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ERA PRIMERA HORA DE LA MAÑANA cuando los sacaron de aquella casa para volverlos a atar con cadenas a un muro, esta vez con el calor abrasador del sol sobre ellos.
La escena frente a ellos era desgarradora. Un hombre perseguía el carro donde se llevaban a su esposa ━una esclava ya vendida━, el adulto cayó al suelo, siendo recogido por su hija.
Athenea sintió compasión, mas no podía evitar pensar que corría la misma o parecida suerte que aquella mujer.
La primera en ser agarrada hacia el escenario fue Lucy. La adolescente mantenía la cabeza baja, horrorizada.
━━━ ¡Sesenta! ━━━exclamó un hombre.
━━━ ¡Ochenta!
━━━ ¡Cien por la señorita! ━━━habló otro con tono burlón.
━━━ ¡Ciento cincuenta! ━━━gritó otro en la tercera fila.
Al no escuchar más precios, un hombre colocó un cartel de 'Vendido' a la reina y recogió el dinero, seguidamente la colocaron a un lado.
La siguiente fue Athenea. Estar más desarrollada que la joven Lucy y mantener una expresión impasible y dura pareció atraer más a los pervertidos de los compradores, pues la puja comenzó alta.
━━━ ¡Ciento cincuenta! ━━━exclamó el primero, ganándose una mirada fulminante por parte de la castaña.
━━━ ¡Doscientos!
━━━ ¡No, yo trescientos!
━━━ ¡Trescientos cincuenta! ━━━ofreció el de antes.
━━━ ¡Muy bien! ¿Alguien más? ━━━preguntó el vendedor antes de apuntar la cifra y colocar el cartel, después, la colocaron al lado de Lucy. La mayor abrazó a la reina con fuerza, tratando de calmarla. Era el turno de Eustace━━━ ¡Y ahora por este espécimen! ¿Quién empieza?━━━ante el silencio, se vio obligado a aclararse la garganta━━━ No parece mucho, pero es bastante fuerte ━━━aseguró atreviéndose a tocar los nada desarrollados músculos del inglés.
