;Apoyo y destino; Resubido.

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Tuve que resubirlo por qué Wattpad lo colocó mal.:(

જ 𝗁. 爱 ✦𝗐𝗼𝗻𝗴 ! 🌬️◠

La señora Mitsuki y el señor Masaru se encontraba frente al director Nezu y el profesor Aizawa. Bakugo estaba fuera esperando a que salieran y pudiera descansar un poco, se sentía agotado.

Después de cierto tiempo, todos los presentes salieron sin mirar a Bakugo, la señora Mitsuki se disculpaba por el comportamiento de su hijo y termino por decir un “volverá en tres días, no se preocupen”.
Abrió sus ojos con sopresa, lo habían suspendido por su mal comportamiento, era bastante irreal. Se levanto y comenzó a caminar junto a sus padres, el en medio haciéndolo pequeño, chiquito como un capullo tímido.

Subieron al auto y después de unos momentos de silencio su madre comenzó a vociferar palabras hirientes, enojada por las quejas que el profesor dijo de su hijo.

— ¡Si serás estúpido! — le espetó — Nunca supiste estarte lejos de las broncas de los demás.

— Cariño, calma... — le pidió Masaru.

— Cuando lleguemos a casa me vas a escuchar Bakugo Katsuki.

Y nuevamente ese silencio horrible que hacía a Katsuki temblar, al llegar los tres bajaron al mismo tiempo y se dirigieron al interior de su casa. Katsuki de solo entrar corrio hacia su habitación pero los gritos de su madre lo hicieron parar, se quedó estático y respiro miedo.

— ¡¿Que te sucede Katsuki?! — pregunto su madre acercandose a el tomándolo de los hombros.

— No pasa nada — murmuró temblando.

— ¡Entonces por qué actúas como un niño caprichoso! Deja de ser un idiota y compórtate como lo que eres, me decepcionas tanto.

La tristeza se apoderó de Bakugo, la desesperación volvió a sucumbir, sus ojos se llenaron de lágrimas y tomo las manos de su madre, las beso con calma y las acaricio. La miro y noto su mirada de sorpresa le dedicó una sonrisa y se apoyo contra su hombro. Ya no podía más, estaba tan cansado, quería dormir.

Llevo millones de años intentando considerar la idea de ponerme a escribir algo sobre ti y para ti creo que siempre me bloqueé ante el tema porque me daba pánico lo que pudiera salir de mi cabeza — comenzo a hablar de forma lenta—  de mi corazón
porque te quiero demasiado y me horrorizaría la posibilidad de hacerte más daño todavía
porque me quieres demasiado y esas cosas marcan y duelen porque hay amores tan profundos que son insanos por naturaleza
yo ya voy sabiendo mucho de eso la vida se está encargando de enseñarme y estoy pagando un precio monstruoso por ello — respiro profundo y acaricio el cabello de su progenitora.

¿Qué se siente al ser la madre de una rata como yo? ¿Y al partirse la cara por un cobarde un millón de veces? ¿Por qué se lucha durante tantos años por un canalla? ¿Por qué se le defiende contra viento y marea?— pregunta tras pregunta, con miedo a la respuesta, pero no le dejo hacerlo.

Mitsuki tapo su boca y tomo el cuerpo de su niño, acaricio la mejilla Del muchacho ¿Qué ocurría? ¿Desde cuándo su estrellita dejo de brillar? ¿Por qué su pecho se sentía tan arrepentido?
Lo único que pudo hacer es llevarlo a cama y taparlo, dejarlo descansar y ver lo que ocurría en su casa y en la escuela.

Los días fueron nublados.

El cabello de Bakugo dejo de brillar.
Se volvió opaco, sin matices, reseco. Katsuki dejo de ver a sus compañeros convivir en el jardín. Dejo de hablar. Su voz se subió en un mutismo quebrantado tan solo para suspirar. Se quedaba quietecito, viendo al cielo, débil y aburrido. Al darle de comer, Mitsuki le hablaba quedito: «no se me ponga triste, mi muchachito». Pero Bakugo ya había perdido la sonrisa. Su piel rosacea y blanca se volvió amarillita en la punta de los dedos, Masaru entro en pánico al pensar que su niño estaba muriendo. Quiso llorar de solo pensarlo, su niño no tenía por qué morir, tenía que cumplir sus sueños.

En su salón, todos contemplaban horrorizados como Bakugo se consumía, ya no gritaba, ya no ponía atención en clase, no comía, siempre estaba en su asiento mirando a la nada. Cada día se marchitaba más. No comía los guisos que le preparaba su madre, ni la fruta rapada con cuchara que le daba Momo cada día. Su cuerpo adelgazo y en los vestidores, los chicos notaban sus costillas, Izuku quería llorar de solo verlo, Shoto sentía una punzada en su corazón al verlo de esa manera.

Se fue inclinando, como un árbol jorobado.

Trataron de animarlo, los que fueron la bakusquad ahora trataban de hablar con el, se sentaban a su lado y conversaban, le preguntaban cosas pero nada, Katsuki se mantenía mudo, miraba su libreta, los ignoraba olímpicamente.

Pero no se iban a rendir, lo apoyarían y lo sacarían adelante, paso a pasito.

Pero ¿Por qué hasta ahora que ya era tarde?

Katsuki caminaba por la calle tranquilo, escuchaba músicas y miraba la acera como si fuera lo más interesante del mundo. Hasta que algo llamo su atención, era un pequeño puesto, una cortina color morada decoraba la puerta y un cartelito está colgado.

“Curandera y bruja del destino.
¿Quieres saber tu futuro?
¿Tu suerte?
Ven.”

Se quedó mirando el lugar y sintió la necesidad de entrar y lo hizo. Se adentro al lugar oliendo la canela por todo el lugar y el piso era resbaloso. Sintió su cuerpo recobrar energías.

— ¡Buenas tardes!
De pronto una viejita jorobada, de cabellos blancos y varios suéteres encima salió.

—¡Oh, jovencito! ¿Que le trae por aquí? Soy Naru — mencionó amablemente, para acercarse a darle un cálido abrazo. Bakugo sonrió por tal acción, era tierno — Venga, venga, póngase cómodo — lo adentro a un cuarto y lo sentó frente a una mesita con un cenicero, se sentó enfrente de el y mostró una sonrisa — Así que tenemos un problema de fe — soltó de pronto.

La curandera se puso de pie. Y sin avisar tomo una mano del chico y la llevo al cenicero manchando la palma de las cenizas. Bakugo reprimió un salto. Su corazón comenzó a latir de pieza. Luego, la señora acarició con sus pulgares, con los ojos cerrados y una respiración errática, de pronto lo miro y dijo muy seria:

— Las almas en pena son muy débiles en invierno, mi niño.
  Bakugo se dejó invadir por la mirada de Naru.

— Yo no creo que soy...
— No lo creas, lo eres mi niño, piense.

Minutos después, a pesar del temblor del chico, Naru procedió a hacer sus embrujos, sus mensajes, sus rezos. Prendió fuego a las cenizas y de esta salió un humo totalmente negro, de pronto se comenzó a mover, dejando ver un pico, un mounstro y una calavera. La anciana miro horrorizada.

— ¿Que pasa? — pregunto confundido.

— El destino es cruel...

Y el humo se adentro en la boca y narices del chico, haciéndolo retorcerse. Cerro sus ojos con fuerza e imágenes comenzaron a salir, tembló de miedo, sollozo de dolor, sentía que explotaría. De pronto volvió a reparar, abrió sus ojos y se abrazo a su mismo.

— ¿Es mi destino? — sollozo bajo.

— Los dioses decidieron eso... Nunca estaremos preparados para aceptarlo.

Y Bakugo grito con todas sus fuerzas, en frente de Naru, quien sonreía con pena, era solo un chiquillo.

જ 𝗁. 爱 ✦𝗐𝗼𝗻𝗴 ! 🌬️◠
08.12.20

Solo faltan 3 capítulos.

Los amo mucho, cuídense.💗

، 𖧧࣪ - 𝘩𝘰𝘯𝘯𝘦! Donde viven las historias. Descúbrelo ahora