La vida es más que sobrevivir

-18- El reencuentro...¿Bueno o malo?

El primer día de trabajo llegó y Clarke sintió miedo al levantarse de la cama, por lo general ya había superado parte de su trauma ante nuevos escenarios, pero durante toda la noche se la pasó dando vueltas de un lado a otro en su cama, quizás fueron sus nervios los que la obligaron a levantarse a primera hora de la cama.

Al pensar en los nuevos escenarios, se forjó un hoyo en su estómago o tal vez fue el olor a algo quemado en la cocina.

Agarró su bata de dormir, y salió directa hacia la cocina, a medida que se fue acercando el olor a quemado inundaba sus fosas nasales ocasionando que arrugará la nariz justo en el momento en que veía a Raven colocar un hot cakes en el plato.

—¿Qué es eso?— Clarke preguntó.

—Buenos días Raven bombón bañada en chocolate, ¿Cómo te encuentras? . . . — su amiga respondió con un mini diálogo. —Buenos días mi rubia, muy bien y ¿que tal tu mañana?—finalmente se dirigió a ella.

—Ja Ja Ja que chistosa eres. . . — dijo alegremente.

—Yo siempre . . .—dijo Raven, ya estando completamente vestida con un pantalón negro tipo campana y un crop top blanco, aunque para evitar un futuro accidente se había colocado un mandil. —Siéntate que prepare un delicioso desayuno.— ordenó.

—¿Eso?—Clarke preguntó indicando los "hot cakes". Asumiendo que se refería a su obra maestra culinaria.

—Así es, pero debes de probarlo . . . vamos, prueba. — Raven sujetó el tenedor para picar un pedazo del desayuno y literalmente meterlo en la boca de Clarke justamente cuando iba hablar. —Hot cakes con vainilla. Tus favoritos. Sé que no es exactamente como lo haces, pero hice mi mejor esfuerzo. — la abrazó en el instante que iba hablar. — Pensé en realizar algo especial para celebrar nuestro primer día de trabajo . . .—

— Gracias . . .  — Se sentó en la barra de desayuno mientras Raven colocaba un par de vasos con jugo de naranja frente a Clarke.

—¿Estás lista...?—Raven preguntó, mientras comenzaba a pinchar su comida. —Dios, esto es horrible porque no me dijiste . . . —Clarke negó con la cabeza.

—Tenías que probarlo tú misma... —se burló la chica rubia.

— Qué vengativa eres . . . —Exclamó mientras comenzaba a reír.

—Dime entonces... —realizó una pausa mientras daba un mordisco. — ¿Preparada para el primer día de trabajo?—Clarke se encogió de hombros. —Vamos... ¿que tal si ahí conoces alguien?—y seguía comiendo a pesar de que la comida no era lo mejor para sus paladares.

— No hay forma...—Extendió la mano por encima de la mesa y agarró una mandarina de la cesta de frutas. —Estoy retirada del amor . . .—

—Si claro . . .—

—Digamos que mi vida amorosa es como tus Hot cakes . . .  están más que quemados . . .—

—Ja Ja Ja . . .  Pues levántate y hazlo tú misma la próxima vez. — refiriéndose al desayuno.