Cuentos en un estado dinámico ©

Mundos Paralelos

Se supone que no me debía percatar del imponente hecho que se asomaba, pero aun así lo hice.

Papeles con tinte crema, con firmas antiguas como aceptación de una abyecta farsa, me pregunto ¿quién soy en realidad? si ni siquiera conozco a mis verdaderos padres, ¿algún día podré reencontrarme con ellos y conocerlos? ¿O solo se va a quedar como un deseo en mi confusa mente?

Podría indagar mis cuestiones a mi "madre", que se encuentra ladeada en el antepecho del balcón. Ella es la única que puede concederme respuestas en este momento, el otro ser desalmado se fue a la bóveda celeste hace mucho tiempo ya.

Me acerco, pero luego retrocedo unos pasos. Tengo mundos paralelos invadiéndome, diferentes caminos atormentándome.

Sé lo que tengo que realizar, pero mi corazón no coopera, él es guiado por las candidas situaciones pasadas en familia. Los días pasan. De a poco pierdo la cabeza, recaigo en mi amiga, la demencia.

¿Qué hago? ¿Qué hago con este pedazo que resguardo en mi mano? Es solo un fragmento de mí ser, que queda en las penumbras de mi cruel furia.