El Cielo del Infierno

Capitulo 3: Llamado a mi Tierra

Al recobrarme de mi shock me di cuenta que esta chica Lisa, venia hacia acá con una mirada que parece que hecha fuego. Trato de mantener la postura cuando llega hasta donde estamos pero ella simplemente pasa de mí y va directo a Nick.

Justo cuando llega hacia él su mirada parece cambiar a una más cálida, una mirada que siempre les he envidiado, una mirada que nunca he podido emplear hacia nadie.

-Nick, otra vez no por favor. ¿Qué no entiendes que me mata verte así?

Normalmente hacer sufrir a algún humano es lo mejor que podría ver, pero verla preocupada por él me hace sentir algo que nunca había experimentado. Algo dentro de mi parece removerse, haciéndome sentir un impulso por detener su sufrimiento.

-Hola Liz.

Contesto el con una voz que se nota a kilómetros que no podría caminar en línea recta aunque lo ayudaran.

Pero yo por otra parte, aunque disimular es imposible, no le quito el ojo de encima a esta chica. No recuerdo habérmela topado antes, pero ¿por qué la soñé?, ¿Por qué siento que debo hablarle?

-Disculpa, ¿te conozco?-dijo Lisa cuando se percató de mi presencia.

¿También habrá soñado conmigo?

Dicen que tanto una especie como la otra mueren y renacen sin ningún recuerdo de sus antiguas vidas, pero recorren el mismo camino e incluso se encuentran con los mismos.

¿La habré conocido en otra vida?

Todo esto se formulaba en la cabeza así que tarde unos cuantos segundo en responder.

-Amm... no lo creo, soy Oliver.

Al decir mi nombre pareció desvanecérsele la chispa de curiosidad en su mirada y se dedicó a mirarme enojada.

Si, disfruto hacer enojar a cualquiera, como a Juvart. Me divierte mucho pero hacerla enojar a ella es algo que no me gusta en absoluto.

-¿Encuentras a un pobre muchacho vagando por ahí y lo primero que se te ocurre hacer es emborracharlo?

Contestó ella muy rabiosa, su tono me hiso enojar a mí también. Nick quiso interrumpir pero yo no se lo permití.

-¿Quién te dijo que lo encontré vagando? El hombre estaba a punto de ser golpeado brutalmente. Yo lo ayude.

-¡Y lo emborrachaste!, ¿a eso le llamas ayudar? ¡Es solo un niño!

Nick seguía queriendo interferir pero yo estaba cada vez más enojado y no pudo ni pensar en interrumpirme.

-¡Ya tiene dieciocho años!

-¡Parece de quince!

Mientras discutimos Nick pasaba su mirada de uno a otro tratando de interferir sin éxito.

-Eso no tiene nada que ver, si él no hubiera sido tan estúpido ni siquiera nos hubiéramos conocido.

Al escuchar la palabra estúpido Lisa tomo una especie de postura ofendida y Nick la imitó. Eso me provoco una risa que preferí retener.

Ella lo notó y trató de cambiar su postura discretamente pero no lo logró.

Antes de poder responder Nick se paró de su asiento pero ni siquiera pudo hablar, pues al segundo de estar parado fue a dar directo al suelo.

Los dos soltamos nuestra rabia por un momento para ayudarlo a levantarse, pero cuando intente ayudar Lisa me lo impidió.

-¡No! Vete, solo déjalo.