2.- El Entrenamiento

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De los 5 nombrados sólo 3 se sorprendieron, Mikasa había deducido de antemano que si su capitán iba a entrenarla personalmente tendría que estar en su escuadrón, Eren, por su parte admiraba a el azabache, pues pensaba que aprendería más de él.

Después de terminar con el anuncio el comandante de la legión tomó asiento, haciendo trío con Levi y Hanji.

Mikasa miraba al capitán, tenía ese aspecto de molestia, pero dejando eso de lado, era realmente atractivo, muy fino en sus facciones y su color blanco, casi pálido en la piel, daba un toque de fineza al capitán.

Detuvo en seco sus pensamientos, ¿En que estaba pensando?, ¿Viéndole lo atractivo a el capitán?, era un viejo bueno, realmente nadie sabía exactamente su edad, y aparte era di ficil calcularla.
Apartó cualquier pensamiento sobre su capitán y líder de escuadrón y se dispuso a seguir comiendo.


Había caído la noche, lo que significaba la hora de entrenamiento de el capitán, salió a correr durante la noche, y cuando regreso des pues de un par de kilómetros se dispuso a hacer flexiones, era fuerte, casi 300 flexiones cada vez que hacia, básicamente sin cansarse, sentafillas y abdominales.
Se miró al cuerpo, comía lo suficiente y hacia ejercicio pero aún asi tenía esa complexión delgada y parecía no subir de peso, cosa que atribuyó a la falta de sueño.

Después de terminar, entró al castillo de la legión de reconocimiento , fue a su habitación y entró a darse una ducha e intentar dormir, realmente no conciliaba el sueño en su cama, cada vez que se acostaba los recuerdos de ver el cadáver de su madre por dias, lo asaltaban, era imposible, así que hacia lo de siempre.
Dormir en su escritorio, era incómodo, pero al menos le permitía de 2 a 3 horas de sueño.
Se colocó en su escritorio y intentó dormir, después de casi una hora de intentarlo, lo logró.




4:40 a.m.

Mikasa había dormido muy poco el hecho de que iba a entrenar con el "Soldado mas increíble de la humanidad" y que era ese enano realmente la ponía nerviosa, se levantó de la cama, se arregló, se puso unos pantalones cómodos para entrenamiento, un top blanco y se dirigió al campo de entrenamiento.

Al llegar se encontró con un Levi que se veía muy diferente a lo usual, traia una camiseta sin mangas blanca, que dejaba en vista sus bíceps bien marcados y unos shorts negros, estaba recargado en una pared de el castillo.

-¿Estás lista?.
Corto el silencio en cuanto la vió.

-Si capitán.

Simplemente le hizo una seña para que lo siguiera y comenzaron a correr, entraron al bosque corriendo varios kilómetros.
Llegaron al centro de un bosque, Mikasa pensó que habían recorrido unos 5 kilómetros.
Sin hablarle, Levi se tiró y corrió de vuelta al castillo.

"¿Siempre es asi de distante?."

Cuando llegaron al castillo Mikasa estaba completamente sudada y jadeando.

-Toma.
Levi le tendió una botella de agua.
-Toma, refrescate la boca y escupela, si la tomas vas a vomitarla.

Mikasa hizo caso a lo que le dijo su superior, mientras tomaba y escupía su superior se ponía vendas en las manos .

-Bien, ahora es combate cuerpo a cuerpo, ¿Tienes guantes o algo?.

-No capitán.

-Toma.
Le tiró 2 rollos que tenían vendas.
-Pontelos.

Mikasa se sintió apenada.

-Capitán...
Le llamó.

-¿Qué sucede?.

-No... no se como ponerme esto.
Estaba completamente sonrojada.

-Tch, ven aquí.

Mikasa se acercó a su capitán y este le tomó las manos para comenzar a colocarle las vendas, colocando la tela blanca entre sus manos.

Mientras Levi le colocaba las vendas, gracias a que estaban muy cerca Mikasa lo miraba detenidamente.
Había caído en cuenta que sus ojos no eran negros, si no que eran de un azul intenso, también notó que no era viejo, sólo que su expresión facial no le ayudaba, de hecho, parecía muy joven.

Mikasa se quedó viendo demasiado tiempo a su capitán, cosa que no pasó desapercibida.

-Mikasa, ¿Estas aquí?.

El hecho de que el capitán nunca gritara era algo aterrador.

-Si capitán, lo siento.

-Da igual, empecemos.

Y así ambos azabaches se colocaron en posición de combate

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Y así ambos azabaches se colocaron en posición de combate.

Mikasa comenzó atacando, sólo para caer inmediatamente al piso, se volvió a levantar y volvió a atacarlo, volvio a caer al suelo.

Y así una, y otra, y otra, y otra vez.

Mikasa se hartó.

-¿No vas a atacar?, ¡Ataca!.

Mikasa no pudo reaccionar cuando vio que ya tenía el puño de Levi en el estómago y cayó al suelo inmediatamente, y no se pudo levantar.

-Mierda.

Levi sin preámbulos la cargo de forma nupcial y la llevo al castillo.

-¿Y Hanji?.

-N-no está capitán.

-Tch.

Levi no tuvo otra opción que llevarla a su habitación.
Una vez allí la acostó en su cama y luego la quitó.

-Esta asquerosa.

Su primer instinto fue el que siguió, bañarla, comenzó a quitarle la ropa.
Levi realmente no tenía vergüenza, pues ya había bañado a Hanji una vez.

Una vez desnuda, trajo una silla y la sentó, ella inconsciente apoyada en él.



Una vez terminado se dió cuenta que Mikasa no tenía ropa, así que le puso uno de sus boxers y una de sus camisas de manga larga holgada.
Era la que usaba en sus tiempos en el inframundo.
Lleno de nostalgia se la puso, no sin antes tratar su golpe.

Un impulso que provino de lo más profundo de su ser, hizo que dejará a Mikasa dormir en su cama.

El se fue de la habitación y se aseo dejando a esa azabache dormir en su cuarto, por una emoción que el jamás había conocido.





Amor Donde No Debería Estar RivaMikaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora