Lucía 8

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6 de diciembre 2028

-Se que te sientes confundida, y que en estos momentos debes de estar pensando, porque si era tu esposa, no me dijiste que tenías una enfermedad, y estas en todo tu derecho de pensarlo, analizarlo y dejarlo pasar, porque ya no tendrás una respuesta concreta, solo incógnitas que en este momento están ocupando tu mente, como el querer hablar con la doctora Luzmila, quien le realizo su electrocardiograma, o con su amigo Felipe que crees que te oculta información importante, y debes recordar que Alexander aunque era tu esposo, también era un hombre con autonomía que podía o no decir lo que le sucedía, y tal vez en una hipótesis no te quería preocupar con su enfermedad y quería vivir en ese concepto que los humanos llamamos normal, porque si te decía a ti o a su familia, todos iban a estar encima del recordándole y tratándolo con cuidado solo por su enfermedad, por que el ser humano es así, pensamos que discapacidad o una enfermedad grave son índices de limitación, y debemos de cambiar ese concepto.

 Yo como psicólogo no pretendo que creas lo que yo creo, solo quiero darte herramientas para que creas con criterio propio, y veas esta información no como un estanque si no como una catapulta, tienes dos opciones, quedarte con dudas e intentar buscar a costa de tu paz mental respuestas que quizás no van a ser claras, o asimilarlo y seguir con tu proceso de sanación-Dice mi nuevo terapeuta, hablando muy amable, la verdad llevo ya algunos días viniendo a consulta y me siento muy cómoda, no te habla como si te estuviera juzgando, si no como, si comprendiera tu dolor.

1 hora después...

Salgo del consultorio del psicólogo y me siento renovada, me desvíe por un momento de mi camino, pero ya nuevamente lo recupere, mi teléfono vibra en mi bolsillo, veo el identificador y me doy cuenta que es Sara.

-Hola, hola- Me dice medio gritado a lo que yo sonrió, la he extrañado mucho este mes.

-Hola pensé que nunca me llamarías-Digo en modo de broma.

-Lo se amiga, vi tus llamadas y mensajes-Dice inocente.

-Eres todo un caso, pero sé que querías disfrutar al máximo de tu luna de miel-Le digo comprensiva, mientras abro el auto.

-Así es, debo contarte todo, solo que me lleve una sorpresa enorme cuando el portero me dijo que, y no vivías aquí, que paso, cuéntamelo todo

-Me mude, aunque creo que eso ya lo notaste, te enviare un mensaje con mi nueva dirección-Le digo mientras enciendo mi auto y coloco el modo de manos libres

-Claro que siiiii, aunque debes de estar súper ocupada con tus pacientes y...

-Tome la licencia-La interrumpo

- ¿Licencia?, no comprendo ese afán de todos al querer disfrazar la palabra licencia, eso es lo mismo que vacaciones, fiesta y sexo a lo loco amiga, debemos celebrarlo- Me dice muy animada.

-Así es, lo mismo pensé yo, y hablando de fiesta, adivina con quien me volví a encontrar, y con el cual hoy saldré.

- ¿Qué? ¿Qué?, OMG vas a salir y de fiesta, esto sí que es una sorpresa-Dice mi amiga anonadada, aunque yo sé que es más el drama que hace que sonría a veces es muy chistosa

-Hablas como si fuera una amargada

-No lo eres, pero luego de la muerte de mi hermano cambiaste mucho y la verdad que me digas esto me alegra muchísimo, porque quiere decir que estas evolucionando y poco a poco sanando esa herida enorme que te dejo la muerte de Alex-Su voz se corta un poco, y sé que para ella tampoco ha sido fácil la muerte de su hermano.

-Gracias-Es lo único que puedo decir sin que se me salgan las lágrimas que estoy conteniendo.

Todo el resto de tarde, la pasamos viendo series y comiendo muchísimo, incluso me ayuda a escoger el outfit de esta noche, y de paso el de ella, ya que la invite, a que viniera conmigo, hace un momento le hablo a Robert y este le dijo que era mejor que fuera sola que él se quedaría en casa, la verdad eso es lo que más me gusta de la relación de ellos, respetan sus espacios y no forman drama porque uno u otro va a salir, esa confianza es lo admirable y una base fuerte para sostener una relación.

-Ya estoy lista- Me dice saliendo del baño de mi habitación- Se ve muy bien con ese conjunto el cual consiste en una falta muy pegada y un crop top palo rosa, su cabello largo lacio y un maquillaje muy natural

-Wooo, vas a ser la sensación- Le digo mientras termino de aplicar mi labial

-Mira quien lo dice, voy a mandarle una foto sexy a mi esposo-Dice mientras toma su teléfono y sale de la habitación.

Yo me observo de pies a cabeza en el espejo, a mí me gusta más el negro así que tengo un saco crop y una falda, pero esta no es tan pegada, las dos piezas son de color negro, la verdad me gustó mucho y ante todo me siento cómoda y sexy.

Preparo un bolso pequeño, en donde llevo efectivo, mi teléfono y las llaves del carro.

-SARAAAA- Llamo a mi amiga y veo como baja las escaleras hablando por teléfono, pero se ve muy enojada, nunca había visto a mi amiga así.

-Sara que pasa-Vuelvo a preguntarle- Observo que quiere llorar, y cuelga la llamada.

-Lo siento no puedo acompañarte, pero ve tu por favor, me acaban de informar que un proyecto que tenía en mente se acaba de cancelar y bueno ya sabes cómo me pongo cuando alguien no cumple sus promesa- Dice, pero no le creo.

Déjala luego te lo contara.

-Está bien, vamos te llevo a casa.-Le digo abriendo la puerta, lo bueno es que a unos pasos esta mi carro.

-No, no, no, ya va a venir un taxi por mi- Dice, se le ve muy nerviosa

-Ok, entonces me voy ya Carlos me debe estar esperando-La abrazo y subo a mi auto.

Esto es muy raro, pero debo respetar que no me quiera comentar, así como me lo aconsejo mi terapeuta, conduzco hacia la discoteca mientras escucho música a tono considerable, aparco y salgo, a la salida del club observo que él me está esperando mientras me recorre con la mirada. 

Al final todo regresa. (Saga Italiana #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora