Capitulo 1: La vida en el Infierno

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Los sueños, ¿de qué sirve soñar? Yo sueño con lluvia, un hombre, una mujer.....una chica. Pero bah. Eso es lo que obtienes cuando engañas la vida de los demás, sí ENGAÑAR. Ese es mi trabajo, así nací, para eso fui creado.

O al menos eso es lo que creo.

La mayoría de las veces me siento muy fuera de lugar, como si no perteneciera aquí, les diría que es común pero, ¿un demonio que prefiere explorar el mundo humano que ser fiel aquí en el infierno? Creo que eso no suena nada normal.

Sí, como dije soy un demonio, Oliver es mi nombre, y no soy como todos los prototipos de demonios que hoy en día existen, no soy una criatura monstruosamente horrible que se empeña en que el mundo humano caiga en manos del infierno, bueno no completamente. Mi apariencia se podría decir que es común cabello negro, ojos café oscuro, soy alto no tan alto como otros demonios pero si viviera en el mundo humano todos supondrían que juego algún deporte como basquetbol. Como, dije soy un demonio. Pero no cualquier demonio, soy la mano derecha del mismísimo "Rey del Infierno", sí el mismísimo Lucifer. Aunque parezco mas bien su mensajero o vigilante.

Antes me dedicaba a tentar a los hombres para ser crueles, lo cual me divertía mucho pero mi querido "señor" decidió "ascenderme de puesto", decidió que le sería más útil teniéndome cerca y haciendo recados a algún humano que esté vinculado a mi señor o a vigilar que ninguno rompa su código. Me refiero a los pobres ilusos que venden su alma al diablo creyendo que este les traerá algo mejor a sus miserables y aburridas vidas.

¡Ja! Como si él fuera a hacer algo para ayudarlos.

Bueno como decía, empecé a escribir desde que Gaziel me aconsejó que mi vida sería menos estresante si escribía sobre ella, pero qué va a saber un demonio guardián de tesoros sobre la vida, aun así le hice caso porque es uno de los pocos a los que puedo llamar "amigo". El y Fecor, otro guardián de tesoros, son mis amigos aquí en este mundo desconocido para muchos. Pero nadie les presta atención, creen que son unos completos inútiles. Bueno yo también lo creo pero decidí darles una oportunidad.

-¡Oliver!

Genial, el copetón rubio me habla.

-¿Qué quieres Juvart?- el mismísimo demonio de la posesión viene a "embellecerme" el día.

-Oh tranquilo Oli no vine a molestar.-claro, como nunca lo hace.- Quería preguntarte, ¿por qué demonios tus queridísimos amigos estaban husmeando en mi habitación hace unos segundos?

Genial, de todos los malditos demonios que hay en este lugar, ¿tienen que molestar al que más me cuesta verle la cara?

-¿Y por qué no le preguntas a ellos?

-Porque son tan cobardes como para ocultar que tú los enviaste.

-Oh por favor Juvart, tú no eres lo más importante en mi vida, no eres lo más importante en la vida de nadie más que en la tuya.

Amo ver eso ojos azules oscurecerse de la rabia. Sabe que no me puede tocar porque el amo se enoja.

-Te juro que si no me dices que buscaban yo...

-¿Qué me harás? Sabes muy bien que no puedes hacerme nada.

-Si no fueras su consentido no te atreverías a desafiarme.

-¿Eso crees? Siempre te he desafiado aun sin ser lo que soy hoy, además...

-¡Reunión!

El amo llama.

El Cielo del InfiernoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora