo quería aquello y suspiro, le colocó el paraguas y lo abrazo, se imagino que Bakugo lo hacía igual y se aferraba a el como un niño, pero era solo eso, su imaginación por el que rubio no se movió para nada. Aizawa lo quería como un hijo, o al menos eso lo pensó hasta ahora, antes, lo veía como un niño mimado. Lo notaba, el corazón de uno de sus “retoños” ya no latía. Sencillamente de había secado. El agua no lo saciaba. El agua no lo mojaba. El chico, a su modo, se marchito. Quería al chico, pero el ya no aceptaba eso, pensaba.

Aizawa se sintió vacío. Estúpido. Imbécil. Y si pudiera poder expresar más, las palabras no alcanzarían. Si hubiera tenido la certeza de enfrentar algo así de semejante, hubiera sabido reconocer el miedo.

Por qué ahora que quería amortiguar todo ¿Sentía que era demasiado tarde?

¿Por qué tenía un mal presentimiento cada vez que miraba a Bakugo?

El miedo le trepaba por la columna y se le quedaba en la nuca, hiriendolo de muerte, haciendo que desconociera al ser frente a el. Veía a la sombra en que de estaba convirtiendo Katsuki, su Katsuki, y no podía creerlo. La identidad de ese joven le resultó desconocida. Katsuki ya no era Katsuki. Todo de el había sido reemplazada por un ser ajeno, extraño. Verlo así fue aterrador. Doloroso. Insoportable. Busco la parte de su alumno que aún amaba y la desterró del cuajo, arrancándose la felicidad del cuerpo.

Bakugo acepto su nuevo yo desde hace mucho. Acepto lo que pasaría y sentir el abrazo de su profesor lo reconfortó un poco más, estaba esperando pacientemente la noche, la mañana y la tarde, estaba esperando el nuevo día.
A veces creyó ver sombras de una vida vivida. No alcazaba a distinguir formas, ni figuras, ni nombres, ni rostros. Un revoltijo de recuerdos amalgamados en desorden. Sin un antes ni después. Imágenes desenfocadas, confusas. Katsuki olvidaba. Olvidaba todo. No sé acordaba de su fortuna, ni de sus días en libertad. Pero en alguna parte de su ser, sin distinguir su cerebro o sus raíces, sabía que no había sido un sueño. Tampoco una pesadilla. Lo sabía por qué aún podría sentir un poco de amor de sus padres, de sus compañeros, de su maestro en su pecho. Y eso, no lo sabían.

— Quiero chocolate caliente... — murmuró bajo.

— Vamos a los dormitorios, te preparo chocolate y vemos una película con tus compañeros — ofreció Aizawa acariciando su hombro.

Bakugo asintió, para comenzar a caminar con el directo a los dormitorios, entraron y notaron a todos sentados en la sala. Cuando los miraron se levantaron con rapidez, asustados por ver a Bakugo todo empapado.

— ¡Kacchan, estás todo mojado! — se acercó Deku para tomarlo en brazos.

— Ve a que tome un baño y se coloque algo cómodo y caliente, Sato ayúdame a preparar chocolate caliente para todos, los demás elijan una película — ordenó Aizawa para dirigirse a la cocina.

Todos obedecieron y comenzaron a elegir una película que le gustaría a Bakugo, al final decidieron Avengers. El rubio se dejaba cuidar por Deku, le colocó una suéter de oso pomposo y lo llevo hacia la sala estilo princesa. Momo se sentó a su lado y colocó la cabeza del chico entre sus pechos para acomodarlo.

— ¿Tienes frío? — pregunto Momo acariciando los cabellos del chico con tanta delicadeza, teniendo de que se rompiera ahí mismo.

Katsuki asintió lento, con sus ojos entrecerrados. Uraraka rápidamente lo acobijo con varias mantas. Poco después llegó Aizawa con varias bandejas con vasos llenos de chocolate.
Le dió a cada uno una taza y se sentó a lado de Bakugo, subiendo las piernas de este sobre sus muslo y le dió la taza, Bakugo agradeció con su mirada.

Todos comenzaron a ver la película, entre pláticas y risas, Bakugo hablaba de vez en cuando siendo abrazado por la pelinegra. Se sentía a gusto, se sentía feliz de poder convivir una vez más con sus amigos.

El viento aminoró paulatinamente al mismo ritmo que el corazón de Aizawa al ver al chico cómodo con ellos, pero no sé sentía seguro. Miraba huraño. Con recelo. Y entonces, una vez se hubo calando el viento y el frío volvió a cubrir todo con su manta, Bakugo cerro sus ojos, escuchando la voz de sus compañeros. Aizawa lo sintió perfectamente, y cerró los ojos para verlo en su condición verdadera. Entonces pudo oírlo. Su voz, imperceptible a los oídos de quién no conoce el amor, acaricio su alma. Lo abrazo. Las lágrimas de su profesor mojaron aquel abrazo. Fue su forma de decir hasta siempre.

Había llegado el momento de separarse de ellos y de la vida en dónde estuvo cobijado. ¿Para qué? Quien sabe. Quizás para sentir, para andar, para ser más allá de un héroe, aunque ahora —visto lo visto— Katsuki pensaba que jamás lo había conseguido del todo. Tal vez se le había dado la oportunidad de vivir solo un instante para amar, querer y entender a las personas, para alegrar las vidas de gente sin ilusión. O tal vez, por qué el milagro de la vida se manifiesta de las maneras insospechadas y en formas que no siempre se pueden entender.

Bakugo le susurro en el oído, Aizawa se erizó como un gato. Katsuki le dijo:

No hay nada que arrepentirse.

Cuando Shota abrió los ojos, Bakugo estaba siendo abrazado por todos su compañeros al decir que tenía frío.
Aizawa sonrió tembloroso.

Lo habían ayudado, habían intentado darle vida, pero Bakugo Katsuki ya les había dicho un adiós.

Bakugo miro la cámara nuevamente, enseño una figura del héroe EraserHead y la colocó contra su pecho.

— El héroe EraserHead, fue un gran padre para mí, me cuido mucho y le agradezco eso. Por favor, golpee a los chicos si hacen travesuras — soltó una risa — haga que aprendan a ser unos buenos heroes, no deje que Deku se rompa los brazos cada que quiera. Gracias por todo profesor. A Aizawa Shota le regaló una inseguridad al saltar y el honor de poder decirle papá...

જ 𝗁. 爱 ✦𝗐𝗼𝗻𝗴 ! 🌬️◠
09.12.20

¿Les gustó este capítulo?💗

¡El próximo capítulo es el final! 💐

Cuidense mucho y recuerden que los amo, les mando besitos.

Me doy cuenta que tengo muchas faltas de ortografía JAHSJAJA.

، 𖧧࣪ - 𝘩𝘰𝘯𝘯𝘦! Donde viven las historias. Descúbrelo ahora